En 1995 Hugh Grant copó los titulares de todos los medios de comunicación y no fue por el éxito o fracaso de alguna de sus películas. Las imágenes del actor detenido por la policía de Los Ángeles, tras haber sido encontrado en su auto con Divine Brown, una prostituta, dio la vuelta al mundo y marcó un antes y un después no solo en la vida de Grant, cuya carrera estaba en pleno despegue, sino también en la historia de Hollywood, que siempre lo mantendrá en su recuerdo.
Ahora, casi 26 años después, el intérprete de Nothing Hill reveló que le fue infiel a su entonces pareja, Elizabeth Hurley, con esta trabajadora sexual para solventar las frustraciones que le habían provocado su última actuación que pronto vería la luz. En una nueva entrevista con el podcast WTF de Marc Maron, la estrella británica admitió que el malestar que sintió después de ver su película debut en Hollywood, Nueve meses, fue lo que provocó que acudiera a los servicios de Divine Brown quien, por cierto, supo sacar provecho del escándalo y acabó abandonando la prostitución y ganando millones de dólares.
«La película estaba a punto de salir y tuve un mal presentimiento al respecto. Fui a ver una proyección. Todo el reparto estaba brillante, pero mi actuación era tan atroz que no tenía un buen estado de ánimo», contó el intérprete, ahora de 60 años. A diferencia de sus presentimientos, la película -que se estrenó dos semanas después del incidente- ayudó a catapultarlo al estrellato. «Al final la película funcionó bien en la taquilla, de hecho, creo que fue bastante bien y eso es todo lo que realmente le importa a Hollywood», añadió. El filme, dirigido por Chris Columbus y en el que también participaron Julianne Moore y Robin Williams, acabó recaudando primero 12,5 millones de dólares en Estados Unidos y casi 140 millones en todo el mundo.
A Hugh Grant y Divine Brown los detuvieron cerca de Sunset Boulevard, Los Ángeles, después de que el actor pagara a la prostituta 50 dólares por practicar sus servicios a bordo de un flamante BMW. Entonces, a Grant lo condenaron a pagar una multa de mil dólares y a asistir a un programa educativo sobre el VIH. En una declaración posterior, el actor de Love Actually se mostró arrepentido: «Anoche hice algo completamente loco. He herido a las personas que amo y he avergonzado a las personas con las que trabajo. Por ambas cosas, lo siento mucho».
Tras el escándalo, Hugh Grant y Elizabeth Hurley, que formaron una de las parejas más icónicas de los noventa, permanecieron juntos durante varios años más, antes de poner fin a su noviazgo de 13 años en 2000. Actualmente siguen siendo muy amigos y el actor es padrino del hijo de Hurley, Damian, de 18 años, cuyo padre, el empresario Steve Bing, se quitó la vida el año pasado.
Aunque es la primera vez que se muestra tan sincero y habla abiertamente de lo de ocurrido, Grant ya había hecho mención al escándalo en otras ocasiones, como cuando en 2016 admitió en una entrevista que en esa época era un tipo «muy travieso». «Estaba borracho. Y sí, fue una situación lamentable», dijo entonces sin querer entrar en otros detalles.
Se trata de uno de los mayores escándalos en la historia de Hollywood, pero no el único en el que se vio implicado Hugh Grant. Diez años después, en 2005, el actor volvía a ser protagonista por ser una de las víctimas del caso de las escuchas telefónicas ilegales del periódico dominical News of the World. Un asunto que llegó a los tribunales y que se ha prolongado hasta 2018, cuando el intérprete fue indemnizado con 110.000 euros en concepto de daños, suma que el actor donó al grupo de activistas Hacked Off, creadores de una campaña contra las escuchas ilegales.