Es la película de la que más se ha hablado este año. Y este viernes llega a las salas del mundo.
Joker, la propuesta vanguardista de Todd Phillips (¿Qué pasó ayer?, 2009), ofrece una mirada muy distinta al universo de los superhéroes.
La película es, quizá, una de las producciones de DC que más público llevará a las salas, que ya ganó el León de Oro en el Festival de Cine Venecia, que recibió una ovación en el Festival de Cine de Toronto y cuyo protagonista, Joaquin Phoenix, es, desde ya, uno de los candidatos para alzarse con el Oscar como Mejor Actor.
El filme cuenta la historia de Arthur Fleck, un hombre enfermo que intenta hacer carrera como comediante. Sin embargo, no es Ciudad Gótica, una sociedad viscosa que ignora y maltrata a personas como Fleck, donde podrá hacer sus sueños realidad. La frustración y el desespero van transformando las actitudes del payaso y sus decisiones lo llevan a convertirse en el sociópata enemigo de Batman. El verdadero protagonista del filme.
La película es también una crítica a la sociedad que juzga al enfermo mental, al que no le presta ayuda, y que tiene que vivir en un ambiente de corrupción y delincuencia, con políticos ineficientes y ciudadanos de moral pobre.
Phillips se esforzó en recrear un ambiente adecuado para que el espectador logre crear empatía con el protagonista, al punto de sentirse en sus zapatos. Y es quizás esto lo que desató fuertes críticas contra la cinta, que ha sido tildada de incitar a la violencia. Sin embargo, no se intenta convertir en héroe al personaje; al contrario, queda claro que la intención es mostrar cuán peligroso puede ser un enfermo mental si es marginado. “Acusar a una película de glorificar la violencia es absurdo”, dijo ya Joaquin Phoenix.
La de Phoenix es la mejor interpretación de su carrera. El tres veces postulado al Oscar, que rebajó más de 20 kilos para lograr mejores movimientos del personaje, logra una interpretación convincente, dramática, con carcajadas perturbadoras. Para lograrlas, confesó, vio videos de personas que sufren de “risa patológica”.
El actor se va moviendo en el cuerpo de Fleck, con gran habilidad, logrando la versión más humana del personaje. Resulta difícil comparar las interpretaciones del guasón, cuando se trata de representaciones tan diferentes de una misma figura: Jack Nicholson entregó a Tim Burton un Joker más caricaturesco, mientras que Heath Ledger, en Batman: The Dark Knight (2008), dio vida a un agresivo y calculador sociópata.
La película narra una historia completamente nueva. Y aunque se trata de un personaje del que se han hecho numerosas versiones desde sus comienzos (el primero apareció en el comic de 1951, Detective Comics 168), este puede ser considerado uno de los mejor desarrollados. No solo se explica cómo se inició en la vida delictiva (como sucede en la novela gráfica La broma asesina, de Alan Moore), sino que se la da un contexto más amplio a su desarrollo.
Además de la resaltante figura de Phoenix, la producción cuenta con las actuaciones de Robert De Niro, en el papel de un presentador de televisión; Zazie Beetz, como el interés amoroso de Fleck, y Brett Cullen, que interpreta a un Thomas Wayne, que aparte de ser el padre de Bruce, quiere ser alcalde.
Como si lo estético no fuera suficiente, la cámara, con movimientos sutiles, transmite la perspectiva del protagonista, acentuando sus momentos de locura y ansiedad. Para destacar, son las herramientas de las que el director se vale para crear giros argumentales y que estos sean creíbles.
Si bien la película de Warner Bros, hasta los momentos, está fuera del Universo compartido de DC, y Phillips explicó que no se había basado en los comics, ciertamente no está exenta de sus raíces.
Joker no es una obra hecha exclusivamente para los amantes del cine de superhéroes; es más, su naturaleza la convierte en uno de los proyectos más particulares y atrevidos dentro del género.
Las críticas, que destacan la original interpretación de Phoenix, han sido más que favorables. The Hollywood Reporter afirmó: “Esta es la película de Phoenix, y la construyó con locura, por momentos lamentable y temible, con una actuación que no es cosa de risa. No es por desacreditar la visión imaginativa del director-escritor y su equipo, pero Phoenix es la fuerza principal que hace de Joker una entrega distintivamente vanguardista en el complejo industrial del comic de Hollywood”.
@yendersonsan41
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