ENTRETENIMIENTO

Incierto el panorama para el gremio cinematográfico en el país

por Avatar Grace Lafontant

El 22 de noviembre Nicolás Maduro anunció que diciembre sería un mes de flexibilización total. Esto significaba que 53 sectores comerciales se reincorporaban a la dinámica diaria.

Pero cines y teatros no figuraron en las excepciones. Desde marzo, las salas y escenarios han permanecido cerrados debido a la pandemia de covid-19. Sin embargo, la Asociación Venezolana de Exhibidores de Películas espera una respuesta positiva de las autoridades sobre un pronto regreso a las salas.

Abdel Güerere, presidente ejecutivo de la Asociación Venezolana de Exhibidores de Películas (AVEP), explica que el primer contacto que tuvieron con el Ejecutivo Nacional fue el 18 de noviembre cuando se llevó a cabo una reunión entre representantes de la industria del entretenimiento con los ministros de Cultura y Salud del régimen de Nicolás Maduro. Allí manifestaron sus opiniones e inquietudes. Posteriormente, todo lo discutido en el encuentro sería revisado por el ministerio de Salud para crear un protocolo que debía ser aprobado por el despacho presidencial. Desde entonces, no han obtenido respuesta.

La AVEP creó un protocolo de bioseguridad en junio de este año, pero, asegura Güerere, no ha podido ser implementado. Además, desconocen el contenido de las directrices que establecerá el régimen. «No sabemos cuán cercano o distante pueda ser el anuncio de la reapertura, esperamos que sea pronto. Nosotros dimos nuestra opinión, escuchamos al ministerio de Salud y estamos a la espera definitiva. Necesitamos las directrices, las condiciones que imponen, para determinar la sustentabilidad del sector», añade.

Hasta ahora, el protocolo que se conoce para las salas de cine a nivel nacional incluye el uso obligatorio de mascarillas para los empleados, espectadores y proveedores en todo momento. Distanciamiento social, toma de temperatura tanto en la entrada del centro comercial como en la puerta del cine y distribución de gel alcoholado para los visitantes. Junto con las salas, todos los espacios del reciento serán limpiados y desinfectados de manera constante; el aire acondicionado será exhaustivamente revisado y se le realizará constante mantenimiento. Y la compra de boletos y golosinas será, en parte, realizada de manera virtual con el propósito de reducir el contacto entre las personas.

Con respecto a las funciones, se realizarán en horarios escalonados para evitar aglomeraciones. En la sala se ubicará a los espectadores en filas y butacas de por medio a menos que estén en grupo.

Güerere advierte que, si no reciben la señal para reabrir las salas de cine, las empresas evaluarán diferentes alternativas que publicarán en su momento. «El foco siempre ha sido el público. Ellos han dejado de disfrutar de la gran pantalla, con el sonido Dolby, las butacas confortables y en ese sentido lamentamos no haberle ofrecido a 10 millones  de personas este hábito familiar de disfrute. Obviamente hay un debilitamiento de la situación financiera de las empresas y tampoco hemos podido aportar a las finanzas del Estado como solíamos hacerlo. El cine aporta 36% del precio que se paga en la taquilla a distintos impuestos», dice.

Cuando la AVEP obtenga la luz verde para abrir, pasarán unos 15 días adicionales para que el público pueda volver a las salas. «Tenemos 9 meses cerrados, hace falta hacer las adecuaciones operativas, de mercadeo, programación y entrenamiento de personal en ese tiempo», señala Güerere, quien además asegura que los exhibidores están en contacto con las distribuidoras de películas en el país y, con ello, garantizan que la cartelera mostrará filmes de gran interés para el público venezolano.

«Hoy día los cines sobreviven con mucho ingenio y trabajo. Apostando a la mejora de la situaciones. Somos perseverantes a pesar de lo difícil que ha sido. Las empresas exhibidoras de cine son venezolanas, tienen décadas prestando servicio y apuestan a un mejor futuro.  En Venezuela hay 379 salas de cine en 64 complejos, en 29 ciudades con casi 500 mil funciones al año. Los 52 fines de semana abren, pero también en feriados y vacaciones. Cuando el resto del  país está descansando, nosotros estamos trabajando», puntualiza Abdel Güerere.

Si bien las salas cerraron, los filmes que debían debutar este año migraron a las plataformas digitales como Netlfix, Amazon Prime, Disney+ y Apple TV.  Entre algunas de las películas más esperadas de este año figuran la versión live action de Mulan, la animada de Pixar Soul; las secuelas Wonder Woman 1984, Coming to America y Borat. También Tenet, una historia de ciencia ficción dirigida por Christopher Nolan, Mank de David Fincher que narra la vida del guionista Herman J, Mankiewicz y la película de suspenso Ava.

Durante 2020 las salas de cine alrededor del mundo buscaron alternativas para devolverle al espectador la oportunidad de escapar de la realidad por unas horas viendo una película. Algunos países optaron por abrir tomando en cuenta todas las medidas sanitarias pertinentes, entre ellos, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, México  y Perú. Pero salas en Argentina, Alemania, Canadá, Francia e Italia permanecen cerradas. La cifra global de covid-19 es de 68 millones de casos y 1.55 millones de fallecidos. En Venezuela, de acuerdo con las cifras del régimen, 105 mil personas dieron positivo para el virus y 924 han perdido la vida.

El presidente de la AVEP asegura que los venezolanos están ávidos de ir a las salas. «La gente no teme reunirse, salir a la calle, comer en restaurantes o pasear en centros comerciales. No estimamos que haya reserva con respecto a las salas como no lo hay con otros espacios cerrados. Tomamos previsiones biosanitarias para garantizarle al público el disfrute de su película en la gran pantalla con total seguridad», agrega.

Más allá del confinamiento y las consecuencias de la pandemia, el sector cinematográfico en Venezuela ha luchado contra la crisis desde hace años. De acuerdo con cifras de la Asociación Venezolana de Exhibidores de Películas, en 2015 se vendían 30 millones de entradas, cifra que se redujo a 19 millones al año siguiente, y que, debido a la crisis eléctrica y la hiperinflación de 2017 y 2018, terminó con 11.7 millones de entradas en 2019. Es decir, una reducción de 61% en cuatro años.

Empresas como Cinex y Autocine Caracas incursionaron en el mundo de los autocines. Sin embargo, el éxito ha sido discreto. El Trasnocho Cultural continuó con su programación de manera virtual. Los cineforos, festivales como el de cine Francés o español, y estrenos de largometrajes, por ejemplo el documental La Danubio del director Ignacio Castillo Cottin, se pueden disfrutar desde su página web.

La espera por el regreso a las salas de cine continúa en medio de incertidumbre, la promesa de varias vacunas contra el covid-19 y la certeza de que en enero la cuarentena, bajo su sistema 7×7, regresará: una semana libre y otra de confinamiento. La Asociación Venezolana de Exhibidores de Películas se mantiene optimista y espera que el régimen dé la orden para encender las pantallas y las máquinas de cotufas otra vez.