La municipalidad de la ciudad de Tel Aviv, Israel inauguró hoy un cine flotante, ideado para disfrutar la pantalla grande aun cuando la pandemia causó el cierre de todas las salas del país.
En botes, a dos metros de distancia y bajo la luz de las estrellas. Así es una sala de cine versión covid-19, al menos en Tel Aviv. Allí cientos de israelíes tuvieron este sábado una experiencia cancelada en gran parte del mundo en los últimos meses: ver una película en pantalla gigante.
Acudieron 70 pequeñas embarcaciones, cada una con cuatro asientos y flotando en el lago del parque Hayarkón, al norte de la ciudad. Durante las próximas seis noches, se transmitirán dos películas cada una. Este cine es una iniciativa conjunta entre la municipalidad de Tel Aviv-Yafo y la Cinemateca de Tel Aviv, Israel.
La propuesta sigue a otra en la que los residentes de la ciudad pudieron ver películas proyectadas en el estacionamiento de un estadio de baloncesto, desde la comodidad de sus automóviles.
“La iniciativa de proyectar películas en el lago del parque Hayarkón es otra forma creativa de pasar los calurosos días de agosto. La actividad cumple con las pautas del Ministerio de Salud”, señaló Ron Huldaí, alcalde de la ciudad. Se destacó, además, los desafíos que presenta la pandemia para la vida cultural. Asimismo, adelantó que seguirán pensando alternativas para poder suplir la falta de actividades recreativas.
Israel enfrenta actualmente una severa segunda ola de coronavirus y superó ayer los 100.000 casos totales, más de 20.000 de ellos aún activos. Hasta el momento se registraron 809 muertes y 390 personas se encuentran en estado grave. El Gobierno israelí evalúa desde hace semanas la implementación de nuevas restricciones, que aún no se aplican y que podrían someterse a votación en los próximos días.