La Berlinale cambiará de planes y renunciará a celebrar una edición presencial ante el empeoramiento de la pandemia de coronavirus en Alemania, que obligó a aplazar el festival de cine hasta marzo con un formato completamente virtual, según una exclusiva de la revista Variety.
El medio de información cinematográfica y el diario The Hollywood Reporter citaron el miércoles a fuentes cercanas a la organización que aseguran que se descartó completamente la celebración en persona. El anuncio oficial llegará a finales de esta semana, aseguran.
Además, la Berlinale aplazará sus fechas inicialmente previstas, del 11 al 21 de febrero de 2021, a otras al principio de marzo.
El evento paralelo a la muestra, el European Film Market (EFM), seguirá los mismos pasos.
Hasta ahora la organización barajaba un segundo plan para celebrar el festival en abril, pero finalmente se descartó porque las instituciones públicas alemanas que lo financian no quieren comprometerse a costos que rozan los 30 millones de euros (unos 36 millones de dólares) -según Variety-, sin tener certeza de cuál será la situación entonces.
Entre otras razones, el diario esgrimió que muchas salas de cine europeas esperan el arranque de la primavera para abrir sus negocios y no quieren alquilar sus espacios para eventos como este ante la hipotética llegada de grandes estrenos.
La Berlinale es uno de los principales festivales cinematográficos del mundo, y uno de los más tempranos, que anualmente acoge a películas e invitados de más de un centenas de países. El año pasado fue uno de los pocos que se organizaron en circunstancias normales, apenas unas semanas antes de que el estallido de la pandemia paralizara al mundo entero.
Otros encuentros, como el Festival de San Sebastián, la Bienal de Venecia o la Seminci de Valladolid se celebraron en verano y otoño con una edición que combinó el formato virtual con pequeños eventos en un aforo muy limitado y sin público, antes de que la segunda ola de casos volviera a cerrar Europa.