La directora de El piano, Jane Campion, entregó el León de Oro honorífico a Roberto Benigni en la ceremonia de inauguración de la edición 78 de la Mostra de Cine de Venecia y destacó su talante cómico, esperanzador y sincero: «Eres un milagro», dijo.
Aunque se ha dicho de él que es un optimista, para Campion el director de La vida de es bella es más qué eso: «Sabe que pasan cosas insoportables, pero también de la importancia de creer en milagros».
Un guiño a la película más conocida de Benigni (Castiglion Fiorentino, 1952), una tierna historia en medio del Holocausto escrita, dirigida y protagonizada por él mismo y que le valió numerosos premios en todo el mundo, entre ellos tres Oscar.
En una ceremonia a la que asistió el presidente de la República de Italia, Sergio Mattarella, Benigni subió al escenario emocionado y con «un sentimiento de amor y gratitud inmensos».
«Esperaba recibir un gatito, pero un león… es el premio más prestigioso y luminoso con que puedes soñar», afirmó. Se lo dedicó a las personas que le ayudaron en sus inicios en el mundo del espectáculo. «Yo vengo de una familia de una pobreza aristocrática y ha sido mucha gente la que me ha ayudado», recordó.
También a todos los directores con los que ha trabajado entre los que mencionó a Bertolucci, Costa Gavras, Jim Jarmusch, Fellini, Blake Edwards o Matteo Garrone. Pero por encima de todo lo ha querido compartir con su mujer, la actriz Nicoletta Braschi, con quien asistió a la gala.
«Ni siquiera quiero dedicarle este premio, porque el premio es suyo. Nicoletta, sólo conozco una forma de medir el tiempo: contigo y sin ti», declaró.
Durante la ceremonia se presentó oficialmente a todos los miembros del jurado de esta edición del certamen, presidido por el coreano Bong Joon-ho, que se confesó emocionado como cinéfilo por poder ver las 21 películas que compiten en la sección oficial, empezando por el filme de inauguración, Madres paralelas, de Pedro Almodóvar.