El 25 de diciembre es una fecha de luto para la familia de George Michael. En la Navidad de 2016, el cantante de grandes éxitos como «Freedom!» murió a causa de un fallo cardíaco a los 53 años de edad y, como se supo meses después, de forma natural. Pero exactamente tres años después su hermana más cercana, Melanie Panayiotou, murió a los 59 años. Desde el principio su defunción no se trató como sospechosa y ahora el diario The Mirror reveló la causa: cetoacidosis diabética, una afección por falta de insulina.
En los primeros momentos, amigos cercanos de la familia consideraron que su muerte se debió a que estaba destrozada por la pérdida de su hermano, pues estaba muy unida a él. Una fuente reveló al periódico británico The Sun: «Estuvo viviendo como una reclusa y solo iba a la peluquería (en la que trabajaba) y a la oficina de correos. A veces salía con su hermana mayor, Yioda. Permaneció en su casa, recibía pedidos a domicilio y rara vez salía». Pero la autopsia confirmó que su enfermedad fue la causa de su muerte, incentivada por otras afecciones como obesidad, bronconeumonía y problemas cardíacos.
Fue su hermana Yioda quien encontró el cuerpo en su casa de Hampstead, al noroeste de Londres, una vivienda valorada en 6,8 millones de euros, que perteneció al artista. Panayiotou fue enterrada en el cementerio de Highgate, junto a su madre, Lesley Angold Panayiotou, que falleció de cáncer en 1997, y su hermano. A los pocos días de la tragedia un amigo habló con el Daily Mail, preocupado por su padre viudo, Kyriacos Panayiotou, que en pocos años había perdido a dos hijos: «Es un momento terrible para la familia. Ni Melanie ni Yioda trabajaron nunca, George se encargó de ellos».
Tras años antes, Melanie Panayiotou fue quien organizó el funeral de George Michael -después de esperar casi tres meses para darle sepultura por la demora de las autopsias- y después de aquello la familia se embarcó en una causa judicial por la herencia del cantante, en la que batallaron contra Fadi Fawaz, pareja del artista desde 2012 hasta poco antes de su fallecimiento y quien lo encontró muerto. Una situación que superó a la peluquera, que terminó muy afligida. Ella intentó no involucrarse demasiado en la disputa, que la familia calificó de pesadilla, y dejó todo en manos de los abogados. Después de varios meses, el año pasado se hizo pública la herencia del cantante y se supo que tanto Melanie como Yioda se dividirían la mayor parte de la fortuna de su hermano, estimada en 120 millones de dólares. Su expareja quedó excluido del reparto y, además, lo expulsaron de la vivienda del cantante.
Melanie Panayiotou vivía por y para su hermano. Era el miembro de su familia al que estaba más unida y solía llamarlo cariñosamente Yog. Lo acompañaba en muchas de sus viajes y giras por todo el mundo, especialmente durante su época en Wham! Estuvo a su lado en lo más alto de su carrera. Lo adoraba tanto que no dudó en proteger su honor tras su muerte. Hace dos años una mujer sueca afirmó que su hijo, de más de 20 años de edad, fue fruto de una relación que mantuvo con el cantante y su hermana habló con algunos fans para comprobar esa historia: «Esa mujer está loca. No hay nada cierto en eso». También salió en su defensa cuando Elton John dijo el año pasado en un programa estadounidense que George Michael estaba «muy incómodo en su piel por ser gay». Entonces Melanie escribió un artículo en el periódico The Big Issue en el que calificó al cantante de éxitos como «Your Song» y «I’m Still Standing» de «chismoso» y «mentiroso», además de asegurar que el difunto artista estaba «muy orgulloso de ser gay».
George Michael tardó en reconocer su homosexualidad. No lo hizo público hasta 1998, a raíz de su detención en California por intentar seducir en unos baños públicos a un policía vestido de civil. El cantante respondió a la consecuente polémica realizando un videoclip que concluía con un apasionado beso entre dos hombres vestidos con el uniforme policial.
Aquel no fue su único arresto. En 2008 fue detenido en un baño público del norte de Londres en posesión de sustancias ilegales y en 2007 fue condenado a 100 horas de trabajo social y a no conducir durante dos años por dirigir un vehículo bajo los efectos de las drogas. Sus problemas con estas sustancias llegaron a tal punto que tuvo que ingresar en una clínica suiza para desintoxicarse un año antes de su muerte. Él mismo reconoció entonces que se fumaba unos 25 cigarrillos de marihuana al día. En más de una ocasión, el cantante defendió su modo de ser, su gusto por el cannabis y sus experiencias con drogas como el crack. «Ya ni siquiera veo esas cosas como una debilidad. Simplemente soy así», afirmó.
La estrella, que llegó a vender un centenar de millones de discos, sufrió grandes pérdidas en los años noventa: su madre, su amiga Lady Di y Anselmo Feleppa, su verdadero amor. Se conocieron en el festival Rock in Rio de 1991, cuando el brasileño ya mostraba signos de la enfermedad que acabaría con su vida dos años después. Feleppa murió de una hemorragia relacionada con el sida; entonces George Michael no había confesado públicamente su homosexualidad. A él le dedicó la actuación que compartió con Queen en el Estadio Wembley de Londres, el 20 de abril de 1992, en un concierto en homenaje a Freddy Mercury, fallecido por la misma afección un año antes. «No es casual que la que es probablemente la interpretación más conocida de mi carrera estuviera cantada a mi amado, que estaba muriéndose», se sinceró en un documental póstumo.