El Festival de Cine de San Sebastián comienza este viernes una edición que compensará los efectos de las huelgas en Hollywood con más brillo europeo y que dedicará su gala de apertura al genio japonés de la animación Hayao Miyazaki.
Como ya ocurrió en Venecia o Toronto, el paro de actores y guionistas en Estados Unidos también torció los planes de la 71ª edición de este certamen, que se quedó sin una de sus grandes estrellas previstas, Javier Bardem.
Pese a que su cara sigue protagonizando el cartel de esta edición, el intérprete español -adherido a la huelga en Estados Unidos- finalmente no podrá recoger su premio honorífico durante la gala de inauguración de este viernes, y su homenaje se aplazó al próximo año.
Pero la protesta en Hollywood no vaciará del todo las alfombras rojas de este festival, que es uno de los grandes de Europa junto a Cannes, Venecia y Berlín.
Durante la muestra, que terminará el 30 de septiembre, pasarán por esta ciudad marítima del norte de España los actores Jessica Chastain, Juliette Binoche, Gabriel Byrne, Emmanuelle Devos, Griffin Dunne, Aidan Gillen, Mads Mikkelsen, James Norton o Dominic West.
El primer premio honorífico Donostia de esta edición será para el japonés Hayao Miyazaki, de 82 años, quien recogerá el galardón de forma virtual antes de la proyección de su último filme animado, Kimitachi wa do ikiru ka (El chico y la garza), fuera de concurso en la Sección Oficial.
La película, la primera del director de El viaje de Chihiro (2001) en una década, sigue al joven Mahito mientras navega por los horrores de la Segunda Guerra Mundial y la muerte de su madre, en una historia fantástica de tintes autobiográficos.
A partir del sábado comenzarán las proyecciones al público de las 16 películas que competirán por la Concha de Oro en la Sección Oficial, entre ellas las de los directores argentinos María Alché y Benjamín Naishtat (Puan), y Martín Rejtman (La práctica), o los nuevos trabajos de la española Isabel Coixet (Un amor), del griego Christos Nikou (Fingernails), del estadounidense Noah Pritzker (Ex-Husbands) o del francés Robin Campillo (L’île rouge).
Todos tratarán de seducir al jurado presidido por la directora francesa Claire Denis para hacerse con el máximo galardón.
Cine latinoamericano
La que sí que arranca el viernes es la sección Horizontes Latinos, dedicada al cine de la región, donde este año competirán 12 cintas de Argentina, México, Chile o Brasil.
La encargada de abrir será El viento que arrasa, el último trabajo de Paula Hernández, que regresa así al festival. Después de concursar en 2019 con su cinta Los sonámbulos, la cineasta argentina vuelva ahora con una película que cuenta el viaje de un predicador y su hija, con las actuaciones de Alfredo Castro, Sergi López o Almudena González.
En los próximos días destacan también propuestas como la chilena Los colonos o la mexicana Heroico, sobre el terrorífico periplo en el Colegio Militar de un cadete indígena mexicano, que se estrenará prácticamente al mismo tiempo en su país, donde ha causado polémica.
Los días previos al festival los marcó, sin embargo, la controversia generada por otra cinta, la española No me llame Ternera, que ofrece una entrevista con José Antonio Urrutikoetxea, apodado Josu Ternera, dirigente de la disuelta organización independentista armada vasca ETA.
Tras conocerse que el documental se proyectaría en San Sebastián, más de 500 personas, entre ellas familiares de víctimas o personas que vivieron amenazadas por esta organización responsable de más de 850 muertes, suscribieron una carta pidiendo la retirada del filme, pero el festival decidió mantener su proyección y todas las entradas están vendidas para el sábado.
Entre las múltiples propuestas de este año en San Sebastián hay lugar también para las series, como La Mesías, el último trabajo de los populares directores españoles Javier Ambrossi y Javier Calvo, o la serie con la última gira del músico español C. Tangana (Esta ambición desmedida).
Otro de los platos fuertes llegará el día 29 cuando el cineasta español Víctor Erice, que también proyectará aquí su última película Cerrar los ojos, recoja el otro premio Donostia del festival, 50 años después de haber conquistado la Concha de Oro por El espíritu de la colmena.