Si bien los fanáticos más acérrimos de Les Luthiers podrán sentir en falta la característica voz del retirado Marcos Mundstock, los ataques de nervios de Carlos Núñez Cortez o los gestos del fallecido Daniel Rabinovich, el grupo se mantiene vigente gracias a los acertados guiones de sus propuestas, así como a las interpretaciones que realizan los nuevos integrantes.
No hubo una intención de imitar a los miembros que ya no se encuentran en el escenario; son nuevos integrantes para una agrupación que ha sabido divertir al público desde hace más de cinco décadas. Y estos nuevos miembros logran llenar los zapatos, lo que no es poca cosa para las distintas generaciones que han crecido escuchando a Les Luthiers.
Solo dos fundadores continúan en escena: el canoso Carlos López Puccio y el más cantante que humorista Jorge Maronna. Ambos siguen igual de vigentes, actúan, cantan y bailan como los más jóvenes.
A ellos se les sumaron Roberto Antier, Tomás Mayer-Wolf, Martín O’Connor y Horacio «Tato» Turano, como los jóvenes integrantes del conjunto que se presentó en el Auditorio Nacional del Sodre con su espectáculo Gran Reserva.
Antología inolvidable
Si bien en los últimos años Les Luthiers no han presentado un nuevo espectáculo, tienen, gracias a su conocida trayectoria, una variedad de canciones, boleros y suites que funcionan sin necesidad de contar con un espectáculo que los soporte.
Son canciones que se han convertido en clásicos, como «Ya no te amo, Raúl», que muestran que el grupo mantiene el humor inocente y un tanto intelectual que los ha caracterizado, así como los nombres rimbombantes de compositores y los increíbles instrumentos con los que hacen música. Y poca cosa más necesita este ensamble que no requiere de escenografía para sus actos. Solo la iluminación para abrir y cerrar cada segmento.
Como si fueran tenores interpretando una gala de ópera, Les Luthiers presentó una antología de distintos momentos y canciones de su carrera. Así, esta Gran Reserva comenzó con «Entreteniciencia familia» (que utiliza las voces de Norma Aleandro como las distintas oyentes del programa), y entre las once canciones que compusieron el espectáculo, se interpretó el bolero «Perdónala», la canción «Quien conociera a María Amaría a María», y varias más que el público no se cansó de aplaudir en las casi dos horas que duró el espectáculo que mezcla cuentos, actuaciones y canciones.
Para ir haciendo boca antes que comience el show, en el hall del Auditorio se encontraban en exhibición varios de los excéntricos instrumentos que el conjunto utiliza para el espectáculo, que comienza con los artistas saludando al público, como si fuera un conjunto de cámara. .
Para quienes conocimos a Les Luthiers a través de los cassettes, muchas canciones quedaron afuera de esta selección (como «La bella y graciosa moza», «La tanda» o «Teorema de Thales»); aunque la selección presentada atraviesa buena parte de su producción musical. A modo de agradecimiento, y por fuera del programa, se interpretó «Los jóvenes de hoy en día».
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