Gabriela Montero recibió este martes en Oslo el Premio Internacional Václav Havel a la Disidencia Creativa, otorgado por la estadounidense Human Rights Foundation.
Montero -que compartió el galardón con al artista de hip-hop iraní Toomaj Salehi y el poeta y activista uigur Tahir Hamut Izgil- fue distinguida por ser «una defensora de los derechos humanos cuya voz trasciende regularmente las salas de concierto», según el fallo.
El viaje de Gabriela Montero hacia la disidencia creativa comenzó en 2011 con su primera composición orquestal, «Ex Patria», un poema sinfónico diseñado para ilustrar y protestar por el descenso de Venezuela hacia la anarquía, la corrupción y la violencia.
La compositora criticó al recibir el premio a los músicos venezolanos que, durante dos décadas, han formado parte de un «sistema de cooptación» impulsado por el Estado.
«No permitiré que mi música oculte la realidad de la desesperación de Venezuela. Mi música nunca será un opiáceo para tranquilizar a una nación traumatizada», dijo Montero, que actuó a continuación acompañada por el Calidore String Quartet.
Cada uno de los galardonados con el Václav Havel recibe una estatuilla y 50.000 dólares.
El Foro de la Libertad de Oslo es organizado de forma anual desde 2009 por Human Rights Foundation, con sede en Nueva York y presidida por el millonario venezolano afincado en Estados Unidos Thor Halvorssen, de origen noruego y primo del opositor venezolano Leopoldo López.
El Premio Havel lleva el nombre del fallecido presidente checo, poeta, dramaturgo, disidente, estadista y expresidente de la HRF, Václav Havel. Havel lideró la revolución no violenta que liberó a Checoslovaquia del régimen comunista.