Si algo ha prometido la película Joker de Todd Phillips a los fans es que será muy distinta a cualquier otra adaptación de cómics.
Joaquin Phoenix asume el papel del payaso en su versión más oscura y retorcida hasta la fecha. ¿De dónde ha sacado el actor la inspiración?
Phoenix es uno de los intérpretes que más en serio se toma sus roles.
No hay duda de que la película Joker, que tendrá calificación R para adultos y que ya gana elogios meses antes de su estreno, no ha sido una excepción en su carrera. En una reciente entrevista concedida a la publicación italiana Il Vernerdi, el intérprete ha dado una perspectiva de hasta qué punto se ha tomado en serio su trabajo.
«Vi videos de personas que sufren de risa patológica, una enfermedad mental que hace que la mímica sea incontrolable», explicó el actor, refiriéndose a la enfermedad de la risa o el llanto, caracterizada por un «umbral patológicamente más bajo para exhibir la respuesta conductual de la risa, el llanto, o ambos».
Es decir, el intérprete basó parte de la construcción de su versión del Joker en videos de pacientes que sufren este extravagante trastorno, que bien lo podría haber padecido el propio archienemigo de Batman.
Si Joker se caracteriza por algo es por su variada amalgama de enfermedades mentales, que van desde la psicopatía al trastorno límite de la personalidad. Y parece que Phoenix ha decidido construir su personaje de la forma más realista posible.