ENTRETENIMIENTO

Hotel Cocaine, la historia de la droga en Miami que nació en el rodaje de Narcos

por Avatar EFE

Hotel Cocaine abrió sus puertas este domingo en MGM+ para contar los entresijos de la droga en el Miami de la década de 1970 a través de Roman Compte (Danny Pinto), un personaje basado en el padre de la estrella de Narcos Maurice Compte.

La serie, en la que participa la actriz venezolana Corina Bradley, pasea por los pasillos del Munity Club, un excéntrico local nocturno privado en el exclusivo barrio de Miami Coconut Grove frecuentado por actores, cantantes y todo tipo de celebridades internacionales al comienzo de la guerra de la droga en 1978.

Roman Compte regenta este lujoso hotel con el que trata de pasar página junto a su hija y su novia tras huir de su pasado en su Cuba natal, tomada por el guerrillero Fidel Castro.

Pero todo se complica cuando la DEA (Administración de Control de Drogas de Estados Unidos) «le hace una oferta que no puede rechazar y vuelve a la órbita de su hermano, Nestor Cabal (Yul Vázquez)», el mayor capo de la droga de Miami, indica Pinto durante una entrevista con EFE previa al estreno.

A partir de ese momento, una suerte de «efecto dominó» recae sobre los personajes que rodean a Compte y Cabal en medio de un ambiente de música disco, mucho dinero, lleno de glamour y placeres prohibidos.

Sexo, drogas, rock and roll… y el sueño americano

Aunque este drama con tintes de comedia de ocho episodios planteada por Chris Brancato, creador también de la exitosa serie de Netflix Narcos, versa sobre la ficción, tanto Roman Compte como el Munity Club existieron.

«En realidad es el padre de un actor que trabajó con nosotros en ‘Narcos'», revela Brancato a EFE.

El actor en cuestión es Maurice Compte, quien interpreta al coronel Carrillo en Narcos. Una tarde, el intérprete mencionó que su padre fue el general del extravagante hotel, lo que inspiró a Brancato a escribir esta historia que llevó a la pequeña pantalla junto al director Guillermo Navarro.

El Roman Compte de verdad falleció hace unos años y gozó de una vida más austera, ya que no tenía un hermano traficante ni las autoridades se pusieron en contacto con él para que se infiltrara en las filas del mayor capo de la droga de Miami.

Los elementos de ficción incorporados al personaje «nos permiten un vehículo para explorar no sólo la diversión, el sexo, las drogas y el rock and roll disco, sino también la inmigración, la experiencia latina en Estados Unidos, la búsqueda del sueño americano», agrega Brancato.

A todo ello se suma el personaje de Burton (Mark Feuerstein), el dueño del hotel, quien representa «la década del yo, la búsqueda de significado, el placer que busca el placer sin tener en cuenta el coste humano».

Divertido y adicto a la cocaína, este personaje aporta un toque de humor «a un corazón oscuro», distanciándose de otras producciones centradas en el tráfico de drogas, añade Brancato.

En el nombre de Cuba

Otra característica única de esta serie, que mezcla acción y misterio en el entramado de cómo un hermano se ve obligado a delatar al otro con tal de proteger a su hija, es que el guión fue escrito en español e inglés para aportarle un mayor realismo «no sólo de la década de 1970, sino, francamente, la autenticidad del Miami actual», dice Pinto.

De hecho, uno de los mayores desafíos para los hermanos en la ficción, Pinto y Vázquez, fue reflejar la importancia de relatar esta historia con la dualidad lingüística con la que convive la comunidad migrante de EE UU.

«Ambos somos de Miami, ambos somos cubanoamericanos y sentimos una inmensa responsabilidad de llevar esa autenticidad a la pantalla», sentencia Pinto.