Tras más de diez años de instrucción, el juicio por el colapso de un escenario para un concierto de la cantante Madonna en 2009 en Marsella se abrió este miércoles ante un tribunal de esta ciudad del sur de Francia.
Dos técnicos -un británico de 23 años de edad y un francés de 52 años- fallecieron cuando el 16 de julio de 2009 se desplomó el techo del escenario que estaban instalando en el estadio Vélodromo, del Olympique de Marsella, donde la reina del pop tenía previsto dar un concierto tres días después.
Ocho obreros resultaron heridos, entre ellos uno que se suicidó dos años después.
Llamaron al estrado a 11 acusados, incluido Live Nation France 2006, organizador del concierto, y su directora Jacqueline Bitton, y Edwin Shirley Group (ESG), la compañía inglesa propietaria del escenario.
El tribunal desestimó, al inicio de la audiencia, las mociones de postergación presentadas por los abogados defensores argumentando la crisis de salud del covid-19.
La presidenta del tribunal, Marie-Pierre Attali, subrayó «la necesidad de prestar atención a las partes civiles y a sus familiares, que realmente necesitan que este juicio se lleve a cabo», sobre todo porque «la crisis sanitaria está lejos de haber terminado y las condiciones para un juicio no serán necesariamente mejores dentro de seis meses o un año».
Madonna, que debía presentarse en Marsella en el marco de su gira mundial Sticky and Sweet, declaró que estaba «consternada» por lo sucedido y anuló su representación.
El juicio terminará el 16 de octubre.