El pasado 31 de mayo la tenista japonesa Naomi Osaka se retiraba de la competición en Roland Garros por problemas de ansiedad, pero unos días antes, el actor de Hollywood Ryan Reynolds había compartido con sus seguidores de Instagram su lucha con la ansiedad, «una eterna compañera», decía, aunque no era la primera vez que hacía referencia a ella.
«No hablamos suficiente sobre la salud mental y no hacemos suficiente para eliminar el estigma de hablar sobre ello. Pero, como con esta publicación, mejor tarde que nunca, espero…», escribió el actor que vimos en el filme Deadpool.
Entre la ansiedad y la depresión posparto
Además de Reynolds y Osaka, otras estrellas de Hollywood y cantantes compartieron abiertamente sus experiencias, ayudando a visibilizar y a normalizar sus luchas con estas condiciones.
«Soy muy susceptible a la depresión. Puedo entrar y salir con bastante facilidad», comentó la cantante londinense Adele en 2016, en una entrevista con Vanity Fair. «Empezó cuando mi abuelo murió, cuando tenía unos diez años y, aunque nunca he tenido pensamientos suicidas, he tenido que acudir a terapia».
Adele también reveló que había sufrido mentalmente tras el nacimiento de su hijo Angelo. «Tuve una depresión posparto muy mala después de tener a mi hijo, y me dio miedo».
La cantante aseguró que era reticente a hablar de ello y que cuatro de sus amigas se sentían igual, pero que les daba demasiada vergüenza compartirlo.
«Pasé un tiempo en el que estaba realmente deprimida», contó por otra parte la cantante estadounidense Miley Cyrus a la revista Elle en 2014, hasta el punto de que se encerró en su habitación y su padre tuvo que derribar la puerta para entrar.
Dijo también la recordada Hannah Montana que la gente no sabe cómo abordar el tema y que no pasa nada por sentirse triste. «Todas las personas pueden beneficiarse de hablar con alguien. Soy la persona más antimedicación que existe, pero algunas las necesitan y hubo un momento que yo también estuve tratándome con fármacos».
Por otra parte, la actriz texana de 31 años de edad, Dakota Johnson, dijo en 2015 a la revista AnOther que las audiciones en Hollywood aún le resultaban duras. «A veces me ataca el pánico, hasta el punto que no sé qué estoy pensando o haciendo. Tengo un ataque de ansiedad total. Suelo tenerlos todo el tiempo de todos modos, pero con las audiciones peor. Me aterrorizan».
Dakota participó de manera remota en uno de los programas de Jimmy Fallon este año, donde contó que sufrió un ataque de pánico en el set mientras preparaba una escena de la película Our Friend en la que tenía que cantar.
Aseguró que el episodio de pánico se manifestó de todas las maneras posibles. «Estaba corriendo alrededor y entonces empecé a reírme histéricamente y todo el equipo diciendo ‘¿pero qué está haciendo?’. Me puse a correr, a reír. Luego me paré y comencé a llorar», comentó.
No discrimina por géneros
«La lucha y el dolor son reales», aseveró el actor y luchador profesional estadounidense, conocido popularmente como The Rock, Dwayne Johnson en una entrevista con la publicación Express, añadiendo: «Estaba devastado y deprimido».
Uno de los actores mejor pagados de Hollywod relató el intento de suicidio de su madre cuando él solo contaba con 15 años y cómo, años después, varias lesiones le impidieron jugar profesionalmente al fútbol americano y además, tras un corto periodo de tiempo, su novia rompió con él. «Ese fue mi peor momento», dijo.
«La depresión nunca discrimina. Me costó mucho tiempo darme cuenta, pero la clave es no tener miedo a abrirse. Especialmente nosotros, los hombres, que tenemos tendencia a guardárnoslo. No estás solo», escribió Johnson en Twitter tras la publicación de la entrevista en 2018.
Otra actriz que sabe lo que es un ataque de pánico es la estadounidense de 32 años Emma Stone. Contaba que la primera vez que le pasó, aun siendo una niña, estaba en casa de un amigo y estaba convencida de que su casa estaba ardiendo. Tuvo que llamar a su madre, quien la llevó a su residencia para convencerla de que no pasaba nada.
Durante tres años su ansiedad continuó. «Tenía muchísima ansiedad de niña. Pasé mucho tiempo en terapia. Desde los ocho a los diez años. Estaba al límite de la agorafobia. No podía apartarme de mi madre», contaba a la revista Glamour en 2011 uno de los rostros más queridos de Hollywood. También aseguró que ya no sufría ataques de pánico, pero sí de ansiedad.
«Tenía 25 años y mi propio programa de televisión. Tenía perros que adoraba y una tonelada de amigos, recibía el cariño constante de los fans y estaba feliz con mi trabajo, pero no podía entender qué era», dijo el actor de Supernatural, Jared Padalecki, a la revista Variety en 2015.
«No siempre tiene sentido. A eso me refiero. No solo las personas que no pueden encontrar un trabajo o que no pueden encajar en la sociedad lidian con la depresión», confesó el actor estadounidense de 38 años.