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Jorge Enrique Abello, Don Armando, sobre escenas de Betty, la fea: “Fue un verdadero infierno”

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Jorge Enrique Abello fue el protagonista de Yo soy Betty, la fea, junto con la actriz Ana María Orozco. La telenovela, como bien es sabido, se convirtió en un fenómeno mundial y catapultó la carrera de muchos de los involucrados con el proyecto.

Pero, como todo, también hubo experiencias negativas que permearon el éxito de la telenovela.

Abello cuenta con una sección en su canal de YouTube, llamada Yo soy así, en la que cuenta historias y generalidades sobre su diario vivir al momento de grabar la serie, hace más de 20 años.

Durante el último video de su canal, decidió explorar ciertas dificultades que se le presentaron al momento de interpretar al interés romántico de Betty, la protagonista.

«Hoy vamos a hablar sobre el capítulo que yo recuerdo como el infierno de Ecomoda. Sí, así como lo oyen, el infierno. Digámoslo de alguna manera: grabar en la sala de juntas de Ecomoda en el estudio era el infierno», dice el actor.

«Les voy a contar por qué», señaló. De acuerdo con Abello, la fidelidad a la realidad que se le quería imprimir a Yo soy Betty, la fea generó dificultades para él y para otros actores, que debían aprenderse complicados diálogos al respecto.

«Fernando Gaitán, nuestro escritor, quiso que hubiera una realidad en cuanto a todo lo que se estaba hablando del mercado, de la industria de la moda y de todo el aspecto financiero. Era muy importante para los espectadores, especialmente los que conocen la industria, que supieran que lo que estaba pasando contenía verdad», fueron sus palabras.

Así las cosas, para narrar uno de los motores que sostenía la trama principal de la telenovela, la tramoya contable de Don Armando que termina dejando en quiebra a Ecomoda, era necesario que Abello entendiera en qué consistía el plan de negocios que proponía su personaje.

Verosmilitud

«Yo tenía tan solo 29 años. Solo había estudiado actuación, literatura, comunicación, dirección y artes. No tenía ni idea, como hoy sí la tengo, de qué son las finanzas, de cómo funciona la economía, de que la administración; así que estaba hablando en chino avanzado. Pero, me lo tenía que aprender y tenía que decirlo exactamente como estaba en el libreto», explica Abello en el video.

Todo debía ser perfecto. Una palabra mal dicha podría destruir la verosimilitud que se quería lograr con la trama contable del programa. El actor pasaba horas durante la noche aprendiéndose los parlamentos que describe como complejísimos.

Eso sí, tenían un personaje atenuante que era María Beatriz, quien llegaba a las reuniones y rompía con el esquema serio y de cifras, dando un respiro a la atención al detalle. También se unía con la espontaneidad de Hugo Lombardi y construían escenas más dinámicas de grabar y de ver.

Abello aclara que fue una experiencia enriquecedora. Además, recalca que esa es la vida de los actores, y más en la televisión a raíz de la inmediatez.

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