Dos semanas después de que Jennifer Flavin solicitara el divorcio de Sylvester Stallone tras 25 años de matrimonio, el actor respondió negando las acusaciones de su expareja respecto a cualquier irregularidad relacionada con sus bienes conyugales.
Frente a un tribunal del condado de Palm Beach, en Florida, Estados Unidos, la empresaria y modelo había argumentado que la estrella de Hollywood no habría gestionado óptimamente los bienes compartidos de la pareja, lo que habría contribuido a la ruptura de la relación.
El equipo letrado de Flavin aseguró: “Bajo información, el esposo se ha involucrado en la disipación, agotamiento y/o desperdicio intencional de los bienes conyugales, lo cual ha tenido un impacto económico adverso en el patrimonio conyugal”.
La revista People tuvo acceso a los documentos legales en los que el actor niega las afirmaciones de su exesposa, así como también haber actuado mal. Por otra parte, el intérprete se opuso a la solicitud de Flavin de tener un “uso exclusivo” de su casa en Palm Beach.
Al comienzo del proceso judicial, la estrella de Rocky pidió al tribunal que tomara nota de la “conducta de cada parte” y solicitó alentar la “cooperación mutua” para reducir el costo de los honorarios legales.
La pareja estuvo casada desde mayo de 1997 y comparte la paternidad de tres hijas: Sophia, de 26 años ce edad; Sistine, de 24 y Scarlet Rose, de 20 años. Stallone, de 76 años, no se opuso a la petición de Flavin de “restaurar” su apellido de soltera y estuvo de acuerdo en que su unión está “irremediablemente rota”.
En cuanto a la disputa legal, los abogados de ella apuntaron que, bajo la ley de Florida, a Flavin le correspondería “ser compensada y resarcida al recibir una distribución desigual de los bienes conyugales a su favor”. Por esta razón, piden que se le impida a Stallone hacer cualquier tipo de movimiento con sus activos y propiedades durante el tiempo en el que se lleve adelante el proceso judicial. “Se debe prohibir al esposo que venda, transfiera, ceda, grave o disipe cualquier activo durante la tramitación del procedimiento”, indica el escrito.
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Antes de que Flavin confirmara la noticia de la ruptura y de que los medios accedieran a la demanda de divorcio, el actor adoptó la estrategia de negar que la relación hubiese terminado.
Cuando Daily Mirror reparó que en una fotografía el actor se estaba tatuando un retrato de su perro, recientemente fallecido, sobre el rostro de Flavin que tenía en el brazo derecho, el protagonista de Rambo salió a aquietar las aguas. Lo hizo a través de su representante, Michelle Bega, quien aseguró: “El señor Stallone tenía la intención de actualizar la imagen del tatuaje de su esposa, Jennifer. Sin embargo, los resultados fueron insatisfactorios y, desafortunadamente, irreparables”. Y aseguró: “Como resultado, tuvo que cubrir la imagen original con un tatuaje de su perro”. Sin embargo, cuando la información se volvió innegable, el actor optó por aceptar que su matrimonio está, al menos, en crisis: “Amo a mi familia. Estamos abordando estos problemas personales de manera amistosa y privada”, expresó en comunicación con TMZ.
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Según medios estadounidenses y del Reino Unido, el motivo de la discordia tenía “cuatro patas”. “Stallone, de 76 años, quería al perro, cuyo nombre es Dwight, para ‘proteger a su familia’. Sin embargo, Flavin no estaba de acuerdo con adoptar otro perro”, indicó Page Six. Y continuó: “En lugar de llegar a un acuerdo, se mantuvieron ferozmente en sus posiciones”.
Según la publicación, esa discusión se volvió muy acalorada y trajo a colación otros conflictos. Stallone no dio el brazo a torcer y no solo se quedó con el perro, sino que lo utilizó para promocionar su nuevo programa, Tulsa King, poniéndole el mismo nombre que lleva su personaje. Sin embargo, el actor negó que aquel conflicto haya sido el desencadenante de la ruptura. “No terminamos la relación con una discusión tan trivial”, le aseguró a TMZ, aunque admitió que la pareja no estaba de acuerdo sobre “cómo cuidar el perro”.
Stallone explicó que simplemente comenzaron a ir “en diferentes direcciones”. “Tengo el mayor respeto por Jennifer. Siempre la amaré. Ella es una mujer increíble. Es el ser humano más agradable que he conocido”, agregó.
La última aparición en redes de la modelo ya había brindado un indicio de su presente. El 10 de agosto compartió en su cuenta de Instagram una foto junto a sus hijas y la acompañó con un sugestivo texto: “Estas chicas son mi prioridad, nada más importa. Las cuatro juntas por siempre”.
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