ENTRETENIMIENTO

En Escuela de nada ahora son más pulcros

por Avatar Ariany Brizuela

Una conversación libre y genuina que se va alimentando de la improvisación, opiniones y análisis que hace cada uno sobre un tema, sin la intención de herir susceptibilidades, aunque a veces pasa. Esa es la premisa de Escuela de nada desde su primer episodio, hace dos años, y que Leo Rojas, Nacho Redondo y Chris Andrade han logrado mantener hasta ahora.

Desde el primer episodio del podcast, el 25 de julio de 2018, hasta hoy ha corrido mucha agua. Desde su primera gira por Latinoamérica y Europa -con funciones agotadas-, alcanzar los 100.000 suscriptores en Youtube y con esto su primera placa, la transición a un estudio propio, un concurso de talentos (EDN Got Talent), hasta el cierre virtual de su gira: The Last Domination, en la que vendieron más 17.000 entradas. «Parece que todo ha pasado muy rápido, pero cuando le metes una lupa te das cuenta que hemos sudado por todo lo que tenemos», dice Leo Rojas. Pero aclara: «No quiero que suene a que lo tenemos todo».

En estos años previos al estudio, la idea de Escuela de nada era que los capítulos fueran vistos como un «súper piloto» que les abriría las puertas de cara a lo que tenían en mente para el futuro. Ahora, ya con el salón de clases listo, esta nueva etapa del podcast comienza con un proyecto que se suma al universo EDN: Escuela de series, una alianza con Warner Channel para celebrar el aniversario 25 del canal en Latinoamérica. Similar a la dinámica regular del podcast, aunque con un lenguaje más «pulcro», Leo, Nacho y Chris repasan en ocho capítulos, que se publicarán sólo en el canal de Youtube de Warner, las series más icónicas que se han transmitido en estas últimas dos décadas.

Para llegar a esta alianza, la presencia del podcast en todos los mercados de Latinoamérica fue importante, asegura Leo. «Sin darnos cuenta entramos en el radar de países en los que nunca pensamos que podríamos calar y con ello vino el interés de una cadena como Turner-Warner Media. Los charts nos ayudaron muchísimo», afirma.

Nuevo video cada semana

Youtube: miércoles y domingo

Patreon: viernes

Escuela de series: martes

La dinámica de un episodio regular de Escuela de nada es libre, no hay guiones ni líneas definidas. Solo hay algunos elementos característicos que están presentes en cada video: los comentarios «ratica» -como ellos le llaman-, pequeños «prelámpagos» (cuando se desvían del tema principal para hablar de otro) y algunos chistes escatológicos u otros que algunos consideran ofensivos. Sin embargo, para Escuelas de series los comediantes optaron por un lenguaje más «pulcro» y mantener su atención solo en las series, pero sin dejar de lado el sentido del humor que los distingue del resto de los podcasts. «Esto nos ayudó a darle un poco más de orden a la estructura de la conversación. Vamos directo al grano, hay más foco en cada tema y cumplimos con los tiempos que acordamos con Warner. Si te das cuenta, hay un poco más de sustancia y muy poco dibujo libre», comenta Leo.

Para seleccionar las series, tanto Warner como los integrantes de Escuela de nada llegaron a un acuerdo tomando en cuenta lo que le gustaba al público y el contenido con el que se sentían identificados los comediantes. «Crecimos con algunas de esas series y para nosotros fue importante hacerles saber a los ejecutivos que íbamos a estar más cómodos hablando de algunas que están en la lista (…) Unas gustan más, otras menos. Como todo lo que consumes. Yo por ejemplo soy más fan de Friends que Chris e Ignacio, pero puede que ocurra lo contrario con alguna de las series de las que hablaremos en los siguientes episodios», dice Rojas, de 34 años de edad. Hasta la fecha se han publicado dos episodios Escuela de series: Friends The Big Bang Theory. Cada martes saldrá un nuevo video.

La alianza con Warner Channel coincidió con el estreno del nuevo estudio del podcast; sin embargo, asegura Leo, no fue algo importante para que decidieran aceptar la propuesta: «Tenemos nuestra primera casa, La Bestia, con la que siempre podremos contar. De hecho, como homenaje, la sala de reuniones del nuevo estudio fue bautizada como ‘La Bestia». Para este proyecto Nancy (Diamantero) estuvo a cargo de la postproducción, como siempre; sin embargo, se sumó un nuevo integrante al equipo, Asallam González, quien se encargó del arte y el diseño gráfico de Escuela de series.

Estudio EDN

Leo, Nacho y Chris en el estudio del podcast antes de que estuviese listo

Aunque este nuevo formato no fue pensado exclusivamente para los fanáticos de Escuela de nada (el parasistema),  Leo, Nacho y Chris sabían que igual lo disfrutarían. «Si hay algo que agradecer de todo lo que le está pasando al podcast es la comunidad que se ha construido. Tengo 12 años haciendo contenido en Internet y no había visto algo similar. Gente muy unida y entregada a lo que somos. Algo muy genuino y, por muy cursi que suene, desde el corazón. Es algo que valoramos todos los días. Sabíamos que se iban a montar en este tren», dice el venezolano residenciado en México y conocido por entrevistas callejeras como El Test incómodo y Temporada de conejos, quien agrega que fue algo que le sorprendió a Warner.

El parasistema: una comunidad sólida

Leo, Nacho y Chris eran amigos desde que estaban en Venezuela, incluso llegaron a trabajar juntos en Plop Contenido. Más adelante, cada uno decidió emigrar y, aunque lo hicieron por separado, coincidieron en México. Allí decidieron empezar un podcast que se convirtió en el proyecto más importante que han creado hasta ahora. Han sido dos años cargados de buenas experiencias que les han dejado un sinfín de aprendizaje, crecimiento profesional y personal pero, sobre todo, una comunidad incondicional que les ha demostrado apoyo desde el primer día. «Si Escuela de nada se acaba hoy, no va a existir una comunidad tan poderosa en cualquiera de las cosas que nos inventemos después de esto», afirma Rojas.

Un aspecto clave en el crecimiento del podcast ha sido su comunidad, entregada y unida. Como en todo, hay personas buenas y otras no tanto. «Intentamos que sean parte de todo lo que inventamos, antes, durante y después de cada proceso», afirma el comediante. En julio, cuando ocurrió el Last Domination, muchos seguidores regalaron entradas a quienes no podían pagar el precio del show. Un ejemplo de la buena voluntad y compromiso de sus fanáticos.

Aunque al principio las conversaciones que tenían en el podcast eran más temáticas o de actualidad, con el tiempo comenzaron a hablar de temas más personales. Algo con lo que hicieron clic muchas personas. Para Leo Rojas esto no fue difícil, pero sí le sorprendió porque se considera una persona un introvertida. «Soy muy reservado con mi vida personal, al punto de que hasta me cuesta hacer stories hablando a la cámara. Ha funcionado, sí, pero es raro», asegura y agrega que tratan de encontrar un equilibrio en cuanto a los temas que abordan. «Creo que a la gente le gusta saber mucho de nuestras vidas personales. Sin embargo, que haya un balance nos permite darnos el lujo de estirar el formato hasta donde queramos».

Y es que, precisamente, el vínculo que han construido con sus seguidores les ha brindado muchas satisfacciones y, también, ha sido un cable a tierra. «Nos han hecho llorar. Es el rincón del podcast que nos aleja del cinismo y nos hace entender la importancia de nuestra influencia», indica Rojas.

De estos dos años que tiene el podcast, Rojas recuerda con cariño dos momentos importantes: el EDN Got Talent y el encuentro con los fanáticos después de los shows durante la gira. En el primero se dieron cuenta del talento que hay y del poder de convocatoria que tienen. En el segundo, tuvieron la oportunidad de compartir y ver, por primera vez, a las personas que hicieron posible que Escuela de nada existiera. «La gente se sorprendía de tenernos enfrente. Te hacen sentir muy especial y eso para uno es medio locura porque los tres somos muy cínicos, pero cuando lo analizamos bien, nos pega duro. Muchos nos llevaron regalos que tenemos en el estudio. La gente fue demasiado increíble en esa gira», recuerda.

Algunas cosas cambian y otras no

El proceso creativo de Escuela de nada sigue siendo el mismo de hace dos años. Hay mucha libertad y espontaneidad. «Dejamos que sea lo más genuino y natural posible porque a pesar de que involuntariamente nos vemos arrimados hacia la figura de corporación seria, queremos mantener siempre lo orgánico», dice Leo, quien asegura que ya han hablado de tantos temas que a veces presentan una idea y se dan cuentan de que la trataron hace un año. «En algunos casos no nos importa y buscamos darle un enfoque distinto. En otros sí quedamos como unos locos y ya», añade.

Hay una «regla» que seguirán siempre: no hablar de temas o situaciones relacionadas con Venezuela. Aunque algunos malinterpreten esta norma, su única intención es que personas de otros países entiendan el contenido y se puedan sentir identificadas. «Así será hasta el final. Si todas nuestras conversaciones se centran en hablar de celebridades y referencias locales, ¿cómo puedo lograr que un mexicano se enganche con el podcast?», cuestiona Rojas.

Escuela de nada

Aunque en varias oportunidades todos los integrantes de Escuela de nada han dicho que no suelen ver el podcast después que se publica en Youtube, Leo comenta que solo ha visto algunos capítulos cuando se cruzan en su timeline. «Esto es porque sé que si lo veo, voy a arrepentirme de haber dicho o no algo, entonces prefiero quedarme con el sentimiento de que dije lo correcto», dice entre risas. Sobre los cambios que ha notado desde entonces hasta la actualidad afirma que todos están más relajados, sobre todo él. «Ya sabemos cuando viene el remate de alguno o, como pasa en los shows en vivo, nos hacemos mucho la pata de gallina (se ayudan) de la forma más natural posible», explica.

En total, Escuela de nada tiene entre los capítulos que están en Youtube (escuela pública) y los que están en Patreon (escuela privada) más de 200. Y, aunque no suele verlos, Leo tiene un par de episodios favoritos: «Me emociona mucho ver el primer episodio de Madrid. También me gusta ‘Sentimientos inexplicables'», asegura.

Sobre las críticas Leo Rojas, quien ya tenía experiencia creando contenido en Internet, sabe que cuando se decide iniciar un proyecto como Escuela de nada siempre habrá amor, pero también odio: «Es algo que va aumentando con el éxito porque también te conviertes en un foco de contenido. Saben que si hablan de ti, van a tener clout. La gente es mala y eso no va a cambiar nunca». Para lidiar con los comentarios negativos tiene un ejercicio mental que le gusta hacer a veces: «Pienso en una celebridad que me encante, una banda o artista en general y me pregunto si hay gente en Internet que voluntariamente decidió echarle mierda por la razón que sea. Si esto ocurre de ese lado, ¿por qué no le va a pasar a Escuela de nada?».

Escuela de nada

Para Rojas, el formato podcast desplazó a los medios de comunicación tradicionales, pues cada vez hay más personas trabajando en ellos. Considera que es algo cool y que hace que los creadores de contenido estén más atentos con la calidad. «Hay más competencia sana y eso te obliga a intentar aumentar el nivel y, de alguna manera, te das cuenta de que la gente se queda con los que realmente hacen contenido, y con ello viene una responsabilidad que te obliga a pulir algunas cosas y mejorar sobre la marcha», dice.

Por ahora el único objetivo de Escuela de nada es continuar haciendo lo que les dé la gana, como Bad Bunny. Tienen claro que en Internet todo tiene una fecha de vencimiento y que hay que trabajar duro para mantenerse. «Puede que EDN muera mañana o en 15 años. Ya depende de que sepamos montarnos sobre lo que funciona, a nuestra manera, y no pretender ser algo que no somos. La gente no es estúpida y cuando eso deje de ser así, se bajarán del tren», finaliza Leo.

@Arianyabp