Gioconda Belli transita a los 74 años su segundo exilio del país centroamericano, tras haber sido perseguida y acusada informalmente de «traición a la patria» por el gobierno del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega.
A meses de haber sido despojada de su nacionalidad, hace días se conoció la noticia de que el gobierno había confiscado y ocupado su propiedad y la de sus hijos. En una entrevista con EFE, la poeta afirma estar «furiosa y en shock».
«Es inconcebible para mí pensar que no voy a volver a mi casa, sin yo haber sido juzgada (…). De repente sale un juez y lee un decreto de que estamos expropiados, desnacionalizados. Es un quererte arrancar tu identidad, quererte arrancar todos tus asideros de la vida», reclama.
Para la poeta y autora de El país de las mujeres, este acto representa «una crueldad casi no vista en América Latina en los últimos 20 años».
Además, Belli se refirió a la situación de sus compañeras y amigas «de 70 y pico de años» a las que «les han quitado su pensión de jubilación” y «las han puesto en el extranjero sin ningún recurso para sobrevivir».
«Eso te da la dimensión de la crueldad y del tipo de tiranía que están ejerciendo Daniel Ortega y (su esposa y vicepresidenta de Nicaragua) Rosario Murillo», destaca.
Volver a Nicaragua, viva o muerta
En el marco del festival Centroamérica Cuenta que se celebra en la Casa de América de Madrid, la poeta declaró que va a volver a Nicaragua «viva o muerta» pero que le gustaría volver a un país «diferente».
«Ahorita no quisiera volver a estar en esa situación porque estaría en la cárcel. Quisiera ver una Nicaragua libre. En los 70 ya tuve un exilio. Quería volver a Nicaragua y volví», sentencia.
En febrero, en una entrevista televisiva, la autora rompió su pasaporte nicaragüense porque ese documento fue emitido «por un gobierno que no reconoce».
En declaraciones a EFE, Belli sostiene que «no tiene miedo» y que no le pueden quitar la nacionalidad porque «ellos (el gobierno) no son eternos y mi nacionalidad es eterna».
«Mientras yo exista como poeta nicaragüense en cualquier libro, (…) ahí voy a estar yo, como poeta nicaragüense», afirma.
«Mi poesía fue transgresora»
Belli, que actualmente reside en España, fue galardonada este año con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, considerado el más prestigioso reconocimiento de este género en español, por su «libertad y valentía poética», entre otros valores.
«Mi poesía fue transgresora. Cuando empecé a escribir poesías en los años 70 del siglo pasado, todavía el cuerpo de la mujer no se mencionaba, mucho menos el placer femenino», resalta la autora del libro de poesía feminista Apogeo.
Respecto al panorama actual, Belli confirma que «se ha avanzado mucho», pero adelanta que todavía hay mucho trabajo por hacer de cara a las generaciones más jóvenes.
La «poeta del erotismo», que toda su vida ha navegado con comodidad tópicos considerados tabú, actualmente trabaja sobre temas relacionados con la menopausia de la cual, al transitarla, descubrió que hay muchas informaciones que te «predisponen a sufrir».
«Hay que destruir esto (…) que te predispone a sufrir, a perder la identidad cuando pierdes la capacidad de ser madre. Como que lo que es importante en la vida de la mujer es su capacidad de tener hijos».
En este sentido, Belli sostiene que «la mujer es una persona completa y que encima de eso tiene la capacidad de producir vida».