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Jorge Spiteri y la huella de un músico inquieto y transgresor

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Cantante, compositor, multiinstrumentista y productor. Pero Jorge Spiteri, quien falleció el domingo a los 69 años de edad, fue mucho más que eso.

El músico es una de las referencias del rock hecho en Venezuela desde la década de los años 60, cuando su paso por bandas como The Nasty Pillows, Los Buitres (que versionaba temas de The Beatles), Fantastic Guasacaca, Los Memphis y The Juniors lo consolidaron como uno de los pioneros del género.

El domingo en la tarde se supo la lamentable noticia: Jorge Spiteri fallecía en Carolina del Norte, Estados Unidos, solo tres semanas después de cumplir 69 años. ¿El motivo? Tenía cáncer de páncreas y no se sabe con exactitud cuándo se le diagnosticó.

Spiteri estuvo en Caracas poco antes de que se decretara el confinamiento para evitar la propagación del covid-19. En ese momento se fue a casa de su hermano menor, Miguel Antonio, en Carolina del Norte, comenta Gerardo Guarache, periodista y músico que formó parte de la banda de Spiteri por cuatro años.

En enero, el músico se presentó durante el bautizo del libro Rock Vzla 1959-2019 de Félix Allueva en el Banco del Libro. Allí compartió escenario con Wilmer Franco, ganador del Festival Nuevas Bandas 2019, Ensamble B11, Philipp Scheer y Los Choppers.

Soñador, innovador, inquieto, agradable y conversador. Así lo recuerda Gregorio Montiel Cupello, periodista y productor musical. “Jorge siempre fue un inquieto de la música y de los sonidos venezolanos. Recuerdo cómo hablaba de Simón Díaz, cómo le llamaban la atención sus tonadas”, dice mientras rememora con cariño que el disco Spiteri (1973) lo acompaña desde que tenía 14 años de edad.

El músico dividía su tiempo entre Caracas y Miami, cuenta Guarache, pues tenía algunos proyectos que quería desarrollar. Entre ellos reactivar el boogaloo, que consistía en tocar temas como “Day tripper” de The Beatles pero con elementos de salsa. “Jorge tenía muchas cosas andando y a veces se le quemaban los conejos en el horno. Era incansable y apasionado”, recuerda.

Guarache cuenta que a pesar de la brecha generacional, la amistad entre ambos era como si hubiesen nacido en la misma época. “Yo soy más joven que Jorge, el es de 1951 y yo del 82, podría ser mi papá, por ejemplo. Pero teníamos una amistad de jóvenes”, afirma.

Ensayos, presentaciones con Trino Mora y Henry Stephen como invitados y grabaciones en los estudios de Bolívar Films con Ilan Chester son algunos de los recuerdos que Guarache tiene de su experiencia trabajando con Spiteri. Sin embargo, hay uno que destaca. El día en que fue a su apartamento en Macaracuay  para entrevistarlo y, sin saberlo, terminó audicionando para él. “Conversamos y me contó la historia del disco de ‘La culebra’ (…) Al finalizar, empezamos a jugar con las guitarras y Jorge me pregunta: ‘¿Y tú tocas?’. Le dije que sí. Empecé a tocar un rock and roll y le gustó mucho, y después me pidió que cantara con él para ver si podía hacer voces. Al salir ya estaba convocado para un ensayo que fue a los tres días”, recuerda.

El músico aún recuerda su última presentación con Spiteri. Fue hace aproximadamente cinco años en un restaurante del Centro Comercial Bello Campo, en Caracas. Allí compartieron escenario con Rafael Chirinos en el bajo. “Él (Jorge) se iba de viaje a Londres y quisimos despedirnos tocando. Fue una noche muy linda, luego nos vimos un par de veces más, pero esa fue la última vez que tocamos juntos”, cuenta.

Pionero del rock nacional

Jorge Spiteri, nacido en Caracas el 2 de mayo de 1951, inició su carrera musical a finales de la década de 1960 con The Nasty Pillows, una banda de covers. Aunque para ese entonces solo versionaban canciones de grupos británicos o estadounidenses, el músico ya tenía esa vena de compositor, afirma Montiel Cupello. “Empezó a introducir una que otra pieza. Su hermano Charles tenía otro grupo que era más famoso en ese momento, Los Memphis, y cuando uno ve sus discos se encuentra con alguna canción de Jorge”, asegura.

En 1970, Jorge Spiteri decidió dejar Caracas con su hermano Enrique para mudarse a Londres con Charles, su hermano mayor. Allí fundaron la banda que llevaría por nombre el apellido de ambos. Al principio les tocó hacer oficios como lavaplatos y mesoneros. En sus tiempos libres tocaban en bares música latina, rancheras y boleros. Al poco tiempo lograrían grabar su álbum homónimo, conocido como “La culebra” por su llamativa portada. A partir de ese momento  empezó a consolidarse su carrera artística.

Montiel Cupello recuerda que en aquella época el rock venezolano vivió buenos momentos. Destacan Vytas Brenner, que hacía un rock con sonido venezolano, pasando por Gerry Weil, que estaba muy cercano al rock y hacía un jazz rock, hasta Spiteri, que hizo una fusión del rock con lo afrolatino. “En la música que hacía Jorge también había elementos de la naciente Onda Nueva de Aldemaro Romero y del folklore nacional”, recuerda.

Aunque la agrupación de Spiteri no duró mucho tiempo, le permitió conocer a muchos de los músicos que admiraba como Steve Winwood (Traffic), Alan Price (The Animals) o Bob Marley. Tiempo después fundó la banda Mañana, con la que pegó el tema “Amor (Is to Love You)” en 1980, y que Los Amigos Invisibles versionaron dos décadas después.

Sobre este tema, Julio Briceño, vocalista de la agrupación, recuerda que la banda conoció la música de Spiteri después de mucho tiempo, cuando su disquera les pidió hacer una canción en inglés para el disco Arepa 3000: A Venezuelan Journey Into Space (2000). “En ese momento no nos sentíamos cómodos componiendo en inglés, y Cheo (José Luis Pardo) fue el que propuso hacer esa canción, que fue un hit en Venezuela. En ese momento le dimos un renacimiento a ‘Amor (Is to Love You)”, dice el artista.

La banda conoció a Spiteri en un concierto en La Cuadra Creativa de Los Palos Grandes, que consiguió Irving Valdirio, manager de la agrupación en aquel entonces. Briceño cuenta que cuando llegaron al show Spiteri no conocía a la banda. Lo primero que les dijo fue: “Mira, chamo, se montan y tocan dos canciones, y si no me gustan se bajan”. Sin embargo, luego del par de temas, Spiteri pidió otros. Los Invisibles habían pasado la prueba.

“Después de ahí conectamos, porque vio esos primeros shows de los Amigos y sentía que teníamos conexión con el funk latino, bailable. Cuando grabamos ‘Amor (Is to Love You)’ estaba muy contento. Hicimos muchos conciertos en los que Jorge nos llamaba y se montaba con nosotros a tocar el tema. Merecía ese reconocimiento como compositor”, dice Briceño.

El cantante recuerda a Spiteri como un enamorado de la música, que la vivía y disfrutaba como un chamo. Años después, en 2017, José Rafael Torres viajó a Caracas para componer junto con Spiteri el tema “Sabrina”, incluido en el álbum Paradise que estuvo nominado al Grammy ese año. “Jorge sentía esa nominación como suya y nosotros estábamos encantados de que fuera así”, asegura.

“Jorge nos enseñó eso del artista sin ego, pana de todos, para hacer la mejor música. Hasta sus últimos días estuvo tocando y eso es un ejemplo a seguir”, agrega Briceño.

Además de músico y compositor, Spiteri también se desempeñó como productor: produjo el primer disco de Yordano, Negocios son negocios (1982). También dirigió el departamento musical de RCTV en 2002.

Su carrera artística también le dejó algunos reconocimientos como el Premio al Mejor Productor del Año por la Fundación Casa del Artista y una Mención Honorífica en la categoría Música Latina por el tema “Qué se supone”, en 1994. Además, en 2012 le otorgaron la Mención Icono del Rock Nacional de los Premios Union Rock Show, y en 2015 recibió, en la 4ª edición de los premios AirEuropa LUKAS (Latin UK Awards), un reconocimiento por su trayectoria artística y su papel como pionero de la música latina en Gran Bretaña.

Spiteri grabó cuatro discos. Un álbum homónimo como solista en 1973 y los otros tres junto con las bandas Los Buitres y Los Memphis: Los Buitres (1989), Historietas (1991) y Los Memphis (1969).

“Creo que un compositor nunca se plantea cómo hacer las cosas, solo salen. Spiteri siempre mantuvo los elementos latinos en su vida, de alguna u otra manera. Todos tenemos un buen recuerdo de Jorge, porque era un tipo simpático y buena onda”, finaliza Montiel Cupello.

@arianyabp

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