Hayden Christensen, el actor canadiense de 39 años de edad, vuelve al rol que lo hizo famoso (o infame) internacionalmente al volver a actuar como Anakin Skywalker/Darth Vader en la esperada serie Obi-Wan Kenobi para Disney+.
¿Qué fue de su carrera tras el rol que lo volvió internacionalmente conocido, y por el que miles de fanáticos de Star Wars lo odiaron?
Comienzos
Christensen nació el 19 de abril de 1981 en Vancouver, Canadá. Con un amor por la actuación desde joven, tuvo su debut en 1993 como parte de la serie alemana-canadiense Family Passions. Pero su debut cinematográfico ocurrió dos años después, cuando fue elegido para un papel menor en la cinta de John Carpenter In the Mouth of Madness (1994).
Carrera en la televisión
Christensen hizo una prolífica carrera en la televisión por los próximos años, apareciendo en series como la película para televisión Love and Betrayal: The Mia Farrow Story (1995) Escalofríos (1995) y ¿Le temes a la oscuridad? (1999). El actor ganó más reconocimiento por su protagonismo en la serie Higher Ground (2000) como Scott Barringer, un prometedor exatleta que cayó en las drogas tras ser abusado sexualmente por su madrastra.
La elección del destino
En mayo de 2000 se anunció la decisión que cambió el destino de Christensen: George Lucas lo había elegido entre 1.500 candidatos para protagonizar el esperado Episodio II de Star Wars en el importante papel de Anakin Skywalker, el futuro Darth Vader.
Triunfos ante la crítica
Pero antes de vestirse con las túnicas de los jedi, Christensen recibió una nominación a los Globos de Oro y a los SAG Awards por su papel en la cinta Life as a House (2001).
En una galaxia lejana
Llegó el día del destino. Star Wars: Episodio 2 – El ataque de los clones (2002) se estrenó en mayo de 2002, pero contrario a las expectativas la película fue recibida tibiamente. Entre las mayores críticas estuvieron el mal diálogo, el poco desarrollo de los personajes y particularmente la relación entre Anakin y Padme (Natalie Portman). «No hay una sola palabra romántica que intercambian que no se haya reducido a un cliché», lamentó el crítico Robert Ebert.
Shattered Glass
Christensen tuvo un mejor recibimiento con su siguiente película Shattered Glass (2003) en la que cuenta la historia del periodista Stephen Glass, quien ganó fama inventando historias para la prestigiosa publicación The New Republic.
La segunda no es la vencida
Si se esperaba que su regreso al papel de Anakin le ganara el amor de la crítica, estuvo muy equivocado. Y aunque Star Wars: Episodio 3 – La venganza de los Sith (2005) es considerada la mejor película de las precuelas, los críticos siguieron considerando que la actuación de Christensen era demasiado sosa, valiéndole un segundo Razzie por este rol.
Después de Star Wars
Christensen continuó su carrera en Hollywood, lanzando varias películas en los siguientes años. Quizás la que más resonó fue Jumper (2008) en la que actuó junto a Samuel L. Jackson y su futura esposa Rachel Bilson. El actor también actuó en Awake (2007), Takers (2010) y Vanishing on 7th Street (2010) antes de tomar un descanso de la actuación.
«Sentía que tuve esta cosa genial con Star Wars que me proporcionó todas estas oportunidades y me dio una carrera, pero parecía como si me lo estuvieran entregando todo», dijo Hayden en una entrevista con Los Angeles Times. «No quería pasar mi vida sintiéndome como si solo estuviera montando una ola».
Retorno a la actuación
Cuatro años después de su salida de las películas, Christensen volvió a la actuación con Outcast (2014), una producción hecha en colaboración con China que lo juntó con Nicolas Cage. También actuó junto a Adrien Brody en American Heist. Continuó con la críticamente vilipendiada película cristiana 90 Minutes in Heaven (2015) seguida por el thriller First Kill (2017) que protagonizó con Bruce Willis. Le siguió la también repudiada comedia romántica Little Italy (2018) y la película de ciencia ficción The Last Man (2019).
La redención de Hayden
Curiosamente, a pesar de no haber sido bien considerado como Anakin durante su tiempo en Star Wars, el tiempo y la distancia parecen haber ablandado las críticas que los fans tenían contra Christensen. Es así que en la celebración de los 40 años de Star Wars en 2017 el intérprete fue recibido entre aplausos por los asistentes.
Ahora el actor tiene una segunda oportunidad de redimirse en las pantallas (más chicas) de Disney+ con su participación en la serie Obi-Wan Kenobi, que lo verá volverse a poner el traje de uno de los villanos más icónicos de la historia del cine.