The Crown, una de las series más exitosas de Netflix y un fenómeno que supera los límites del streaming, está en plena producción de sus dos últimas temporadas. Ya se sabe que, en los episodios nuevos repartidos en una quinta y sexta temporada, el papel de la Reina Isabel II cambiará de manos por tercera y última vez y que la actriz que llegará al trono será Imelda Staunton. Claro que más allá de sus palabras, cuando se anunció como el reemplazo de Olivia Colman -que a su vez había continuado el papel de Claire Foy-, la reconocida actriz no había hablado públicamente sobre su nuevo trabajo. Hasta ahora.
Como una de las invitadas del especial radial que celebró los 75 años del ciclo Woman’s Hour de la BBC, Staunton comentó sobre el desafío extra que supone para ella interpretar a la monarca de su país en comparación con sus predecesoras.
«Creo que en mi caso el desafío extra, como si necesitara uno, es que estoy interpretando a la reina con la que todos estamos más familiarizados. Cuando la encarnó Claire Foy se trataba casi de un personaje de libro de historia pero ahora yo hago uno con el que la gente puede decir: ‘ella no hace eso, ella no es así’. Esa es mi pesadilla personal», explicó Staunton, una veterana actriz del teatro, la TV y el cine británico que fue nominada al Oscar por su trabajo en el filme Vera Drake y que ganó popularidad entre el público infantil y juvenil por su papel en la saga de Harry Potter, en la que encarnó a la malvada Dolores Umbridge.
Aunque no brindó más detalles sobre la filmación de las nuevas temporadas de The Crown, la actriz si dio su opinión sobre la polémica que se produjo a partir del estreno de los nuevos episodios, en noviembre. Con la popularidad de la serie en su punto más alto y su narrativa cada vez más contemporánea, el secretario de Cultura británico anunció que le pediría a Netflix que agregara un mensaje de advertencia al comienzo de cada capítulo que aclarara que se trataba de una obra de ficción. Un cambio que la plataforma de streaming consideró innecesario, porque desde el comienzo de la serie, en 2016, su creador, Peter Morgan, afirmó que se trataba de una recreación de la monarquía británica a partir de su punto de vista e imaginación y que se tomaba muchas licencias narrativas para contar la historia.
«Creo que la decisión de agregar esa advertencia depende de los productores y directores. Está claro que The Crown no es un documental ni está tomado de los diarios de la Reina. Es una serie que requiere de la imaginación de los espectadores y hay que confiar en su inteligencia. Por supuesto que no se puede saber sobre qué estaban hablando Margarita e Isabel», concluyó la actriz que compartirá las nuevas temporadas con Jonathan Price como el duque de Edimburgo y Elizabeth Debicki en el papel de Lady Di.
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