Tom Hiddleston no conocía mucho acerca de Loki, el siniestro personaje del guion que llegó a sus manos en 2009 para llevar al cine las aventuras de Thor. El papel que le ofrecieron era el de un dios sombrío, simpático, un tanto excéntrico y malvado.
Al actor británico le encantó el personaje, pero no perdió la oportunidad de agarrar el Mjolnir, el martillo más famoso de Asgard, y hacer una prueba en cámara en la piel del Dios del trueno. Por suerte para sus fanáticos, sus músculos y sus entradas en la frente no fueron suficientes para ser seleccionado y el papel definitivamente fue para Chris Hemsworth. «Siento que escogieron al indicado para Thor», dijo entre risas en el programa The Tonight Show.
Hoy, Loki es un verdadero fenómeno en el universo cinematográfico de Marvel y el simpático Hiddelston es una de sus estrellas favoritas. Malvado, seductor, divertido y cínico, el ‘rey de las mentiras’ o el ‘dios del engaño’ tiene ahora su propia serie de televisión y brilla con luz propia. Hasta ahora, ningún antagonista había recibido tantos elogios y aplausos en esta arriesgada aventura de extender hasta límites insospechados las peleas y las desdichas de Hulk, el Capitán América, Wanda y toda la pandilla de Los Vengadores.
Desde sus primeras apariciones en Thor; The Avengers; Thor: un mundo oscuro; Thor: Ragnarok; Avengers: la era de Ultrón; Avengers: Infinity War y Avengers: Endgame, Loki tuvo la suerte de encantar al público con sus dramas como una pobre deidad incomprendida y el alma fracturada, o como un total y maldito embustero. En su nueva experiencia en la serie de Disney Plus, se revela y se rebela como un héroe con una visión muy particular del bien y el mal, y su protagonista parece haber encontrado todos los matices que necesitaba.
El buen ojo de Kenneth Branagh (director de Thor en su momento), que lo vio en el teatro inglés en obras de Shakespeare y en series de televisión de época, resultó ser infalible y Tom Hiddleston logró configurar un personaje que está en boca de todo el mundo.
El niño sin martillo
Durante su investigación para darle forma a Loki, Hiddleston se encontró con una naturaleza densa y bastante torturada. Loki sufrió más de lo que muchos creen. Nació en una comunidad de gigantes de hielo de un mundo conocido en la mitología nórdica como Jotunheim. Es hijo de Farbauti y Laufey, pero fue adoptado por Odín y Frigga, criado en el reino de Asgard y tuvo como hermano al tipejo del martillo. La envidia fue el sentimiento primario que forjó con Thor y, para no ser menos que él, trató varias veces de matarlo. Gracias a sus desquiciados y delirantes planes de destrucción masiva se crearon los Avengers, los superhéroes más poderosos de la Tierra.
No tenía el martillo de Thor ni la sangre de Odín, pero logró convertirse en un grandioso hechicero, un manipulador excepcional y tener una personalidad forjada entre poderes ocultos, que su madre Frigga le reveló para que no se sintiera inferior a su musculoso hermano.
El carismático y poco confiable antihéroe siempre tuvo conflictos interiores. Es frágil e inestable. Uno de los puntos más interesantes de la serie es que refleja muy bien el equilibrio entre la fuerza y los poderes de un dios y sus emociones; la inseguridad, el humor y la rabia de no poder controlar una situación.
Pasó de ser «narcisista, irresponsable y superficial», como lo llamó la psicóloga Drea Letamendi –una experta en analizar a personajes como Batman o la sagas de Star Wars y Star Trek–, «a convertirse en un ser capaz de crear ilusiones para esconder sus defectos».
«Loki tenía la firme creencia de que estaba destinado a ser un gran líder. Un dios. ¿Y qué son los dioses sino poderosos, despóticos y superiores? Radiante bajo su casco con cuernos dorados, una corona que exigía atención y asombro, Loki abrazó su obsesión por el dominio», apuntó.
Tom Hiddleston comentó en una charla con Eric Goldman, el editor de la revista Fandom, que su personaje «nunca pudo hablar de su vulnerabilidad, y lo que siempre ha intentado es afectar a otros para que experimenten lo que él siente. Descarga su dolor en otras personas. Él necesita trabajar en eso y ser responsable de sus actos y decisiones», dijo.
A regañadientes, Loki ahora trabaja por evitar la destrucción de las líneas del tiempo. Está en un lugar extraño y peligroso donde tuvo que bajar la guardia y mostrar cierta humildad. Primero con Mobius, un empleado de la Agencia de Variación Temporal, que evita que haya cambios abruptos en el tiempo, y con su alter ego femenino, la también carismática Sylvie o Lady Loki, con quien el antihéroe adopta una especie de alianza y hasta llega a contar su aparente bisexualidad y otros detalles de una identidad que ahora parece abrirse del todo. «¿Tienes un príncipe?», le pregunta Sylvie.
Pero hay que tener cuidado, Loki es experto en mentir y crear ilusiones y, no obstante algunos momentos de redención y resiliencia, es posible que tenga alguna sorpresa, para bien o para mal.
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional