Karina es un ícono de los ochenta que, con pausas, cambios y nuevos estilos, se mantiene vigente. Su música ha acompañado a un consecuente público que cada día suma nuevos seguidores de distintas edades, tal vez no tan románticos, pero a quienes la intérprete de “Amor a millón” ha sabido conquistar con viejas y nuevas letras.
Después de varios intentos fallidos, regresó a Venezuela con una gira que le ha permitido disfrutar del país, reencontrarse con su público, recordar buenos momentos y revivir emociones.
Karina confiesa que tiene planes de regresar el próximo año al país y traer el espectáculo Venezuela es mujer, show en el que es la productora y además comparte escenario con Kiara, Diveana, Elisa Rego y Karen Martello.
—Realizó presentaciones en algunas ciudades de Estados Unidos después de la pandemia, pero tenía pendiente este tour. ¿Cómo describe su regreso a los escenarios de Venezuela? ¿Lo ve oportuno?
—El retorno a mi país ha sido algo que he anhelado mucho, estaba impaciente, ansiosa, tenía muchos sentimientos encontrados, me falta gente que amo. Vuelvo al lugar de donde soy; pero más que oportuno ha sido necesario, soy de las primeras que hace una gira ambiciosa, larga y bonita, con una banda, una gran producción, que le inyecta al país y a la industria una sensación de posibilidad, de que vienen cosas buenas, que se puede, que tenemos fe en el país.
La gente que todavía queda en Venezuela es importantísima, a pesar de que han sido tiempos difíciles, también hay que darles buena música. Es excelente y oportuno. La gratitud que recibo en las redes es inexplicable y hermosa, llenar todos los conciertos y que me llega la felicidad de tantas personas… Me he sentido increíble, es que no puedo describir tantas emociones. Estoy plena y contenta de llevarle a mi gente este show, me siento en gratitud constante.
—Todos los conciertos tienen un compromiso importante. ¿Cómo se prepara para el 4 de diciembre en Caracas, con el Ávila de fondo?
—Es un lugar maravilloso, primera vez que me voy a presentar en la Universidad Santa María, al aire libre y con ese lienzo perfecto que es el Ávila. ¡Qué más puedo pedir! Mejor imposible, un sueño hermoso que convertirá ese encuentro en una noche mágica e indescriptible. Estoy segura de que disfrutaremos mucho.
—¿Cuál ha sido la clave en su carrera para seguir en los corazones y recuerdos del público?
—La honestidad de mi música, de las canciones que interpreto. Soy apasionada y comprometida con mi arte, con mi público y conmigo, que es parte de la clave de seguir. Lo hago todo sin muchas expectativas por las reacciones, y siempre me sorprenden. Creo que lo estoy haciendo bien y siempre busco dar lo mejor de mí.
Sobre las plataformas
Para nadie es un secreto que Karina supo aprovechar muy bien su tiempo en casa durante la pandemia y las redes sociales se convirtieron en sus aliadas. Fue una ventana para llegar a muchos hogares y compartir un rato a través de sus exitosos Live. Todos sus seguidores esperaban fielmente a su artista todos los martes en la noche, para disfrutar de un rato con la cantante y sus músicos, así que se adaptó sin problemas a estos cambios.
—Siempre ha estado activa en las redes sociales, pero en pandemia mucho más. ¿Cómo considera que este tiempo y las bondades de estas plataformas sumaron a su vida?
—Más que un giro o complemento, me dieron la continuidad, porque seguir y estar, siempre es mi afán. No quiero desaparecer como hace muchos años y como tantas veces. En lo personal me dio compañía, y también se la di a muchas personas. Me reinventé, hasta hice cosas absurdas, como cantar karaoke, que algo fue muy divertido. Me dio la oportunidad de conectarme de una manera diferente y visibilidad en todas partes. En lo espiritual, es bonito hacer cosas chéveres y sentirse bien al final.
—La palabra influencer está de moda, algunos en realidad no lo son, pero se hacen llamar artistas. Influencers vs artistas, ¿qué opina sobre esto y cómo lo maneja para continuar vigente?
—Estar en TikTok no te hace ser artista, aun así, hay talentos nuevos que logran una visibilidad importante a través de las plataformas digitales, pero estar allí y hacer boberías no te hace merecedor de ese título. Ser influencer es un nuevo término, pero siempre ha estado presente.
Siento que en mis inicios yo fui influenciadora, con mi corte de pelo, mi forma de vestir, mis temas, en fin, muchas cosas que se dieron en esa época. Hoy hay otras plataformas y le dan este nombre, pero creo que yo he sido desde siempre icónica. Siento que es una nueva forma de decirle al mundo lo que hay y lo que haces; pero, por otro, lado hay mucha basura que ha encontrado una vía de exposición y que ha sido negativa para la industria del espectáculo.
Todos tienen la ilusión de que son algo por una bobería que hacen y no es así. También tiene muchas cosas positivas, como todo en la vida tiene esa dualidad.
—Bad Bunny es un influencer. Muchos aplaudieron sus comentarios sobre él, otros no tanto. ¿Qué consejo le daría? Y si le tocara compartir un evento o escenario, ¿qué le diría?
—Bad Bunny es un fenómeno innegable, no en vano es el primero en el mundo, es el que más vende, y no es de gratis, le ha tocado la fibra a millones de personas. Tengo mi opinión personal como lo expresé, que no es un gran compositor. Me encantaría hacer algo con él, no sé si sería aleccionarlo, decirle que aparte de este mundo vil, vulgar y grotesco, también hay un lugar elegante.
Podría ser una canción que él cante en su estilo y yo le diga que no, que tengo mi corazoncito, de verdad no sé cómo sería. Eso sí, jocoso, aleccionador y elegante, pero yo reconozco al género urbano y tiene su mérito.
La pandemia y la nueva normalidad de Karina
Karina escribió, cantó e hizo colaboraciones importantes durante los últimos años. El compromiso con la música es algo que siempre se ha tomado muy en serio.
—“Me quiero” es un tema que hizo reflexionar a muchas mujeres, pero todos la identifican con canciones de sus primeros discos. ¿Imaginó el impacto que tendría este single y la receptividad?
—“Me quiero” sin duda conecta, tiene una receptividad inmediata, es un despertar, un descubrimiento del primer amor, del deber ser, las cosas que uno sabe pero no aplica y es una declaración de amor directa. Nunca hago las cosas con mucha expectativa, simplemente las hago porque las creo y las siento, creo que eso también es parte de la honestidad de mi música y llega a cada persona, que es lo más importante para mí. Creo que lo logré.
—Hizo una colaboración con el cantante español Ramil. ¿Qué le hizo aceptar la propuesta y cómo fue la experiencia?
—Enrique Ramil es uno de los mejores cantantes que he oído y con más sentimiento. Él es un artista con una voz muy particular. Lo que más me llamó la atención, como siempre, fue la canción, interpretada por una persona de otra generación con una voz única. Es que lo tiene todo. La experiencia fue fantástica, sencilla, simple, pero con muchísima fe. Él es un amor de persona. Lo grabamos en el estudio de los chicos de SanLuis. Fue todo muy bonito, nos conectamos de inmediato.
—Prepara un lanzamiento con Yasmil Marrufo. ¿De qué trata y cuándo podremos escucharla?
—La pandemia me dio el tiempo de escribir con otros autores, es usual hacerlo, pero no lo había hecho hace mucho tiempo. Con Yasmil tuve la oportunidad de escribir una canción, de la que aún no puedo decir mucho. El lanzamiento va a ser en el primer trimestre de 2022, aún no sé si será la canción final, estamos en ese proceso.
—También prepara disco. ¿Qué puede adelantar?
—Sí, el próximo año vengo con muchos proyectos maravillosos, me tiene ilusionada. Espero ya tener más detalles a principio del año 2022, quiero hacer dúos musicales, temas propios. En fin, estoy organizándome con todo.
Entre afectos y reconciliaciones
Karina es familiar, cercana y muy honesta. Parte de su vida la comparte en las redes sociales, en programas especiales y más, pero ha tenido también momentos difíciles, que ha podido superar gracias al apoyo de sus seres queridos, y a la música. Muchas veces el público quiere saber lo que hay más allá de Karina cuando no está en un escenario o estudio de grabación, así que ella muestra al público su día a día, como bien lo dice la cantante «somos artistas, pero también sentimos, podemos ser inspiración para muchos en su lucha, así que me encanta mostrarme tal como soy».
—Su familia es su centro de vida. ¿Cómo lleva la relación con sus hijos? ¿Qué valoran compartir después de pandemia? ¿Qué les enseñó este tiempo?
—La pandemia, sin duda, nos dio mucho tiempo para compartir, soy muy de entregarme, de juegos, incluso viajamos un par de veces, nunca ha sido diferente. Nunca en mi vida creo, con ellos o sin ellos, me he quedado tanto tiempo en un solo lugar, me dio un sosiego y una calma.
Siento que a mis hijos los ayudó hacer una pausa y apreciar más de las cosas más sencillas, como cuando eran chiquitos. Nos dio más tiempo para compartir, incluso mi exesposo también se acercó mucho más tiempo a la casa, era más difícil por el trabajo, también mi hija ya no vive con nosotros, la muerte de muchos familiares, todo nos había afectado un poco, así que cada uno trataba de resolver sus problemas. Se sumó la separación de mi esposo. No fue fácil. Este tiempo nos dio unión, paz, mucha simplicidad, en lo simple está lo bonito.
Mis hijos son el centro de mi universo, pero también me dio la oportunidad de verme a mí, ese verse hacia adentro nos hizo bien a todos. Espero que les quede y no se olviden de eso. El mundo necesitaba esa pausa y espero que le sirva a toda la humanidad.
—Su exesposo siempre la apoya en la música, juntos o separados siempre ha estado de alguna forma. ¿Cambiaron al no vivir juntos o por el contrario ha renacido una reconciliación?
—Nosotros nos separamos físicamente hace más de tres años. El primer año fue muy difícil, pero él nunca me abandonó ni yo a él, siempre hemos sido maduros en eso y nos hemos querido mucho como personas, no convivimos como pareja pero siempre nos ayudamos. Él ya no toca en mi banda, porque tiene mucho trabajo, tiene un camino muy independiente, que lo celebro y aplaudo, y cuando puede está, y lo agradezco. Este tiempo nos sirvió para acercarnos, reflexionar y considerar una reconciliación. En eso estamos, en la negociación constante de la vida.
Las claves de Karina
—Tres palabras que definan este momento de tu vida en todos los ámbitos
—Tranquilidad, plenitud y renacimiento.
—¿Qué o quién la salva?
—La fe en mí.
—¿Qué valora de la gente sin máscara?
—La honestidad.
—¿Una canción que describa su vida?
—No se ha escrito.
—¿Un sabor o aroma que le recuerda su infancia?
—El olor de las panaderías de mi país.
—¿Su lugar ideal?
—El Ávila.