La filóloga y escritora española Irene Vallejo inauguró el miércoles la Feria Internacional del Libro de Bogotá (FILBo) con una oda a la lectura, «un logro de una trascendencia milenaria», y a la escritura y todos los lugares a los que las letras nos pueden llevar gracias a «las pisadas negras que son las letras».
En una demostración de su maestría para el lenguaje, Vallejo pronunció un discurso, casi un poema, con el que dejó sin palabras al público sobre la historia de la lectura, de la escritura, y del arte inspirado en su éxito mundial El infinito en un junco.
«No hemos nacido lectores, hemos llegado a serlo (…) aunque de alguna manera ya leíamos antes de leer», dijo la española frente a los presidentes de Colombia, Gustavo Petro, y brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ya que Brasil es el invitado de honor de esta edición de la FILBo.
El relato de una joven que inventó la pintura para atrapar el contorno de su amante con el fin de conservar su recuerdo fue el punto de partida de la apología que le siguió: como «durante la mayor parte de nuestra historia las palabras se escapaban de nuestros labios y no existía nada para retenerlas» y como «los creadores de alfabetos tuvieron que enseñarse a leer a sí mismos, tuvieron que ser maestros y discípulos».
«La lectura modificó nuestra capacidad para pensar (…) es un dique frente a la destrucción (…) la escritura nombra, atrapa (…) nos ancla en una bahía tranquila rodeado por el caos», continuó la aclamada escritora española, quien no se olvidó de mencionar la literatura colombiana de autores como Gabriel García Márquez y Arnoldo Palacios, así como el centenario de la novela La vorágine, de José Eustasio Rivera.
«Aprender a leer nos parece un suceso rutinario porque ocurre cada mañana en las escuelas (…) pero es un logro de una trascendencia milenaria», concluyó Vallejo entre fervorosos aplausos.
Brasil en la FILBo
Brasil y la naturaleza son los ejes temáticos de la edición XXXVI de la FilBo, que recibirá visitantes hasta el 2 de mayo. Junto a Vallejo, también la escritora brasileña Luciany Aparecida, reconocida por su obra Mata Doce, tuvo una participación especial en la apertura de la feria.
La delegación brasileña a la FilBo incluye más de 50 escritores, además de libreros, bibliotecarios, editores y agentes literarios, entre otros actores de la industria editorial, que convergerán en un pabellón de 3.000 metros cuadrados, en el que habrá una librería y una muestra gastronómica.
Este espacio también tratará de que los visitantes logren sumergirse en los biomas y la cultura del país amazónico que comparte esa riqueza natural con Colombia.
Otro de los ejes de la participación brasileña será el Ciclo Afro, que tendrá lugar del 22 al 27 de abril y en el que se realizarán conferencias sobre las narrativas y experiencias afrodescendientes.
El eje programático de la feria es «Lee la naturaleza», pues además de la participación de Brasil y la unión con Colombia por la Amazonía, este año se conmemoran los 100 años de La vorágine.
Por esa razón, la feria contará con ejes temáticos relacionados con la Amazonía, las plantas, el medioambiente y los saberes ancestrales, así como con el territorio, la muerte y la inteligencia artificial.