Bailar levanta el espíritu. Se baila cuando se celebra, para contar una historia o representar un universo más abstracto. George Akram, caraqueño de 37 años de edad, lo sabe. Viene de una familia que respira arte. La madre del actor, cantante y bailarín es la reconocida coreógrafa y directora artística Anita Vivas; su hermano es el actor y cantante Víctor Drija, y su padre es Antonio Drija, también un reconocido coreógrafo, bailarín y miembro del elenco del prestigioso Cirque Du Soleil. Ahora, en Telemundo, la familia debuta como entrenadores en el programa Así se baila, que estrena este domingo 12 de septiembre.
Este nuevo paso por Telemundo comenzó cuando a Antonio Drija le ofrecieron ser director artístico de Así se baila. Parte de ese trabajo tenía que ver con la búsqueda de coreógrafos para formar el equipo de entrenadores. Fue allí donde vio, asegura Akram, una bonita oportunidad: «Todo el concepto del programa se trabaja con las parejas, que son familia, y nosotros somos una familia que tiene la danza bastante presente en nuestras carreras. Vio como una oportunidad muy linda incluirnos en esto, a la vez que invitó a otros coreógrafos que también son de muchísima calidad».
George Akram, quien vive en Estados Unidos desde 2001, ha bailado por más de 30 años y ha tenido experiencia guiando a profesionales. Este proyecto, sin embargo, lo ha puesto frente a un desafío: trabajar con personas cuya profesión no es la danza. Por ello, más que un ejercicio de paciencia, se trata de comprender y guiar a personas que, a su juicio, tienen la disposición y las ganas de triunfar.
«Ha sido muy grata la experiencia hasta ahora. Me gusta mucho ver la satisfacción de los participantes cuando las coreografías se ejecutan de la manera como uno las montó. Y eso es bonito porque al principio, cuando se las mostraba en vídeos hechos por bailarines profesionales, su reacción era de disposición pero no sabían si lo podían lograr. Al final, cuando se hace bien el trabajo y el ensayo da frutos, los resultados pueden ser bastante positivos. Esa satisfacción que tienen es bastante bonita», comenta Akram.
El bailarín, empero, reconoce la exigencia que este tipo de proyecto demanda, sobre todo en cuanto al tiempo que debe dedicarle. Intenta adelantar lo más que puede para que, con el paso de las semanas, sea menor la carga. Así, su rutina comienza muy temprano en la mañana y termina en la noche cuando sale de Telemundo. Y para sobrellevar el posible cansancio, Akram recuerda que el proyecto tiene una fecha de cierre y, entonces, no se concentra en el agotamiento sino en disfrutar y valorar cada día. «A mí me gusta estar ocupado», indica.
Si bien en Así se baila se encuentra acompañado por su familia, los ve poco, pues cada quien practica las coreografías con sus parejas asignadas. Pero coinciden en las horas de almuerzo, descansos y a la salida. Incluso, cuando tienen tiempo libre van a los salones de ensayo del otro para ver el trabajo y aceptar recomendaciones. «Sabemos que estamos todos en el mismo lugar, haciendo lo que nos gusta. Y la verdad es que el hecho de ser familia se separa mucho en cuanto a la profesionalidad que tiene cada uno. Esto lo vemos como un trabajo que nos gusta hacer, lo disfrutamos, pero el tema familiar no interfiere nunca», reitera el actor.
Akram ha compartido escenario con artistas como Celia Cruz, Gilberto Santa Rosa, Thalía, Ricky Martin, Shakira, Patricia Monterola, David Bisbal, Olga Tañón, Daddy Yankee y Víctor Manuelle como parte del cuerpo de baile de sus espectáculos. Además, guarda con especial cariño su paso por el Festival Viña del Mar, los Latin Grammy, Latin Billboard, Premio Lo Nuestro, Miss Venezuela, sus dos presentaciones en el Hollywood Bowl y su paso por el Festival de Ópera de Salzburgo. También suma su participación en Carmen: An Afro Cuban Jazz Musical, dirigida por Moisés Kaufman, y en los espectáculos de danza de Siudy Garrido, Entre mundos y Amor brujo, con la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles dirigida por Gustavo Dudamel.
De pequeño, creció en un ambiente familiar donde había mucha música y baile. Pero esto no fue determinante: sus padres no le impusieron asistir a clases de baile, canto o actuación. La decisión fue suya y terminó enamorado de su profesión. «Es un regalo, después de tantos años, decir que vivimos de esto», dice. Su infancia la recuerda con mucha alegría y música, pues más allá de ver películas o comiquitas, le gustaba ver musicales y disfrutar de las coreografías de Gene Kelly o Fred Astaire.
Como actor de cine y televisión participó en filmes como Stuck on you, en el que compartió set con Meryl Streep (2005), My friend Vijay (2013) y en el largometraje venezolano Km72 en 2017. Actuó en la telenovela mexicana Las dos caracas de Ana (2006). En 2015 tuvo personajes en la comedia Borderline y en Escándalos: todo es real excepto sus nombres. Dos años después participó en la serie NCIS. El año pasado encarnó el papel de David Ramos en la telenovela de Telemundo La suerte de Loli, y le puso voz en español al personaje de José Behar en Selena: la serie, el show de Netflix. Fue Behar quien firmó a la Reina del Tex-Mex para EMI Records, cuando era él era vicepresidente de la División e Música Latina de la firma discográfica.
Mientras el mundo se detuvo
La pandemia de covid-19 confinó a todo el planeta. Muchos utilizaron ese tiempo para probar nuevos hobbies o llevar adelante proyectos. Así lo hicieron George Akram y su madre. En mayo del año pasado este par debutó en la red social TikTok con un video de ambos bailando. Allí, pareciera que Anita no supiera bailar y es George quien le enseña pasos rápidamente. Ella lo intenta cuando la música alcanza su punto más fuerte. Y la gran sorpresa es que domina cada paso y sigue perfectamente el ritmo.
«Yo era nuevo en TikTok. Mi mamá, mi papá y mi hermano me llevaban ventaja. Yo no estaba tan emocionado al principio, pero un día escuché un audio que me llamó la atención y me recordó a mi mamá. Le dije que a la gente le podría gustar por el contraste de la relación madre hijo. El primer video que grabamos entre los dos tuvo un alcance positivo; y el siguiente casi el doble. Después paramos hasta que en septiembre escuchamos ‘September’, de Earth, Wind and Fire, y le dije a mi mamá que lo grabáramos. A partir de ahí volvimos a tener otra ola positiva de popularidad, por así llamarlo», dice.
Luego de un breve ensayo, graban el video. En promedio les toma unos cinco minutos, aunque depende de la complejidad. Cuando un audio o canción les llama la atención, realizan la coreografía entre ambos. Este proceso, con sus dinámicas y risas compartidas, comenta el bailarín, lo disfruta mucho. Y aunque es exigente a la hora de coordinar cada movimiento, hay espacio para los errores también.
«Estoy muy contento con la audiencia. En especial con los mensajes que van dirigidos hacia mi mamá. Vamos a estar claros, el éxito de los TikToks está en la agilidad que pueden ver en una señora que ya es abuela y se mueve con la misma facilidad de un chamo de 20 años. Abarca a una generación que tenía tiempo sin verla bailar, y el género que más hacemos en los videos es house music, que es nuevo para ella. La gente le envía mensajes hermosos a mi madre. Son magníficos. Siempre le digo, cuando se siente un poquito triste, que se pasee por los comentarios de TikTok para que vea cómo el autoestima se dispara en segundos», explica Akram.
https://www.youtube.com/watch?v=w07OqKmQxYU
En la red social fundada en 2016 acumula 9.1 millones de likes y lo siguen más de 700 mil personas. Le han escrito de todas partes del mundo y esto no deja de sorprenderlo: «He conversado con amigos de Brasil y me dicen que allá somos famosísimos y que la cosa se descontroló por Suramérica. En Argentina nos han sacado en varios programas de televisión. En Estados Unidos hay una página importante que se llama Upworthy y compartió uno de nuestros videos, y allí Jennifer Gardner escribió algo. Channing Tatum compartió un video de nosotros dos. También en países del Medio Oriente, de Rusia nos sigue un montón de gente. No me lo esperaba».
Para el bailarín, lo bueno de la viralización es el impacto positivo que tiene en las personas y las conexiones que genera. Constantemente recibe comentarios sobre la energía que transmiten, pues son capaces de levantarle el ánimo a quien se siente decaído. Por ejemplo, recientemente recibió un video de un grupo de niños que imitaban los pasos de baile desde un colegio en Turquía. Además, el joven y su madre han recibido muestras de canciones de artistas emergentes, solicitudes de canciones y bailes para mostrar por parte del público.
Lo más valioso de los TikTok es el tiempo que comparte con su madre, su referente en el baile. «Significa muchas cosas para mí. Va de la mano con el hecho de que no hay registro de nosotros bailando juntos y es algo que siempre hacemos. Cada vez que voy a una fiesta familiar bailo con ella. Nunca hemos estado en un escenario bailando juntos. Una vez hicimos algo para el programa de Luis Chataing, imitamos algunos pasos del musical donde participé en Broadway. Pero lo que más valoro es que esto queda para la historia», puntualiza.
Bernardo en Broadway
En el año 2008, George Akram hizo la audición para el papel de Bernardo en West Side Story. No estaba muy animado: meses antes había hecho una audición para el Cirque Du Soleil y, luego de estar entre los 10 finalistas, no fue seleccionado. Pero siguió practicando y entrenando. Luego, cuando llegó la oportunidad de probarse para el musical, estaba listo. Y después de tres audiciones en tres meses, le dieron el papel por el cual había luchado tanto. La primera función fue en 2009 y siguió hasta 2012, ocho presentaciones por semana. Un proceso fuerte, pero gratificante.
«Haber sido el primer actor venezolano en Broadway es genial. Sé que en Venezuela el teatro musical no tiene mucho peso, sé que hay otras prioridades que van en sintonía con lo que se está viviendo. Yo lo llevé con mucho orgullo, pero no sé si se valoró. No es que esperaba que cuando regresara me iba a dar la bienvenida el Ballet de Venevisión. Se hizo este paso importante y me parece chimbo que pasara desapercibido. Hubo algunos recortes de prensa, pero fue relevante porque es algo difícil de lograr», revela Akram y destaca que su paso por las tablas más importantes del teatro internacional le cambió la vida.
Este musical era uno de sus preferidos cuando era niño. Cumplió su sueño al ser parte del elenco en Nueva York y tuvo la oportunidad de conocer a George Chakiris, actor que interpretó a Bernardo en el filme de 1961, a quien admira y considera un referente. «En la actualidad nos conocemos y compartimos bastante. Cada vez que coincidimos en una ciudad nos reunimos y hablamos de la vida, del arte, de lo que fue su experiencia y la mía. Es fascinante hablar con gente que puede enriquecerte tanto», afirmaAkram.
Mientras actuaba en West Side Story procuró conocer a todos los artistas que acudían al espectáculo. Pero no fue fácil. Una directora de escena le comentó en una ocasión que muchas celebridades no quieren llamar la atención, e incluso, se sienten intimidados por los actores de teatro. Sin embargo, pudo conocer a Tom Hanks: «Es muy difícil lograrlo en Broadway, y una vez Tom Hanks fue a ver el show y me dijo: ‘Mi sueño es estar en Broadway’. Yo me quedé así como ¡brother, tú tienes 3 Oscars! ¿Qué te pasa? ¡Ja, ja, ja!».
En Nueva York vivió varios años después del musical y de allí se llevó el aprendizaje que le dejó una ciudad que, en algunos aspectos, era similar a su Caracas natal. Guarda el reconocimiento de sus habilidades. «En Broadway no puedes maquillar el talento. Lo tienes o no lo tienes. Está ahí en vivo», añade. Después de su paso por la Gran Manzana, se fue a Las Vegas y más tarde a Los Ángeles, donde comenzó su carrera en televisión. Hoy día se siente a gusto donde está, pero le gustaría volver a Broadway. Solo que esta vez como actor de teatro y no como personaje de un musical.
Sobre las oportunidades que le han sido negadas en su carrera subraya que le queda la satisfacción de haberlo intentado siempre. «Hice la audición para Aladdin, canté ‘A Whole New World’. A la semana siguiente me escribió mi agente diciéndome que Disney le había escrito un mail en el que le hablaban bien de mí, que me tendrían en consideración para otras cosas. Disney nunca hace algo así. Me quedo con eso».
Aunque valora todos los roles que ha tomado en su vida profesional, se siente más a gusto en el papel de director. El año pasado dirigió en Madrid el video musical de su hermano Víctor Drija, Por qué no vienes. «A mí me gusta aportar ideas, crear cosas. No necesito ser el líder del grupo, puedo ser bailarín, coreógrafo o director con tal de que todo salga lo mejor posible. Eso es lo que más importa», indica.
Desde 2017 no visita Venezuela. Estuvo apenas un día en Caracas para visitar a su abuela, delicada de salud. Salió de su ciudad con un sabor agridulce. Además de la situación familiar, Akram recuerda que era la álgida época de protestas estudiantiles en contra del régimen de Nicolás Maduro. La imagen de cartuchos de balas y bombas lacrimógenas en la autopista no se borra de su mente. «Yo me fui muy triste de Caracas. Y deseo volver porque no quiero que ese sea mi último recuerdo de mi ciudad. Son emociones encontradas».
Tras salir de Venezuela a los 18 años de edad, y recién graduado de bachillerato, George Akram le agradece a Estados Unidos por brindarle todas las oportunidades para, con esfuerzo y dedicación, cumplir todas sus metas. Aun así, destaca que no es fácil dejar el hogar, sabe que siempre será un inmigrante. Siente, además, mucha rabia por no poder hacer nada para cambiar la situación del país. Lo que sí puede, dice, es dejar una buena impresión de los venezolanos donde quiera que va con su profesionalismo y talento.
Sobre sus siguientes proyectos, Akram no adelanta demasiado. «Soy de los que se reserva las cosas, no me gusta hablar de lo que tengo en agenda». Sin embargo, sugiere que tiene que ver con el teatro y que lo tiene muy emocionado. Por ahora todo su tiempo está dedicado a su compromiso con Telemundo.