El escritor Ibsen Martínez quiere presentar en Venezuela su nuevo libro Oil Story. La editorial Planeta hace las gestiones para que pueda estar en la Feria del Libro del Oeste de Caracas, que realiza todos los años la Universidad Católica Andrés Bello en el último trimestre del año.
Después de casi una década sin escribir, en la que pasó por estados anímicos dolorosos, finalmente se disciplinó y terminó Oil Story, una historia de la que dice fue un milagro que la hiciera.
Martínez vive en Bogotá desde hace 10 años. Nacido en Caracas el 20 de octubre de 1951, ya septuagenario, se inició en el teatro. Autor de Por estas calles (1992), también escribió las telenovelas Señora (1988), Amanda Sabater (1989) y El perdón de los pecados (1996). Suyos son El mono aullador de los manglares (2000), El señor Marx no está en casa (2009) y Simpatía por King Kong (2013).
No se siente extraño en Bogotá, una ciudad en la que siempre pensó que podría vivir y en la que dice se acomodó con naturalidad: “Yo me amoldé no a Colombia sino a esta ciudad que no es precisamente la más sexy del mundo. Yo encontré en Bogotá un tempo musical”.
Ibsen Martínez y Juan Camilo Jiménez
Oil Story y Petroleros suicidas
Oil Story fue presentada por el escritor Camilo Jiménez, director editorial de Planeta Andina, en la librería del Fondo de Cultura Económica de Bogotá el pasado 19 de octubre.
Para escribirla, Martínez se remontó a Petroleros suicidas, una obra teatral que se estrenó en 2011, protagonizada por Fabiola Colmenarez, Iván Tamayo, Dimas Hernández y Luis Abreu.
“‘Ya está, esa es la historia que voy a convertir en una novela’, me dije. Pero la voy a hacer en otro tono, con otras palabras. Y casi inmediatamente me puse a escribir”, indicó.
“Y no paré. El efecto emocional y moral es que me sentí habilitado para escribir muchas otras cosas. Para mí fue milagroso hacer esta novela”, aseguró.
Oil Story le disciplinó definitivamente. Desde 2013 no escribía. Además recuperó su forma anímica.
Escribir más
Martínez quiere escribir mucho más, aunque no se hace muchas ilusiones. “Hay dos cosas que yo quiero hacer: un libro de ficción, que ya he afrontado; y lo otro es volver al teatro, que es mi primer amor. Es una pieza que le he dedicado a un músico venezolano, que es de una generación menor que la mía, que es Álvaro Paiva-Bimbo, extraordinario compositor y guitarrista. Se llama El leño y la llama, una obra sobre Teresa de la Parra y Lydia Cabrera, que fue su pareja cubana”, señaló.
También, aseguró, empezó a escribir algo que se llama La tercera vida de Teodoro Petkoff.