Micheline Roquebrune, la viuda de Sean Connery, reveló cual era el último deseo del actor y qué hará la familia para llevarlo a cabo. En una entrevista con el diario Scottish Mail, contó que su esposo quería que sus restos se esparzan en dos lugares muy importantes para él.
«Vamos a llevar a Sean de regreso a Escocia, ese era su deseo final», expresó durante la conversación. «Él quería que sus cenizas sean esparcidas en las Bahamas y en su tierra natal«, reseñó el diario LA NACION.
«En cuanto se pueda y sea seguro volver a viajar, la intención de la familia es regresar a Escocia con él», aseguró Roquebrune, quien estuvo casada con Connery durante 45 años. «Nos gustaría organizar un servicio en su memoria allá, al menos ese es nuestro deseo. Pero no podemos asegurar cuando pasará esto», agregó en referencia a la pandemia que hoy en día no permite los viajes entre Estados Unidos y Europa.
La mujer, que confirmó que el actor murió mientras dormía en su casa de las Bahamas, también contó que su esposo será cremado durante una ceremonia privada en la isla. También dijo que las cenizas serán guardadas en un lugar seguro. «Hasta que podamos viajar, porque no sabemos cuándo será posible».
Connery murió el 31 de octubre a los 90 años. El actor, quien se había retirado de la industria cinematográfica y pasaba sus días jugando al golf y disfrutando con su esposa, había perdido la memoria hacía un tiempo y ya no sabía quién era. «Sufría demencia y eso le pasó factura. Logró cumplir su último deseo de marcharse sin hacer ruido», contó Roquebrune a los pocos días de su partida.
«No era vida para él», aseguró la pintora franco-marroquí. «En los últimos tiempos no era capaz de expresarse. Al menos murió mientras dormía, de forma absolutamente tranquila. Estuve con él todo el tiempo y simplemente se fue. Eso era lo que él deseaba».
La pareja se conoció en 1972 durante un torneo de golf en Marruecos, deporte que ambos practicaban y mantuvieron un tórrido romance durante cuatro días. Connery entonces estaba casado con la actriz australiana Diane Cilento, con la que tuvo un hijo, Jason, y de quien consiguió divorciarse tres años después, mientras que Roquebrune también tenía marido y tres hijos. Estuvieron dos años sin verse hasta que en 1974 él le envió una invitación para volver a reunirse en Marbella, una ciudad que el actor frecuentó durante años. Y ahí surgió un amor que les unió durante casi medio siglo -y que llegó a superar algunas de las infidelidades conocidas del actor, como su affaire con la cantante pop británica Lynsey de Paul- y que floreció especialmente en Bahamas, el paraíso de la familia.
«Era fantástico y tuvimos una vida increíble juntos. Era un hombre modelo. Va a ser muy difícil estar sin él, lo sé, pero no podía durar para siempre y se ha ido en paz», afirmó ella.
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