Alegre, dicharachero y muy profesional. Daniel Alvarado cantó gaitas e interpretó numerosos papeles en cine, teatro y televisión. Hasta el último momento de su vida se mantuvo activo y feliz en compañía de sus más cercanos afectos, indicó su familia, que informó este miércoles, a través de un comunicado, su repentino y trágico fallecimiento en Caracas, a los 70 años de edad.
Nació en Maracaibo el 12 de agosto de 1949 en un hogar conformado por nueve hermanos. Sus padres lo bautizaron como Dennys Daniel Alvarado Morillo. Pero para los venezolanos fue siempre Daniel Alvarado, ese que se ganó el apodo de “Negrito Fullero” por interpretar la canción homónima de Eurípides Romero con la agrupación Cardenales del Éxito. Porque es en la música, cantando gaitas, donde comienza su carrera.
Tenía 8 años de edad cuando entró a la agrupación Estrellas del Lago y más adelante formó parte de Caracuchos, El Trabuco Gaitero, Tropicales del Éxito y, finalmente, Cardenales del Éxito. Sin embargo, la actuación también estuvo presente desde que era niño. A los 9 años realizó su primera obra de teatro, La gallina de los huevos de oro, en su ciudad natal. Luego, a los 16, participó en Bertold Brecht cuando estudiaba en el Liceo Jesús Enrique Lozada.
Estudió Arte Dramático en Maracaibo y al cumplir los 20 años se mudó a Caracas para realizar una audición en la obra Venezuela erótica, de Pedro León Zapata. El primer papel en televisión lo consigue en La cruz de la montaña, pero no es hasta que interpreta a Mauricio Lofriego en La dueña (1984), que protagoniza con Amanda Gutiérrez en Venezolana de Televisión, que comienza a saborear el éxito y la fama.
“La primera producción en la que trabajamos juntos fue Resaca, del canal 8. Yo era pareja de Jean Carlo Simancas y él era el antagonista. Nos hicimos amigos de inmediato”, recuerda Amando Gutiérrez, aún en shock por la noticia.
Continua: “Después trabajamos en La dueña y andábamos juntos para arriba y para abajo todo el equipo: Carlota Sosa, Daniel, Mariela Alcalá… Trabajar con él era un placer porque era muy dicharachero, muy divertido, siempre con una buena nota, un chiste, un muy buen amigo y gran profesional, además”.
Con Gutiérrez también trabajó en Pecado de amor (1995), Toda mujer (1999), Mi prima Ciela (2007) y Calle luna calle sol (2009). Así, también se generó una amistad fuera de la pantalla, en la que escuchaban al cantante mexicano José José y compartían en patinatas.
“No nos veíamos desde el velorio de Roberto Lamarca, en 2017. De ese día tengo una anécdota divertida. Él estaba solo y yo también estaba y me dice ‘vamos a empatarnos, pero cada uno en su casa y somos novios’. Yo le dije: ‘Ah bueno, ok chévere’. Por supuesto, no lo hicimos, todo era una echadera de broma”, recuerda la actriz.
Agrega: “Lástima que se nos va en un momento como este, en el que no podemos despedirlo con los aplausos que se merece, con el cariño de todos sus compañeros y amigos. Quisiera recordarlo con alegría porque él era un hombre muy alegre, cariñoso, abrazador, muy muy querido”.
Trabajó en producciones dramáticas de RCTV, Venevisión, Televen y VTV, entre ellas La fiera, Mi gorda bella (2002) -en la que trabajó con su esposa, Emma Rabbe- y Cosita Rica (2003). En una entrevista dijo: “Cuando se hace una novela, por lo menos yo, trato de llegarle al público de una manera real”.
Y al preguntarle sobre su personaje en ese entonces, Juancho en Calle luna, calle sol (2009), respondió: “Durante mucho tiempo estuve esperando un personaje como Juancho, siempre interpretaba personajes con carácter fuerte, donde no podía transmitir lo que realmente es la sociedad actual; este personaje le da a la gente un poquito de reflexión sobre su vida. Con esta actuación he descubierto que sobran ‘Juanchos’ en este país. Juancho no es un hombre malo, simplemente es un hombre equivocado en la vida”.
Daniel Alvarado también hizo cine y participó en más de 20 películas. Entre ellas está Macu, la mujer del policía (1986), en la que interpretó a Ismael, un policía que se enamora de su hijastra. Está basada en la historia real del agente Argenis Rafael Ledezma. Dirigida por Solveig Hoogesteijn, es la tercera película más taquillera del país, con 1,1 millones de espectadores. La superan Papita, maní, tostón (2013) y Homicidio culposo (1984).
“Daniel venía de hacer la telenovela La dueña, en la que representó a un militar. En mi película interpretó a un policía que, a su vez, es un asesino. Y se enamora de una niña de 11 años, lo cual, por supuesto, presupone un cuadro psicológico muy particular. Era un personaje muy complejo, que se debía representar y yo necesitaba mucha interioridad, algo que se trabaja poco en la televisión y mucho en algún tipo de película”, cuenta Hoogesteijn.
Recuerda que también fue su aliado, pues la protagonista, María Luisa Mosquera, era una joven sin experiencia actoral. “Daniel fue un excelente actor y un gran apoyo en dirigir a esta joven que trabajaba por primera vez en cine. Él tenía una intuición maravillosa, con una gran espontaneidad. Logró una química maravillosa con el barrio Chapellín, donde filmamos la película. Cuando aparecí en el set con Daniel Alvarado el barrio entero, y sobre todo las mujeres, estaban a nuestros pies. Él era muy conocido, muy querido. Mi experiencia de trabajo con Daniel fue positiva de principio a fin”.
Entre su filmografía destacan Cangrejo II (1984), de Román Chalbaud, en la que compartió con Miguel Ángel Landa y Eduardo Serrano. También formó parte del elenco de Disparen a matar (1990) de Carlos Azpúrua, cinta que fue nominada a los Premios Goya.
En 1995 protagonizó Desnudo con naranjas junto con Lourdes Valera. Con guion de César Miguel Rondón y dirección de Luis Alberto Mata, obtuvo el premio como Mejor Actor en Festival de Biarritz-Francia y en el Festival Internacional de Sochi, Rusia.
Se casó tres veces. De una primera relación tuvo dos hijos: José Daniel y Luis. En 1978 se casó con la actriz Carmen Julia Álvarez y nacieron Daniela y Carlos Daniel. Estuvieron juntos 16 años. En 1998 se casó con Rabbe, con quien tuvo tres hijos: Daniel Alejandro, Diego José y Calvin Daniel.
De esta relación dijo en una entrevista: “El ser humano es un ser independiente, y yo creo que simplemente la pareja para mí es una compañera de viaje, al igual que yo lo soy para ella, así nos hemos mantenido y por eso llevamos tanto tiempo juntos”.