ENTRETENIMIENTO

La filarmónica de Berlín actúa sin público por el coronavirus

por Avatar EFE

El presidente alemán, Frank Walter Steinmeier, y el director ruso Kirill Petrenko ilustraron, desde una Filarmónica de Berlín sin público, los estragos de la pandemia del coronavirus en el mundo de la cultura.

«Todos queremos volver a sentarnos entre el público«, afirmó Steinmeier, en su mensaje de saludo y ante un auditorio vacío. El evento se realizó en ocasión del Concierto para Europa transmitido por la primera cadena de la televisión pública, ARD.

La pandemia ha obligado a dejar en suspenso conciertos y otros eventos culturales, recordó el presidente alemán. «Ahora sabemos cuánto los echamos de menos«, añadió Steinmeier, en alusión a la situación se vive en los auditorios de todo el mundo.

El Concierto para Europa de la Filarmónica de Berlín  iba a celebrarse originalmente en Tel Aviv, durante un viaje oficial del presidente alemán a Israel que también se canceló por el coronavirus.

En lugar de eso, se optó por ofrecer la actuación desde la capital alemana en formato de orquesta de cámara, para preservar la distancia interpersonal entre los músicos. El programa estaba integrado por piezas de Arvo Pärt, György Ligeti, Samuel Barber y Gustav Mahler.

Sin público y, por consiguiente, sin aplausos, el concierto se transmitió a varios países del mundo. Se trataba de un acto benéfico, en que los músicos renunciaron a parte de sus honorarios para destinar esos fondos a los niños refugiados en campamentos de Siria o Grecia.

Alemania es el sexto país del mundo más afectado por la pandemia detrás de Estados Unidos, España, Italia, Reino Unido y Francia. Hasta hoy, el Instituto Robert Koch, competente en la materia en Alemania, ha verificado 160.758 contagios y 6.481 muertos. Mientras que la cifra de pacientes recuperados se sitúa en 126.900.

La universidad estadounidense Johns Hopkins, con una actualización más dinámica, eleva los contagios a 163.009 y las víctimas mortales a 6.623.

No abrirán las salas de conciertos

El gobierno de la canciller alemana, Angela Merkel, implantó desde el principio de la pandemia medidas menos restrictivas que otros países. Mientras tanto se logró aplanar la curva de crecimiento de la epidemia, con una tasa de contagios de 0,76 %.

En las últimas semanas empezaron a relajarse algunas medidas, reabrieron los comercios pequeños o medianos, mientras que la hostelería y el turismo están paralizados.

Ayer mismo acordaron la canciller y los poderes regionales la apertura de museos, monumentos y otros establecimientos culturales. Los conciertos y otros grandes eventos seguirán sin poder celebrarse.