La vida de Nasisha, una joven de 27 años de edad, cambió irremediablemente luego de que sus padres la vendieran. Su nuevo dueño, un comandante poderoso llamado Abuld Hakeem, decide encerrarla en un cuarto oscuro en una localidad de Afganistán. Allí, los días que le esperan marcarán un antes y un después en su vida y la de las otras víctimas que la acompañan.
Desidia, hambre y desesperación serán parte del día a día de este grupo considerado como «esclavos». En un contexto social en el que no se respetan los derechos humanos, juntos intentará sobrevivir a ese infierno en el que solo pueden callar y obedecer.
A dos años de la llegada de los talibanes al poder en Afganistán, el 15 de agosto de 2021, el grupo de teatro Taquilla Producciones presenta este fin de semana El cuarto del Mahram. La pieza tendrá dos únicas funciones, el sábado 19 y el domingo 20 de agosto, a las 5:00 pm en el Celarg, Altamira. Con la obra se plantea una reflexión sobre la violación de los derechos humanos.
Los talibanes aseguraron que las mujeres iban a poder trabajar, estudiar y ser parte activa de la sociedad. Sin embargo, las limitaciones a sus derechos comenzaron casi de inmediato. El cuarto del Mahram, escrita por Leandro Campos y dirigida por Ana Mantilla, llama la atención sobre la represión, censura y constantes violaciones a los derechos humanos que hay en el territorio.
Tras la llegada del régimen Talibán, en el país se comenzó a aplicar una serie de leyes represiva. Con ellas se pretendía asegurar la dignidad y la castidad de las mujeres. En ese entonces el medio ABC informó que con las leyes los talibanes querían crear ambientes «seguro» para ellas.
La Asociación Revolucionaria de Mujeres de Afganistán (RAWA, por su sigla en inglés) elaboró una lista con las 29 prohibiciones que se aplicarían. Tras llegar al cuarto del Mahram, Nasisha se verá obligada a aprender cada una de estas reglas para poder sobrevivir.
Con la asistencia de Daniela Sánchez, coreografías de Ángel Sanz, El cuarto del Mahram reflexionará sobre lo que pasa cuando la libertad y los derechos están a merced de los comandantes.