Tallulah y Rumer Willis, hijas de la actriz Demi Moore, se unieron a las revelaciones acerca de la agitada vida de su madre, quien publicó hace un mes sus memorias en un libro titulado Inside Out.
En el programa Red Table Talk, Tallulah confesó que debido a las crisis en su familia empezó a beber apenas a los 14 años de edad.
«Estábamos de vacaciones en familia, tomé champagne, me pareció muy dulce. Y cuando tenía 15 años, casi me muero por una intoxicación”, reveló. Willis comenzó a seguir los pasos de su madre en su juventud, en la que además comenzó su adicción a las drogas. «Las cosas eran demasiado dolorosas. No me importaba mi vida, no me importaba nada», explicó.
En ese momento, sus hermanas decidieron intervenir y la llevaron con Moore, con quien había estado tres años sin conversar. Esto, reconoció la joven en la entrevista, unió de nuevo a la familia.
Pero las adicciones y los problemas no acabaron. Rumer Willis dio a conocer en julio de 2017 que llevaba seis meses sobria, aunque no especificó a qué era adicta.
Scout Willis, otra de las hijas de Moore, además de tener las mismas adicciones que su madre y sus hermanas, tuvo roces con la ley. La joven 28 años de edad utilizó un documento de identidad falso para comprar alcohol.
Actualmente, las tres comparten en sus redes sociales su lucha contra las adicciones y la buena relación que tienen con su madre, cuyo libro las hizo reflexionar sobre sus vidas y su relación.