La sombra del catire, dirigida por Jorge Hernández Aldana, arrasó en el vigésimo Festival del Cine Venezolano al ganar en 14 categorías, entre ellas Mejor Largometraje de Ficción, Mejor Director, Mejor Actor (Francisco Denis), Mejor Actor de Reparto (Vicente Peña) y Mejor Guion. Al terminar la ceremonia, realizada en la sala 10 del Cinex del centro comercial Parque Costazul, en Pampatar, la presidenta del certamen, Karina Gómez Franco, confirmó que la edición que viene será nuevamente en Margarita. «Es inevitable», subrayó sobre un tema que hasta ayer no estaba del todo claro.
El filme de Hernández Aldana, que venía de ganar el Gran Premio del Festival de Varsovia, cuenta la historia de Benigno Cruz (Denis), conocido como el Catire, quien, perseguido por su pasado violento a poco de llegar a su vejez, quiere vender unas tierras que compartía con su fallecida esposa, Felicia. Ambientada en un pueblo árido del estado Lara, es una suerte de wéstern venezolano en el que el personaje principal parece mimetizarse en el espacio duro, violento y encarecido donde vive.
Narrada de manera exquisita y rigurosa, la película se llevó también varias de las categorías técnicas: Mejor Maquillaje, Mejor Vestuario, Mejor Diseño Sonoro, Mejor Sonido, Mejor Cámara (junto con Visceral), Mejor Dirección de Arte, Mejor Fotografía y Mejor Edición y Montaje, además de Mejor Casting (junto con Visceral).
La segunda gran ganadora de la noche fue Visceral, dirigida por César Manzano, que se llevó ocho estatuillas: Premio Especial del Jurado, Mejor Actriz para Irene Esser (ex aequo, con Diana Peñalver), Mención Especial en Actuación para José Ramón Barreto, Mejor Actriz de Reparto para Fabiola Arace (ex aequo, con Sol Centeno), Mejor Actor de Reparto para Vicente Peña (también premiado por La sombra del catire), Mejor Cámara (junto con La sombra del catire), Mejor Música y Mejor Casting (junto con La sombra del catire).
Mi tía Gilma, primer largometraje de ficción de Alexandra Henao, ganó como Mejor Ópera Prima, Mejor Actriz para Diana Peñalver (junto con Irene Esser) y el Premio Joven Revelación para Maryale Benites. En la sección largometraje documental, La candidata, de Ronald Rivas Casallas y Emil Guevara Malavé, se llevó el premio a Mejor Largometraje Documental. Y el premio de la prensa fue para La sombra del catire en ficción y, en documental, para El maravilloso agave cocui de Héctor Puche.
La vigésima edición del Festival del Cine Venezolano se caracterizó por presentar una serie de películas que narran al país actual con técnicas magistrales y sin caer en la propaganda o la necesidad de ponerse de un lado u otro. El cine venezolano está contando una Venezuela que ha cambiado de manera drástica en los últimos 20 años, lo que se traduce en producciones que denuncian violaciones de derechos humanos, carencias, el deterioro de la sociedad, la corrupción, la violencia, pero también muestra particularidades de la idiosincrasia nacional como el humor o productos tradicionales como el cocuy.
Mudarse de Mérida a Margarita también fue conveniente para el festival, pues aunque el estado andino es parte esencial de la tradición del cine nacional, en las dos últimas ediciones el certamen se vio afectado por los cortes de luz, la falta de gasolina, las deficientes salas de cine o la poca oferta gastronómica del centro comercial Las Tapias, donde se realizaban la mayoría de las proyecciones. En Nueva Esparta, en cambio, hay cortes de electricidad pero son menos constantes, las salas de cine que dispuso Cinex están en muy buenas condiciones y el centro comercial Parque Costazul, aunque tiene varias tiendas cerradas, ofrece más variedad gastronómica.
Los asistentes al festival en Margarita también tienen la opción de ir a los centros comerciales Sambil o La Vela, mucho más activos. Las áreas más movidas son las de Pampatar, pues las icónicas avenidas 4 de Mayo y Santiago Mariño están más desoladas. La mayor ausencia que se percibió en la edición de este año fue la de los estudiantes de la ULA, que le dan mucha vida al certamen cuando se ponen de acuerdo para ver juntos las películas. Sin embargo, se vio a muchos jóvenes y familias en las salas de Cinex, sobre todo después de las 4:00 pm.
En el último día del festival se difundió la idea, aún no confirmada oficialmente, de que el gobierno organizará un certamen paralelo en Mérida. Karina Gómez, en una entrevista con El Nacional antes de la premiación, dijo al respecto que «en este país cabemos todos» y negó que la decisión de llevar el festival a Margarita se deba al supuesto certamen del gobierno. «Lo único que influyó aquí fue una decisión bien tomada en pro del cine nacional», subrayó la promotora cultural.
«Nos vemos pronto en salas de cine»
Tras recibir su premio, el director de La sombra del catire, Jorge Hernández Aldana, dijo que se siente emocionado porque llegó a Venezuela luego de un recorrido internacional y la recepción fue más positiva de lo que se imaginó. El principal objetivo ahora, dijo, es llevar el filme a salas comerciales, que espera sea pronto de la mano con Blancica.
«Tengo la fe de que la película tendrá un buen recorrido en salas de cine, que para mí es lo más importante. Nos vemos pronto en salas de cine», expresó.
Francisco Denis reveló que este es su primer premio en cine, los anteriores los recibió por trabajos en teatro como actor o director: «Quiero invitar a los actores a no aflojar. Esto es un juego, pero un juego serio, de mucha preparación y entrega. Lo que hacemos, en cualquier género, requiere preparación, trabajar mucho y echarle un camión para decirle a la gente que compre una entrada porque vale la pena».
Mientras que Irene Esser recordó que hace más de 10 años formó parte del staff del Festival del Cine Venezolano y ahora es la ganadora del premio a Mejor Actriz. «Me conmueve muchísimo y me hace pensar que todo el mundo puede (lograr cosas) con mucho trabajo. Nunca he parado de trabajar y me agradezco por no dejar mis sueños», expresó.
Explicó que Visceral fue un experimento entre amigos que terminó siento un reto actoral, pues, señaló, está realizada en tres planos secuencia que requirieron de mucho ensayo: «Debíamos hacer las cosas perfectamente bien. Si nos equivocábamos un centímetro en el espacio, habia que cortar y no podíamos permitirnos eso».
Ronald Rivas Casallas, que dirigió con Emil Guevara Malavé La candidata, dijo que se sorprendió al ver en la transmisión que su filme había ganado a Mejor Largometraje Documental. «Que el jurado haya elegido esta película habla de un reconocimiento sobre todo a la historia de venezolanos y venezolanas que no formamos parte de la heteronormatividad».
Añadió: «La candidata revisa y reflexiona temas álgidos como la idea de la industria de belleza, la idea de construcción de belleza y cómo ese peso pasa por una asociación de género en la que se le ha otorgado a la mujer venezolana un peso grande».
Guevara Malavé también se mostró emocionado por el premio. Dijo en un mensaje escrito: «Por la diversidad de temáticas que había en los documentales en competencia, pensé que otras historias serían tomadas en cuenta. Pero no, La candidata sigue dando de qué hablar con mucho aplomo y entereza».
Mejor Cortometraje de Ficción: Tenemos patria de Mikel Garrido Linares
Mejor Cortometraje Documental: Audio y el caimán de Andrés I. Estrada
Maratón Cine Átomo: Juegos crueles de Gregory Maldonado, ficción, y La perla de Miguel Vázquez, animación.
Universidad Audiovisual: Universidad de Los Andes
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