El poeta catalán Joan Margarit es el ganador del Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes 2019. Este jueves, el ministro de Cultura y Deporte de España, José Guirao, reveló el nombre del homenajeado, quien recibirá 125.000 euros.
Para este galardón aspiran todos los escritores en lengua castellana, con independencia de su nacionalidad, ya que se le brinda reconocimiento a su obra literaria. En la edición pasada, la ganadora fue la poeta uruguaya Ida Vitale.
Poeta de “honesta intensidad”, de palabras libres que suenan en español y catalán. Así es Joan Margarit, un arquitecto de formación que ha construido castillos de versos desde los que ha transmitido su pensamiento, vida y ética en poesías convertidas en odas a la belleza de las relaciones humanas.
Defensor del catalán
Es un poeta que se ha caracterizado por su defensa pública del catalán. “La única lengua o una de las pocas lenguas cultas sin Estado que existen”, señaló hace tan solo 10 días al depositar su legado en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes.
“Soy un poeta catalán pero también castellano, coño”, indicó Margarit. Recordó que la dictadura le impuso el castellano “a patadas”. Pero “no lo pienso devolver ahora”, agregó.
Este escritor minucioso tarda meses en acabar sus poemas. Empezó escribiendo en castellano, pero a partir de 1981 comenzó a publicar solo en catalán. Desde finales de los noventa hasta hoy trabaja con ambas lenguas.
Y lo hizo ya en su madurez porque, según afirma, no conoce un solo poeta en la historia de la humanidad que haya escrito en una lengua que no sea la materna. La suya es el catalán, “pero después hay poemas que surgen en castellano, pero no son nunca una traducción”, aseguró.
Un biligüismo que le ha convertido en el poeta vivo más leído, y uno también de los más premiados porque también este año, siete meses antes de ser galardonado con el Cervantes, también se hizo con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, el más importante galardón de poesía en español y portugués.
Belleza, verdad y cultura
Para Margarit (Sanaüja, Lleida, 1938), la belleza es la antesala de la verdad. Tal afirmación se vuelve certeza al leer sus poemas, esos que se convierten en herramientas minuciosas y exactas para entrar en la retina y clavarse en el corazón para hacer una cura ante el caos del día a día.
Por eso siempre se ha mostrado partidario de no parar nunca de trabajar. Según él, de ir a lo fundamental, de huir de lo grosero, de las frases hechas. Por eso no se ha escondido nunca cuando en la conversación sale el conflicto catalán, donde es una de las pocas voces que saca la palabra cultura como medicina curativa.
Así lo demostró en su poemario Un hivern fascinant (2017), en el que apostó en este conflicto por la inteligencia y la autocrítica. Se muestra desconfiado de la manipulación de las masas. Por eso usa la “belleza lírica de su lengua catalana”, como asegura, para advertir de los riesgos de los tópicos que utilizan los políticos para sus propios intereses.
“Si un político te habla de rumbo, vigila la cartera, y el rumbo o el futuro mejor son de esos tópicos con los que se manipula fácilmente a las personas en su juventud. Los tópicos son caminos por los que la gente pasa”, señaló durante la presentación de esta obra.
Con sus ya 81 años de edad, más de ocho décadas le convierten en uno de los más veteranos en la lista de ganadores del Cervantes. Su poesía se podría resumir en tres palabras -a riesgo de quedarse corto-: belleza, verdad y cultura. Tres conceptos que defiende porque lo demás “son cuentos”.
“Puedes ir a ver un partido de fútbol y estar allí dos horas emocionado, pero lo olvidarás al cabo de un tiempo. Mientras que una exposición de un buen pintor expresionista, una sonata de Beethoven o un buen poema se quedan siempre dentro”, asevera.
Poeta galardonado
Margarit se dio a conocer en España en 1963 con el libro Crónica. A lo largo de su carrera ha compaginado su labor de poeta con la de catedrático de la Universidad Politécnica de Cataluña. El recién galardonado con el Cervantes ha recibido numerosos reconocimientos, entre ellos el Premio Nacional de Poesía en 2008 y el Premio Rosalía de Castro, así como el Jaume Fuster en 2016.
En Chile obtuvo también el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda en 2017, y en México, el Víctor Sandoval de Poetas del Mundo Latino en 2013, entre otros.