La telenovela mexicana La casa de las flores, creada por Manolo Caro, regresó a Netflix con una segunda temporada que prometía ser más divertida. Sin embargo, pese la expectativa, la nueva entrega de nueve episodios decepcionó a muchos de sus seguidores que expresaron su malestar en las redes sociales.
«La casa de las flores 2 es puro relleno, sin trama, sin sentido»; «Alguien dígale a Manolo Caro que esta temporada es un asco. Es como si hubiera lanzado la temporada pasada sin saber que sería un éxito y entonces escribió la segunda inmediatamente sin aterrizar una buena historia», son algunos comentarios que usuarios publicaron en Twitter.
Ante las críticas, el creador que confirmó una tercera temporada reaccionó de la siguiente manera: «Sería un fracaso personal si La casa de las flores no estuviera provocando estas conversaciones tan encontradas, pasionales, si fuera indiferente, y me queda claro que no lo es», publicó Caro en sus cuentas de Instagram y Twitter.
La trama
La escasez de humor podría deberse en gran medida a que en esta entrega la historia de la familia De la Mora tiene más drama, rencor y surrealismo.
Como en la anterior, los capítulos transcurren de manera ligera, con los desenlaces telenovelescos que llevan a marcar «siguiente capítulo» sin pensarlo.
Tras la muerte de su madre, Paulina (Cecilia Suárez) viaja a España para rehacer su vida junto con su aún esposo transgénero María José (Paco León) y su hijo Bruno (Luis de la Rosa). Sin embargo, problemas legales con el testamento de su madre la hacen regresar a México. Además, quiere vengarse de Diego (Juan Pablo Medina), quien le robó millones a su familia, y así recuperar la floristería.
Una vez regresa y empieza a buscar estrategias para recuperar el negocio; los «chiquis», nuevos y antipáticos dueños del lugar, no quieren devolvérsela.
La relación entre Julián (Darío Yazbek Bernal) y Diego es una de las historias que se relatan en los nuevos capítulos. Una vez que reaparece Diego, Julián tendrá que evaluar si quiere perdonarlo. Esta trama es entretenida y con suficiente drama. No tiene la misma intensidad la historia de Elena (Aislinn Derbez), quien se enamora (otra vez) de quien no debe.
La secta que aparece para seducir al patriarca de la familia tampoco convence. Esta parte de la historia parece que se alarga sin un propósito.
Pero no todo está mal. Micaela (Alexa de Landa) y su participación en Talento México es una de las cosas más tiernas y divertidas del show. Ella y Bruno intentarán destacar en el programa mexicano y ganar dinero para recuperar la floristería. Ambos se roban el corazón del espectador.
Sin duda, el escaso humor en esta temporada de La casa de las flores no se debe a la ausencia de Verónica Castro, sino al libreto. En lo que esta historia continúa siendo pionera es en tratar temas tabú.