Los Globos de Oro son conocidos por ser sorpresivos. En la edición de este año, que se realizó el domingo en el hotel Beverly Hilton, Califonia, quedó más que clara esa fama que se han labrado durante décadas.
Los miembros de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood deshicieron todas las ilusiones para las grandes favoritas y premiaron a Bohemian Rhapsody en la categoría de Mejor Drama y a Green Book como Mejor Comedia.
Nace una estrella, aunque fue alabada por la crítica y el público, solo ganó en el renglón de Mejor Canción; y Vice, la cinta que recibió más nominaciones, consiguió el galardón al Mejor Actor de Comedia por la sorprendente caracterización de Christian Bale en su interpretación del ex vicepresidente Dick Cheney.
No hubo sorpresas en la categoría de Mejor Película Extranjera, en la que, como se esperaba, triunfó la mexicana Roma. Además, Alfonso Cuarón recibió el premio por la Mejor Dirección, que ya lo había obtenido en 2013 por Gravity. El cineasta se impuso ante la primera incursión de Bradley Cooper como director y a los experimentados Adam Mckay, Spike Lee y Peter Farrelly.
Entre los reconocidos en el equipo de Cuarón se encuentra la venezolana Gabriela Rodríguez, productora del filme.
Con este éxito, Roma, que fue tendencia en Twitter el 14 de diciembre por su estreno en la plataforma de streaming Netflix, se convirtió en la segunda producción mexicana en alcanzar el premio en este apartado, luego de Tizoc (amor indio), en 1958.
A Bohemian Rhapsody, que no llegó a las carteleras venezolanas, le fue adjudicada la estatuilla en la categoría principal pese a las críticas que ha recibido. En el sitio Rotten Tomatoes le dieron una calificación por debajo de 60%, lo que significa, en el criterio de la página, que no posee puntos suficientes para ser una buena película. La revista Variety señaló: “Con una actuación tan dominante como la de Rami Malek en su centro, ¿por qué Bohemian Rhapsody no es una mejor película?”. En la excelente interpretación de Malek sí han coincidido los críticos. De hecho, el estadounidense de origen egipcio ganó el Globo de Oro al Mejor Actor de Drama por su aplaudido esfuerzo en encarnar a la estrella del rock Freddie Mercury.
Uno de los momentos históricos en el hotel Beverly Hilton fue cuando Spiderman: un nuevo universo recibió el galardón a la Mejor Película Animada. La historia de Miles Morales, convertido en un nuevo hombre araña, contada en un estilo visual inspirado en los cómics, destronó a Disney Pixar, que había triunfado en las últimas tres ediciones. De este modo, el universo de Marvel se amplía y se luce, también, en el cine de animación.
El reconocimiento a la Mejor Actriz de Drama fue para Glenn Close, por The Wife, superando a Nicole Kidman (Destroyer), Melissa McCarthy (Can You Ever Forgive Me?), Rosamund Pike (A Private War) y a la ovacionada Lady Gaga (Nace una estrella).
En televisión, Edgar Ramírez, que estaba nominado al Mejor Actor de Reparto en una Miniserie o Película para Televisión, perdió ante el británico Ben Whishaw, quien consiguió que se distinguiera su trabajo en A Very English Scandal. El venezolano estuvo entre los reconocidos con el premio a la Mejor Miniserie o Película para Televisión otorgado a American Crime Story: el asesinato de Gianni Versace, también triunfadora en los Emmy.
The Americans ganó como Mejor Serie Dramática, Sandra Oh en el apartado de Mejor Actriz (Killing Eve), Richard Madden (Bodyguard) como Mejor Actor, el programa The Kominsky Method como Mejor Serie de Televisión Musical o Comedia. Así también triunfaron Rachel Brosnahan (The Marvelous Mrs. Maisel) en la categoría de Mejor Actriz en una Serie de Televisión Musical o Comedia y Michael Douglas en la de Mejor Actor en una Serie de Televisión Musical o Comedia (The Kominsky Method).
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