«Winter is coming». A propósito del próximo estreno de la octava y última temporada de Game Of Thrones (GOT) este domingo en HBO, canal de televisión de la compañía Time Warner, analistas de Nielsen proyectan que podría batir el récord histórico que alcanzó el estreno de la sexta temporada, en el que llegó a 10,7 millones de usuarios a través de la televisión por cable o streaming en línea.
Frente al gran éxito y difusión que ha conseguido GOT en el mundo, se han hecho múltiples análisis para encontrar las similitudes que la serie guarda con la vida real. Pero hay pocos sobre el quehacer económico. The Associated Press se encargó de analizar las lecciones económicas de la serie y cómo estas se presentan en la trama.
1. Los bancos y su importancia
Tywin Lannister dice lo siguiente del Banco de Hierro de Braavos: «No puedes engañarlos, no puedes dominarlos con excusas, si les debes dinero y no quieres desmoronarte, lo devuelves».
Esta entidad financiera es quizá la más poderosa en el universo de GOT y tiene entre sus clientes al rey de los Siete Reinos. Pero algo que destaca en la serie es que opera mediante del Mar Angosto y Essos, en lugar de tener sucursales en Westeros. En ese sentido, de acuerdo a AP, al no tener un banco importante en dicho continente se hace difícil el ahorro de dinero en la zona, los préstamos bancarios para financiar guerras y la inversión en desarrollo.
Westeros es, entonces, un lugar sin financiadores ni préstamos transparentes; donde los ciudadanos no pueden acceder a invertir en sí mismos y las deudas de los gobiernos son eternas. Y esto se presenta como un factor negativo para su desarrollo económico.
2. Economías estancadas
Obstáculos estructurales, como el bajo crecimiento de la productividad, la desigualdad de los ingresos salariales y las políticas aislacionistas de las economías avanzadas, son factores que le restan el crecimiento económico a nivel mundial según el Fondo Monetario Internacional (FMI). Sin embargo, el FMI espera que el crecimiento global de la economía.
Este optimismo no existe en la serie debido a que los tiempos de Westeros no eran tan auspiciosos. Los analistas de AP destacan que en el continente no hay rastro de progreso económico durante varios siglos y, además, se registra un retroceso. Citan a Angus Maddison, fallecido economista especializado en historia macroeconómica, quien sugirió que en Europa Occidental el crecimineto anual apenas llegó a un promedio de 0,3% entre 1000 y 1500 d.C.; con lo cual GOT se acercaría a la realidad histórica de la economía mundial.
3. La magia no se relaiona con innovación
¿Qué pasa cuando aparece la amenaza de dragones u otras criaturas para la humanidad? Lo que dicta la lógica, según AP, es que estas representan una oportunidad de desarrollo para el ser humano, desde el lado armamentístico o industrial. Pero esto no ocurre en Westeros.
(Foto: Difusión)
Recursos como el acero de Valyrian o el ‘Dragonglass’ -materiales que pueden matar a las criaturas conocidas como ‘Caminantes Bancos’- no son producidos en masa ni investigados a fondo, lo que evidencia la falta de tecnología y de avances.
4. La violencia y la recesión económica
En Game of Thrones, las mismas familias como los Starks, los Tyrell y los Lannister han mantenido la mayor parte de la riqueza y del poder durante siglos. Las sociedades viven de saqueo en saqueo y las batallas son el pan de cada día.
Economistas como Adam Smith señalan que la violencia en las sociedades medievales mató el crecimiento; mientras que Barry Weingast, científico político de la Universidad de Stanford y miembro principal de la Institución Hoover, dice que 10% de las naciones más pobres tienden a perder su democracia. AP, en tanto, utiliza estos argumentos para reforzar su tesis de que la economía se ve afectada directamente por el alcance de la violencia.