ENTRETENIMIENTO

El violín del venezolano Igor García alegra las tardes de Madrid

por Avatar Ariany Brizuela

Todos los días en la calles del sector Almagro, en Madrid, se escucha el suave sonido de un violín. Es Igor García, un músico venezolano que desde el balcón de su apartamento toca, generalmente en las tardes para acompañar a sus vecinos y regalarles un poco de música durante estos días de confinamiento para evitar la propagación del covid-19.

«Me motivó, principalmente, ayudar a los demás de alguna manera. Vi que otros músicos también lo hacían y me decidí», cuenta el violinista de 24 años de edad.

El músico nacido en Santa Cruz de Mora, Mérida, incluye en su repertorio una amplia variedad de canciones. Interpreta con su violín desde «De repente» de Aldemaro Romero, pasando por «Imagine» de John Lennon, hasta «China» de Anuel, Karol G, Ozuna y Daddy Yankee. «Soy muy variado. No me gusta quedarme en un solo género, cada uno tiene su magia», explica.

En su repertorio también incluye música clásica, canciones del llano y temas relacionados con la cultura pop, como la icónica canción italiana «Bella Ciao» popularizada en la serie de Netflix La casa de papel. Las canciones que interpreta son las que suele escuchar en su tiempo libre, dice.

Desde hace poco más de un mes que toca para sus vecinos desde su balcón. Y se lo agradecen. Muchos se suman desde sus ventanas cantando, aplaudiendo o grabando al joven músico. «Tocar en este momento representa algo positivo, siempre tomando en cuenta no llegar a molestar a los demás. Eso es importante», dice García.

El venezolano vive desde hace dos años en España, pero hace seis salió de Venezuela. Al culminar bachillerato en el colegio Emil Friedman, viajó a Boston. Allí audicionó para ingresar en el Conservatory at Berklee, donde estudió por cuatro años.

Pero su formación musical se inició mucho antes. A los 5 años de edad se interesó por la música gracias a su abuelo paterno, quien le enseñó a tocar violín. Comenzó sus estudios formales en el Colegio Emil Friedman y también formó parte del sistema de orquestas.

«Creo que con la música puedo aportar y terminar un poco con la tristeza. Así como los médicos tratan el covid-19, nosotros tratamos la tristeza», asegura García, quien además de violín toca piano, guitarra, cuatro y maracas. Simón Díaz y Antonio Lauro son sus grandes referencias, a quienes admira por igual.

Actualmente estudia en el Centro Superior Katarina Gurska de Madrid. Ya cuenta con un primer disco, Arias de ópera, que está disponible en plataformas digitales desde agosto de 2019.

Sobre su futuro, Igor García considera que estos días de confinamiento han sido positivos para su carrera porque aprovechó el momento para darse a conocer como músico a través de las redes sociales. «Espero poder continuar dando lo mejor de mí en cualquier proyecto que se presente», finaliza.