La cantante Lily Allen reveló este viernes que la discográfica Warner Music no adoptó ninguna medida cuando acusó de agresión sexual a un empleado de esa compañía.
En declaraciones al podcast de la BBC The Next Episode, la artista afirmó que en 2018 le contó a un directivo de esa discográfica que en 2016 fue agredida sexualmente por un trabajador de la empresa.
Allen admitió que cuando se produjo el ataque no llegó a denunciarlo ante la policía. Sin embargo, se mostró convencida de que «casi todo el mundo en la industria de la música sabía quién era” su supuesto agresor.
Por su parte, un representante de Warner Music aseguró, en declaraciones a la BBC, que se toman las acusaciones de agresiones sexuales «extremadamente en serio».
La agresión se produjo en un viaje de trabajo al Caribe, después de una fiesta a la que asistió con un ejecutivo de la industria, dijo la cantante.
Al regresar al hotel, Allen no encontraba las llaves de su habitación. «Él me dijo ‘por qué no duermes en mi cama mientras voy por las llaves». Luego se quedó dormida.
La artista recuerda que sentía cómo el hombre estaba intentando tener relaciones sexuales con ella. «Me desperté y él estaba en la cama desnudo dándome nalgadas», reveló la cantante.
Allen también reconoció que entonces decidió no acudir a la policía. «No quería organizar un escándalo y quise mantenerlo en silencio», dijo.
Primero relató ese incidente en su libro My Thoughts Exactly, publicado en septiembre de 2018. Y a finales de ese año reveló la agresión a Max Lousada.
Allen explicó que al admitir lo que le sucedió quiso proteger a otras artistas y cree que su agresor pudo seguir trabajando con otras jóvenes.