Reinvención. Así define Gisselle Reyes el proceso que vive desde hace 4 meses, cuando salió –después de 25 años y no de la mejor manera– de la Organización Miss Venezuela. Una campaña, asegura ella, orquestada por personas cercanas al concurso que por casi 4 décadas presidió Osmel Sousa, la vinculó con personajes del gobierno y la calificó de proxeneta. Algo que ella niega tajantemente.
“Soy una persona fuerte. Aquello me afectó porque el Miss Venezuela era parte de mi vida, pero no toda mi vida. El Miss Venezuela fue una rutina que ya no está más. Sé que extrañaré cuando comience la temporada de la belleza porque no estaré. Pero agradezco el cambio que ha dado mi vida a partir de todo lo que sucedió. Yo no sabía lo casada que estaba con Osmel Sousa”, reconoce la profesora de pasarela.
Cuenta Reyes que cuando a los 15 años comenzó a estudiar modelaje su objetivo era tener una academia y trabajar en la Organización Miss Venezuela. Hoy, a los 51 años de edad, tiene 8 academias, trabajó la mitad de su vida en la fábrica de reinas y se convirtió en una cotizada profesora de pasarela. “Nunca me desvié de mi camino, pero ahora se me han abierto otros que me llevarán al teatro, de la mano del director Daniel Ferrer; estaré en Portada’s, de Venevisión, con unos micros en los que hablaré de etiqueta y protocolo; trabajaré con la Organización Miss Perú en la preparación de su nueva reina y he hablado con la Organización Miss Earth. Tengo mucho trabajo por hacer, gracias a Dios”.
—Usted dice que no sabía que estaba tan casada con Osmel Sousa. ¿Cómo terminó ese matrimonio?
—Yo a Osmel lo quiero mucho, aprendí muchísimo de él y le estaré agradecida toda mi vida. Él mañana me llama y sabe que estaré allí como su amiga, su comadre, la profesora. Yo con él no tengo ningún problema. Hemos quedado en vernos, pero no hemos coincidido. Pero sí puedo decir que me siento libre.
—¿Por qué cree que surgieron todos esas acusaciones contra usted?
—Esa fue una campaña en mi contra por el cargo que me dio Venevisión tras la renuncia de Osmel Sousa. La intención fue perjudicar a aquel comité que integrábamos Richard Linares, Jesús Morales y yo. Y sabemos que detrás de todo está gente vinculada al Miss Venezuela. Lo que sí me parece extraño es que la Organización Miss Venezuela, que cerró su sede porque iba a iniciar un proceso de investigación sobre lo sucedido, no ha mostrado los resultados. Y a mí me gustaría saber qué concluyeron, qué pasó, más allá de saber que hay un nuevo comité integrado por tres reinas de belleza.
—¿Qué opina de este nuevo comité integrado por Nina Sicilia como gerente general del Miss Venezuela; Jacqueline Aguilera como directora de Imagen y María Gabriela Isler como directora de Relaciones Públicas y Formación?
—Yo creo que allí están experimentado. No sé quiénes serán los preparadores. Nina es una gran gerente, que participó conmigo en el Miss Venezuela; Jacqueline y Molly fueron mis alumnas. Yo les deseo mucho éxito. Lo que no entiendo es por qué quieren cambiar la fórmula de preparación de una reina, una que funcionó tanto y que tantos éxitos nos dio. No sé qué resultará de todo este cambio.
—¿Cuando salieron las acusaciones en su contra, cambió en algo la relación con las alumnas de sus academias y con sus representantes?
—Para nada; al contrario, eso me dio mucha fuerza. De mis alumnas y sus padres recibí el más grande de los apoyos. No hubo una alumna que se retirara, los padres fueron solidarios siempre, a pesar de todo lo que se decía en las redes sociales. Esto fue una de las cosas que me motivó a ir a Miami para asistir al programa de Patricia Poleo, que tanto me irrespetó y nunca me llegó a mostrar una prueba de lo que decía en mi contra.
—¿Y su familia cómo lo tomó?
—Mi hija Sofía sabe quién es su mamá, más bien eran sus amigos de colegio quienes discutían con la gente y les prohibí que siguieran con eso porque no valía la pena. Mi mamá sí estuvo muy afectada. Para ella fue muy duro todo lo que pasó.
—¿Imaginó que su salida del Miss Venezuela sería de esta manera?
—Nunca, porque primero no me imaginé la renuncia de Osmel. Él decía que saldría muerto del Miss Venezuela, pero tendría sus razones para irse. Cuando se produjo su salida sí pensé que me llamarían de Venevisión por todo lo que había aprendido de él, nunca como su sucesora porque jamás me sentí así. Osmel es único, pero él me había formado. Me alegró mucho que el canal confiara en mí.
—¿La sorprendió que Osmel no la llamara para formar parte de reality show El concurso?
—Osmel es mi amigo y sabe que si me necesita yo estaré allí. Sabe que siempre puede confiar en mí.