ENTRETENIMIENTO

La cara del presente se refleja en Casas muertas

por Avatar Crysly Egaña

— ¿El teatro siempre debe ser un espejo de la realidad?
— ¿Qué otra cosa puede ser?
Javier Vidal

Cuando Miguel Otero Silva terminó de escribir su segunda novela, Casas muertas (1955), no sabía si publicarla o quemarla. «Cada párrafo me costó penoso trabajo e innumerables tachaduras y enmiendas», le contó a Efraín Subero. Decidió publicarla por el entusiasmo que José Rafael Pocaterra mostró con los originales: la vida sencilla de un pueblo, el de Ortiz, estado Guárico; sus habitantes que viven del pasado, de lo que alguna vez fue y ya no será, incluso a los más jóvenes no les queda más que esas anécdotas porque en el presente solo están la precariedad y la enfermedad acechando en cada esquina. Un retrato de la Venezuela gomecista.

Una adaptación fiel al libro escrita por Jan Vidal Restifo llega al Centro Cultural Chacao del 23 al 26 de enero. Con la producción de Evelyn Navas y la dirección de Javier Vidal, 9 actores ofrecerán una historia que, como señala su director, «es una buena excusa para hablar del presente».

Protagonizada por Claudia Rojas como Carmen Rosa, cuenta con las actuaciones de Caridad Canelón como Carmelita; Wilfredo Cisneros como el padre Pernía; Vito Leonardo como el Coronel Cubillos; Theylor Plaza como Sebastián; Marielena González como la señorita Berenice; Jessica Arminio como Marta, y Sergio Malpica como Juan de Dios. Tanto el encargado de la adaptación como el director participan en escena como Feliciano y el señor Cartaya, respectivamente.

El montaje surgió por una petición que le hizo Evelyn Navas a Javier Vidal. Así, en mayo del año pasado comenzó el proceso de la adaptación. Jan estaba en Alemania cuando releyó la novela e hizo un primer borrador. Inició con seis actores, pero las faltas que encontraba en el guion le dieron las pistas que debía seguir para poder ofrecer una historia mucho más solida.

Aunque decidió mezclar personajes en uno solo, la obra permanece apegada al texto de Otero. «Piezas como esta no hace falta tocarlas», dice Vidal. «Creo que algunos de los textos tienen vigencia en esta llamémosla ‘Venezuela pospetrolera’ de esa ‘Venezuela prepetrolera».

En octubre formalmente empezaron los ensayos. Al principio no fue sencillo coordinar el horario de todos, algunos actores estaban a mitad de temporadas, pero se logró.

«Creo que llega en un buen momento. Presenta una pieza en la que gran parte de una juventud reciente ha tenido la oportunidad de leerlo y tiene la posibilidad de entusiasmarse con este montaje. Además, Miguel Otero Silva ha sido uno de nuestros grandes narradores, escritores, intelectuales de nuestro acervo cultural que no debemos olvidar, como tantos otros», expresa el director.

No es la primera vez que se realiza el montaje de Casas muertas. En abril de 1987 el Grupo Rajatabla llevó una gran producción de 40 actores a la sala Ana Julia Rojas del Ateneo de Caracas. La adaptación, firmada por Carlos Fraga, dirigida por Carlos Giménez y protagonizada por Elba Escobar, estuvo una temporada, durante todo el mes; más de 5.000 personas vieron la obra.


Casas muertas
Del 23 al 26 de enero
Centro Cultural Chacao
Jueves y viernes: 6:00 pm
Sábado y domingo: 4:00 pm
Entradas desde 232.000