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Hoguera de una adolescencia intemporal, el viaje de Tarek William Saab a la memoria de sus vidas pasadas

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En el marco de la Feria Internacional del Libro de Venezuela (Filven) se hizo la presentación del libro Hoguera de una adolescencia intemporal, del fiscal general de la República Tarek William Saab.

La presentación, que se realizó en la Galería de Arte Nacional, estuvo a cargo del poeta Luis Alberto Crespo, con la participación de Enrique Hernández D’Jesús, Raúl Cazal y el ministro para la Cultura, Ernesto Villegas.

Hoguera de una adolescencia intemporal muestra apuntes de la vida de Saab entre 1989 y 2010. La edición estuvo a cargo de Monte Ávila Editores.

“Largo tiempo esperaron estas hojas de la misma nostalgia para ofrecerse a la lectura que hoy busca a los admiradores de su poética y de su menester público”, indicó Crespo en el prólogo de la obra que titula Las hojas de la misma nostalgia.

“Saludemos la entrega de Tarek William a sus lectores, estas hojas de la misma nostalgia o esta Hoguera de una adolescencia intemporal, como su autor las ha llamado, a modo de una glosa de su poética”, agregó.

Hoguera de una adolescencia intemporal

Hoguera de una adolescencia intemporal tiene tres capítulos, el primero llamado Desde la ventana; un segundo que lleva el nombre de Senderos reencontrados; y un tercer capítulo de entrevistas, a Juan Goytisolo y a Edward Al-Kharrat. También tiene dos anexos, uno de cartas, donde destacan la que Fidel Castro le envió a Saab el 12 de noviembre de 2008, y otra misiva del expresidente de la República Ramón J. Velásquez, del 27 de diciembre de 1994.

El segundo anexo es de fotografías, varias con Hugo Chávez, con el escritor Juan Goytisolo, con Juan Félix Sánchez y el poeta colombiano Juan Manuel Roca, entre muchas otras.

“Este extraño libro resucitado de un largo olvido gracias a un premeditado azar, es el resultado de un misterioso fervor: el amor a la literatura, a la poesía y al oculto paisaje que se esconde tras las hojas de mi juventud perdida, hoy fugazmente recuperada por este sorpresivo viaje a la memoria en donde reaparecen como por arte de vidas pasadas, mis primeros encuentros con el mundo exterior, mis amores inciiales y truncos, los amigos que no volvieron jamás, el sentimiento de siempre hacia los entrañables poetas y sus obras; la vuelta a casa, al hogar y a la hermosa familia expuesta a los senderos infinitos del alma”, relata Saab al inicio de la obra.

Allí mismo agradece a dos mujeres: a Francis, su eterna novia de juventud, y a Alia, su madre: “Gracias a la primera, por haber ordenado en una carpeta, desde finales de los años ochenta hasta el año 2010, todas estas notas, artículos, crónicas y ensayos, (algunos de ellos publicados en diarios de la época, otros mecanografiados sin haber visto nunca la luz). Y a la segunda, por haber rescatado de una caja grande (sobreviviente durante largos años de mudanzas, precipicios y azares), aquella rota y melancólica carpeta hoy vuelta a nacer en forma de libro para no ser olvidada jamás desde el otro lado de la cerca por cada uno de ustedes. Larga vida…”.

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