En la década de los 90, Jason Priestley saltó a la fama como uno de los protagonistas de Beverly Hills 90210 interpretando a un veinteañero Brandon Walsh.
Hoy, a sus 51 años de edad, el actor tiene mayor afinidad ya no por personajes buenos como el que hasta hoy es su trabajo más famoso, sino por ser el malo de la historia, como lo hizo para la franquicia de Lifetime basada en la obra de la escritora Virginia Cleo Andrews.
Jason interpreta a Tony Tatterton en la saga Casteel, personaje que define como sociópata y alcohólico, donde además se tocan temas como el incesto.
«Encuentro más retos en interpretar papeles como este, ciertamente los hay en chicos buenos como Brandon pero tiene mucho más alguien como Tony; encontrar formas de hacer que un personaje como él siga siendo agradable para la gente aunque haga cosas cuestionables», dijo en conferencia de prensa.
«Como actor tienes que amar al personaje que interpretas y recordar que hay mucha gente como ellos que, aunque hace cosas desagradables, piensa que es lo correcto y puede justificar sus acciones. Debes entender la psicología detrás de lo que hacen».
Las sagas Casteel y Flores en el ático estarán disponibles a partir del 1 de julio en el sistema streaming del canal Lifetime; el próximo 17 julio, cuando se estrene la primera cinta de la saga Landry, también basadas en la obra de la escritora Virginia Cleo Andrews.
Más que un actor
Además de su labor en la pantalla, Priestley dirigió una de las cintas de la saga Casteel (Corazones caídos) y fue productor ejecutivo de otras (Telaraña de sueños y Las puertas del paraíso).
Al respecto, recordó que ya desde la época de Beverly Hills 90210 había probado suerte detrás de cámara.
«Ciertamente nos divertimos mucho haciendo ese programa, era un gran lugar para ir a trabajar todos los días, tan divertido como se veía en televisión», contó.
«Comencé en la tercera temporada, cuando terminamos la serie había dirigido más episodios que los demás directores a excepción de uno. Estuve ocupado detrás de cámara y comencé a ser productor ejecutivo, fue una gran oportunidad de convertirme en mejor actor y tomar ventaja de lo que me dio».