El bailarín español Joaquín Cortés recibió el alta médica después de sufrir un desvanecimiento mientras jugaba con sus hijos: «Ha sido algo inesperado, algo surrealista, pensé que tenía gripe y casi me muero».
A la salida del hospital de La Princesa de Madrid, donde permaneció una semana ingresado, Cortés indicó que llegó a emergencia con «muy poca saturación de oxígeno en sangre». Dejó el centro pero tendrá que someterse a más exámenes. «No tengo el alta definitiva, aún me quedan pruebas, los médicos están averiguando qué es lo que tengo», añadió el bailarín.
«No he fumado en mi vida, soy un deportista de élite y apenas he bebido alcohol, solo alguna copa de vino en alguna comida», explicó Cortés.
Pese a llevarse un «susto tremendo», el bailarín aseguró que los médicos le hicieron «una ITV completa» y le dijeron que tiene «una edad biológica de 20 años» y que es «un portento físico». Aún así, la hospitalización le sirvió para descubrir que es asmático desde pequeño y que el baile le ha servido de «antídoto» para esta dolencia.
«El baile me ha salvado y me seguirá salvando; espero durar unos cuantos años más y llevar la cultura española por todo el mundo», manifestó Joaquín Cortés ante los periodistas.
«He vuelto a nacer», recalcó el artista, quien ya piensa en volver a las tablas. A mediados de julio inicia una nueva gira en en Nueva York, con la que paseará su espectáculo Esencia por varios países del mundo. Aunque admitió que antes debe recuperarse completamente: «No puedo hacer el bestia, tengo que estar un par de semanas tranquilas para recuperar mis pulmones al cien por cien».