Tom Holland

Tom Holland estaba cansado, ansioso y sentía una fuerte opresión en el cuerpo. Pero no era el látex del traje de Spider-Man, el superhéroe cinematográfico que le dio la fama y el título de ser el actor más querido dentro de una saga inspirada en el universo de los cómics de Marvel.

En realidad estaba sufriendo un ataque de ansiedad y su nuevo proyecto profesional, la miniserie The Crowded Room detonó algo muy profundo en el actor de 27 años de edad, quien ha lidiado con una atención extrema de sus fanáticos y no parecía estar asimilando del todo bien su estatus de estrella de cine.

La historia real de un joven que es arrestado e implicado en un tiroteo que dejó varias víctimas en 1979 en Nueva York fue el punto de partida para una trama que le interesó mucho a Holland. Desde que leyó el guion de The Crowded Room, quedó prendado por el protagonista.

Era otra cosa, un giro interesante para su carrera, y el papel de Danny Sullivan le daba un reto diferente. Tom Holland no lo pensó demasiado y asumió el papel con tanto compromiso que la búsqueda de los conflictos de su personaje tocó las fibras emocionales y las batallas propias del actor.

La miniserie, que se estrena 9 de junio en la plataforma de streaming AppleTV+, no es sobre una persona que decide ser el protagonista de un tiroteo, es más acerca de un joven que al ser conectado con el crimen y ser parte de interrogatorios con una psicóloga termina reviviendo sus traumas y conectando hechos de su vida que generaron un deterioro de su salud mental. Tiene algo de suspenso y drama.

En una entrevista para promover ese trabajo, el actor reconoció que durante el rodaje dejó de tomar bebidas alcohólicas e hizo a un lado las redes sociales, en un afán por encontrar una estabilidad y no sentirse tan vulnerable frente al medio que le profesaba amor incondicional, pero a la vez le exigía mucho y quería meterse en todos los detalles de su vida, tanto dentro como fuera de las cámaras.

«Aprender sobre la salud mental y su poder, además de hablar con psiquiatras sobre las luchas de Danny, ha sido un aprendizaje para mi propia vida», reveló para Entertainment Weekly, pero no fue un viaje tan placentero. El mismo Holland recalcó que en algún momento el nivel de identificación con su personaje fue muy fuerte.

«Me veía a mí mismo en él, pero en mi vida personal recuerdo haber tenido un pequeño colapso en casa y pensar: ‘Me voy a afeitar la cabeza. Necesito afeitarme la cabeza, porque necesito deshacerme de este personaje», recordó en la misma entrevista.

El gran reto que tiene ahora The Crowded Room es llamar la atención de muchos de esos fanáticos que se han dejado arrastrar por ese halo de luz brillante y divertido que les ha mostrado Tom Holland en la trilogía de Spider-Man que ha protagonizado. No será nada fácil, pues el traje ajustado de adolescente con poderes arácnidos está bien pegado a la emoción de millones que quizá no tengan intenciones de acompañar a su ídolo a un recorrido más oscuro de un adolescente desequilibrado.

Un giro inesperado

Pero el estreno de la serie coincide con un hecho crucial para el protagonista. Él anunció hace muy poco su retiro de la actuación.

Esa noticia sigue causando expectativa, quizá lo más insólito sea que algunos estén muy preocupados por el futuro cinematográfico de Spider-Man o hasta la relación del actor con su colega Zendaya, pero Holland les ha dado un cierto mensaje de alivio: “Creo que la saga tiene algunos de los mejores villanos del mundo de los cómics. Me encanta el personaje, amo a Spider-Man. Tendría suerte si vuelvo a ponerme el traje. Pero habrá que esperar y ver qué pasa”, afirmó en un anota del portal Screen Rant. Pero fue enfático en otra charla en reconocer que la suma de reflexiones y cambios en su vida iba a tener ese desenlace.

“Ahora me estoy tomando un año sabático, y eso es el resultado de lo difícil que fue hacer esta serie. Seguro que fue un momento difícil. Estábamos explorando ciertas emociones que definitivamente nunca antes había experimentado y, además de eso, ser un productor, lidiar con los problemas cotidianos que vienen con cualquier set de filmación, solo agregó ese nivel extra de presión. La miniserie me rompió. Llegó un momento en el que pensé: ‘Necesito tomarme un descanso’ ”.

Las primeras reacciones a la miniserie han sido positivas con el cambio de registro actoral de Tom Holland y han reconocido el trabajo físico y emocional del intérprete para darle forma a Danny Sullivan; al igual que el de Amanda Seyfried, quien interpreta a Rya Goodwin, la psicóloga clínica que quiere descubrir la verdad alrededor del crimen.

Sin embargo, las opiniones se han dividido acerca del desarrollo de la trama, que para unos parece esforzarse demasiado en sorprender a la audiencia y da muchas vueltas, mientras que otros reconocen el riesgo de asumir caminos que no parecen tan predecibles. Al final es interesante ver el cambio actoral de Holland en esta historia que, hasta ahora, podría ser la última del actor.


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