ENTRETENIMIENTO

José Antonio Mayobre: Sísifo comunicador

por El Nacional El Nacional

La labor de Mayobre

José Antonio Mayobre Machado (Caracas, 1942-2001) obtuvo la licenciatura en Artes en los Estados Unidos. Su formación académica crea una sinergia entre la economía y el periodismo que luego resultará muy pertinente en los estudios de comunicación en Venezuela. En 1969 recibe el Diploma World Press y en 1973 el Diploma en Estructuras Legales del Mercado Nacional de Capitales de la Escuela de Hacienda de Venezuela. Fue asesor ejecutivo en la Organización de Estados Americanos, en las Naciones Unidas (1966-1967) y en el Ministerio de Fomento (1974). Se desempeñó como columnista en el diario El Nacional (1968-1970), en Daily Journal (1969-1970) y en la Agencia Latinoamericana de Información. Trabajó como reportero en Cadena Venezolana de Televisión (CVTV, 1968), hoy en día, Venezolana de Televisión.

Docencia y gerencia de medios

Su experiencia académica conjuga la docencia universitaria, la gerencia de medios y el fomento de la investigación en comunicación. Profesor de Periodismo Analítico y jefe del Departamento de Periodismo en la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Católica Andrés Bello (1973-1977). Fundador de Eurolatinoamericana (empresa televisiva de programas educativos) y del Centro Internacional de Estudios en Comunicación y Desarrollo (Ciedesco). Estos son algunos de sus trabajos como especialista en políticas públicas de comunicación: Información, dependencia y desarrollo: la prensa y el nuevo orden económico internacional (1978); “La formulación de políticas de información” (1980); La labor de Sísifo: los intentos de reformar la televisión en Venezuela (1992); “La comunicación: ciencia u oficio” (1993).

Sísifo televidente

La Ciencia de la Comunicación en Venezuela se inicia en la década de los sesenta con el estudio de las influencias psicosociales, políticas y culturales de los medios masivos en la vida cotidiana. Al respecto, Mayobre señala:

“De muy especial importancia es el trabajo pionero del Profesor Antonio Pasquali con dos obras seminales: Comunicación y cultura de masas (1963) y el Aparato singular (1967). Pasquali parece ser el primero en Venezuela en tratar ampliamente y de manera crítica, pero en un contexto de estricta seriedad científica y académica, el tema de la televisión y sus efectos. Otro trabajo de suma importancia e igualmente pionero es el del Profesor Eduardo Santoro La televisión venezolana y la formación de estereotipos en el niño (1969). Una tercera figura de importancia en este período de iniciación del debate público sobre la televisión es la profesora Marta Colomina de Rivera, quien publica en 1967 El huésped alienante: un estudio sobre audiencia y efectos de las radio-telenovelas en Venezuela”.

La labor de Sísifo: políticas de comunicación

El profesor Mayobre se apoya en el mito de Sísifo para afirmar que los intentos de reforma de la televisión en Venezuela han sido infructuosos y que pese a ello el sector académico y la sociedad civil organizada siguen insistiendo en esa noble labor:

“Entre 1970 y 1982 se hicieron en Venezuela diversos intentos serios para reformar, al menos parcialmente, la estructura de los sistemas de televisión de Venezuela y hacerlos más acordes con la realidad y las necesidades del país. La mayoría de estos intentos fueron productos de estudios serios y tenían una clara base conceptual que les daban solidez teórica. En su formulación participaron importantes sectores de la vida política y eminentes representantes de la vida académica del país. Para 1987, la televisión venezolana continúa mostrando los mismos defectos y las mismas fallas que, veinte años atrás, denunciaran Pasquali y sus colegas. Como Sísifo, el reformista siente la frustración de parecer condenado a una labor de nunca acabar donde al estar a punto de alcanzar la cima pretendida todo se viene abajo y hay que comenzar de nuevo desde abajo y desde cero”.

Recordemos que hubo dos intentos de reforma de la comunicación masiva en Venezuela en la década de los setenta y noventa, respectivamente: el “Diseño de una nueva política de radiodifusión del Estado venezolano” y la propuesta del Comité por una Radio-Televisión de Servicio Público. Estos intentos no se consideran, a nuestro juicio, un fracaso sino un referente obligado a la hora de planificar la difusión pública con criterios democráticos.

El oficio del comunicador

¿Qué significa comunicar responsablemente? ¿Cuáles son los elementos de orden moral, deontológico y hasta axiológico que debe contemplar un comunicador profesional? Así responde Mayobre:

“El oficio del comunicador es transmitir información. Poner en común conocimientos, experiencias, ideas y opiniones que permitan a otros formarse una idea fiel y acertada de una o más realidades. Su papel asignado es el de intérprete de la realidad y en ese sentido, al interpretarla para quienes solo la conocerán a través de él, también la crea y, al crearla, la legitima. No basta que el comunicador sepa claramente cómo comunicar algo y cuáles son los instrumentos idóneos para hacer esa comunicación de manera clara y eficiente. De hecho, eso es tan peligroso como irresponsable si no se tiene una idea cabal de ‘qué’ se va a comunicar, ‘por qué’ se va hacer y qué posibles efectos tendrá esa comunicación sobre los receptores”.

P.D. José Antonio Mayobre es un experto en políticas públicas de comunicación. Su libro La labor de Sísifo: los intentos de reformar la televisión en Venezuela representa un texto vital para comprender las propuestas realizadas en el país con miras a reformar los sistemas de televisión nacionales. Esto ocurrió en los gobiernos de Carlos Andrés Pérez (1974-1978) y de Luis Herrera Campins (1979-1983). Para Mayobre: “Los medios de difusión masiva son a la vez fuente de formación y de educación continua. El niño y el adulto pasan más tiempo frente a esos medios que en posiblemente casi cualquier otra actividad. Y cada vez más son esos medios los que les fijan las pautas y les dictan patrones de conducta”. Mayobre insistía en que el Estado y los medios deben coadyuvar en el reforzamiento de valores ciudadanos y democráticos.