Después de Netflix, otro gigante de la televisión, HBO, quiere producir su propia película sobre el grupo de pequeños inversionistas que hizo temblar a Wall Street con la compra en masa de acciones de GameStop.
Menos de dos semanas después de que la repentina cotización al alza de esta empresa diera la vuelta al mundo, ya hay tres proyectos cinematográficos confirmados, de Netflix, HBO y Metro-Goldwyn-Mayer; dos documentales y otros dos planes de productoras más desconocidas.
Respecto al último anuncio, HBO contará con Andrew Ross Sorkin, director de otro drama sobre Wall Street, Billions.
El guion partirá de esta premisa: «Cómo un movimiento populista de inversionistas en redes sociales venció a Wall Street en su propio juego, poniendo al mercado de valores patas arriba y sacudiendo el mundo financiero hasta la médula».
La película de HBO competirá con otra de argumento muy similar que prepara Netflix y que, según la prensa especializada en Hollywood, estará protagonizada por el actor Noah Centineo con un guion redactado por Mark Boal.
Por su parte, los estudios MGM (siglas de Metro-Goldwyn-Mayer) han adquirido los derechos del borrador de un libro sobre el caso de GameStop que escribirá Ben Mezrich, titulado The Antisocial Network.
El fenómeno GameStop y Wall Street
La democratización de las operaciones bursátiles por medio de aplicaciones y redes sociales provocó hace un par de semanas una guerra en Wall Street en la que por primera vez los grandes fondos fueron los derrotados.
Millones de pequeños inversionistas organizados en un foro de Reddit elevaron el precio de las acciones de GameStop, que hace menos de un año estaba a 4 dólares, a más de 400. Los cines AMC, Nokia y los auriculares Koss fueron otros de sus objetivos que provocaron una sangría en los grandes fondos de inversión.
La estrategia que siguieron fue la de imitar las operaciones de «venta en corto» de grandes brokers que apuestan por sacar beneficio de las caídas bursátiles de empresas cuyo modelo de negocio es obsoleto o que pasan por un mal momento.
El fenómeno ha abierto el debate sobre la regulación de la bolsa, algo a lo que hasta ahora se oponían los multimillonarios que controlaban Wall Street.