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La ira de Narciso: una reflexión sobre la banalidad

Rossana Hernández dirige la obra protagonizada por Gabriel Agüero. Un texto del dramaturgo uruguayo Sergio Blanco que sigue a Sergio, un profesor de Filología que va de la rabia al placer, de la duda a la compresión, de la vida a la muerte

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Las historias se cuentan, usualmente, de manera cronológica. Más aún cuando se trata de viajes.

¿Pero qué ocurre cuando no hay orden lógico y los personajes pasan por un proceso de disociación?

Rossana Hernández dirige La ira de Narciso, obra que cuenta la vida de Sergio, encarnado por el actor Gabriel Agüero. Un texto escrito por el dramaturgo uruguayo Sergio Blanco que se presenta bajo un formato que ha impuesto: la autoficción. El Espacio Plural del Trasnocho Cultural es el escenario en el que la música de David Bowie y un dinámico juego de luces conducen al espectador por las experiencias del personaje, también autor.   

Sergio, profesor de Filología, es invitado a una universidad en Liubliana, Eslovenia, donde ofrecerá una ponencia sobre el mito de Narciso y su relación con la creación artística. Una vez que llega al hotel, se encuentra con una habitación con manchas de sangre  en la alfombra. Ante la intriga, se propone descubrir qué ocurrió. Mientras indaga, también cuenta lo que ha vivido durante una semana en la ciudad. Hasta que Sergio se encuentra con su trágico fin y Gabriel Agüero regresa al presente para explicar lo que le sucedió al profesor.

La ira de Narciso tiene una estructura muy interesante: la creación y la mirada del artista comparado con la mirada de Narciso, un hombre apasionado por sí mismo. Eso me parece fascinante y brillante, es una característica que he observado en todos los textos del autor. Además, tiene ciertos aderezos de thriller policial y mucha carga sexual. Siento que estuvimos en un patio de juegos donde no teníamos reglas”, comenta la directora.

El proyecto comenzó a gestarse el año pasado. Pero fue a partir de marzo que empezó el montaje. “No imaginé a nadie más para representar este complejísimo personaje. Sabía que Gabriel lo haría de manera estupenda. Además, sé que todo el equipo disfrutó durante estos meses: jugamos mucho con el texto y nos sentimos contentos con el resultado”, dice Hernández sobre la elección de su protagonista.

Agüero, dice, se entregó a la sensibilidad de las palabras de Blanco, así que no fue necesario construir un personaje, destaca. “Sergio lo exige al principio de la obra. Dice que no la actúes sino que la narres como una historia; de esa manera, la audiencia y yo haremos un viaje por la vida del profesor juntos. Quiero que el público salga con una sensibilidad parecida a la que Narciso sintió cuando se enamoró de sí mismo”.

Esta obra explora la vida de un hombre que se ha ido muy lejos de casa. Durante una intensa semana experimentará situaciones inesperadas que lo llevarán de la ira al placer, de la duda a la compresión, de la vida a la muerte.

Un texto que critica la banalidad e invita al espectador a cuestionarse a partir de reflexiones y movimientos corporales que expresan el mundo interno de Sergio.

“Espero que cuando la gente salga de la sala  pueda atravesar la experiencia visual, emotiva y psicológica del personaje. Queremos que se emocionen como lo hicimos nosotros, que se diviertan y se hagan preguntas. Una invitación a sentirse tan libres como lo hacemos nosotros a través del teatro”, finaliza Rossana Hernández.

La ira de Narciso

Espacio Plural

Del 28 de junio al 4 de agosto

Viernes, 7:30 pm

Sábado y domingo, 7:00 pm

Entrada: 20.000 bolívares 

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