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La minuciosa investigación de Hacienda española a Shakira

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En busca de demostrar que a comienzos de la década pasada Shakira no vivía en Bahamas sino en España, lo que la obligaba a pagar impuestos en ese país, una inspectora a la que el diario El País identifica como Susana C, hizo la cronología de cada paso dado por la cantante barranquillera, desde que comenzó su relación con el jugador de fútbol catalán Gerard Piqué.

«Hacienda sabe más sobre Shakira que cualquier periodista del corazón y esta investigación, que reconstruyó su vida y desnudó su imperio económico, puso a Shakira contra las cuerdas por defraudar 14,5 millones de euros», reseña El País en su artículo, que recoge el informe.

De demostrarse que la cantante colombiana vivía desde antes de 2014 en Barcelona y no en Bahamas, como alega, indicaría que habría dejado de pagar impuestos a los que estaba obligada en el país donde ahora reside.

Según el diario, Shakira, que alega que solo se residenció en Barcelona desde 2014,  recibía desde mucho antes clases particulares de francés, de zumba, iba al peluquero dos veces por semana, sus asistentas pagaban sus gastos en El Corte Inglés, restaurantes y hoteles con tarjetas de crédito de American Express. «Hasta se sabe que, cuando acudía a la clínica Teknon, donde dio a luz a sus hijos, lo hacía bajo el pseudónimo de Sila Prieto», indica.

La investigación tiene como punto de partida el comienzo de la relación entre Shakira y Piqué en 2011. Tiene en cuenta el primer alquiler de una casa y sus mudanzas posteriores hasta la compra de la casa de la pareja en el barrio de Espluges, cerca de la ciudad deportiva del equipo de fútbol al que pertenece el jugador.

Además de seguir cada gasto a detalle, la investigación acudió a las redes sociales de los fans de la cantante que suelen fotografiarla y etiquetarla. Así que pudieron establecer los pasos dados de la celebridad, conciertos, grabaciones de televisión en Estados Unidos, vacaciones, giras y otros compromisos.

«Esos fans se convirtieron, a su pesar, en una prueba más del presunto fraude fiscal», reza el diario citado y añadió que: «En 2011, la ubicaron 60 veces en España, muchas más que en cualquiera de los 37 países del mundo que visitó ese año. Ninguno de ellos, por cierto, era Bahamas».

La inspectora dice que Shakira afirma sin pruebas que no vivió en España hasta finales del 2014, cuando ya era madre de su primer hijo (Milán) y esperaba al segundo, Sasha. Pero la investigadora de su caso indica que el hecho de que Shakira mostrara un permiso de residencia permanente en Nassau (otorgado por Bahamas en el 2007) no es una prueba de esto. Según ella, se estableció que el «único requisito para obtener ese certificado es comprar una casa, cuanto más cara mejor».

Shakira entonces envió los recibos de servicios públicos de la casa de Nassau, pero la inspectora busca demostrar que los servicios los pagaba una empresa y no los consumía ella, sino los empleados que cuidaban de la casa. También se valió de los testimonios de la anterior pareja de Shakira, el argentino Antonio de la Rúa, cuando una vez rota su relación demandó a la colombiana.

La inspectora citó entonces una declaración judicial de De la Rúa en la que afirma que él iba a quedarse en la casa de Bahamas y que Shakira mandó a sus asistentes a recoger sus pertenencias.

Otro punto que argumenta como prueba la representante del estado español está en que una vez definido el círculo íntimo de la cantante (padres, hermanos, asistentes, la directora de su fundación, estilistas, productores y amigos) casi todos viajaban a visitarla a Barcelona, entre 2011 y 2013, y no a Bahamas.

Por otro lado, la investigadora resalta que Shakira no presentó pasajes de avión ni otras pruebas que la vinculen con Nassau, ni siquiera de un paso por la isla cuando viajaba a Estados Unidos. Se atreve a afirmar que Shakira no pisó la isla ni un solo día.

Legalmente, en Bahamas no existe un impuesto como el español -resaltó el diario de ese país- que obliga a pagar impuestos de lo que se gane sin importar dónde, siempre y cuando la persona esté residenciada en su territorio.

Al parecer, el seguimiento busca no dejar cabos sueltos, ha revisado hasta las tarjetas de crédito de los hermanos de Shakira, así como los registros de peluquerías y establecimientos donde la cantante pudo adquirir algún servicio.

De paso, indica la inspectora que detrás de la cantante hay una estructura de «hasta 14 empresas sin medios materiales ni humanos, algunas en paraísos fiscales, que solo servían para ocultar a la verdadera titular de sus ganancias» y describe movimientos hechos incluso anteriores al periodo de tiempo que le interesa al fisco español.

El País, que además incluyó en su informe una cronología de entradas y salidas de la cantante y su ubicación en el mundo, como ejemplo, dice en su artículo que: «Hacienda concluye que Shakira defraudó en el impuesto de IRPF y patrimonio durante cuatro años. Su año de más ingresos, 2011 (…) no pudo llevarse ante la justicia porque había prescrito. Se cerró con un acta de desacuerdo: la cantante pagó 24 millones de euros (la cuota defraudada) para regularizar antes de reclamar ante la Agencia Tributaria».

Añade que en los años que sí investiga la Fiscalía (2012 al 2014) la artista ganó unos 34,9 millones y dejó de pagar al fisco 14,5. Por esto, la artista está imputada por seis delitos fiscales. El artículo finaliza contando que en el verano pasado, Shakira insistió en que en esos años no vivía en España, que al estar de aquí para allá era una «nómada sin raíces».

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