El director de ballet de origen chino y nacionalizado australiano Li Cunxin, quien plasmó sus memorias en el libro El último bailarín de Mao -y que inspiró una película del mismo nombre-, se retirará definitivamente por problemas de salud, informaron este martes fuentes del Ballet de Queensland en Australia.
Tras once años como director artístico del Ballet de Queensland, una región situada al noreste de Australia y la tercera más poblada del país oceánico, Li -de 62 años de edad- dejará su cargo a finales de año para intentar recuperarse de los problemas cardíacos que lo aquejan desde 2022.
Su esposa Mary Li, quien actualmente padece de cáncer, también se retirará a finales de año de su cargo de maestra y principal entrenadora del Ballet de Queensland.
«Cuando pienso en lo que Li Cunxin ha conseguido en la vida, para su familia en China, en todo el mundo, el ballet, Queensland… Es algo sensacional. Las palabras se nos escapan», dijo el presidente de la Junta del Ballet de Queensland, Brett Clark, en un comunicado.
Además de los logros de Li el Ballet de Queensland, en donde estuvo a cargo de 70 temporadas y logró hacer crecer el número de bailarines y el presupuesto para las obras, su historia personal ha conmovido a los millones de personas que leyeron sus memorias El último bailarín de Mao (2003).
La odisea de Li Cunxin
Seis años más tarde su odisea personal, llegó a la pantalla grande de la mano del director australiano Bruce Beresford con el filme El último bailarín de Mao, que cuenta la encrucijada de un niño chino de una humilde familia con siete hijos de Quingdao.
Allí en esa pequeña localidad rural china se marca su destino como bailarín tras ser elegido por las autoridades del régimen de Mao Zedong para estudiar durante unos siete años y lejos de su familia en la Academia de Danza de Pekín.
La carrera de Li, así como su destino, dio otro enorme giro después de que viajara con una beca a Houston (Estados Unidos) para estudiar ballet. En el camino, sin embargo, decidió desertar y casarse con la bailarina Elizabeth Mackey.
Li fue temporalmente detenido en la embajada china en la ciudad de Houston en 1981. Esto obligó al entonces vicepresidente, George Bush padre, a intervenir en favor de su puesta en libertad.
Entonces, las autoridades chinas le revocaron la ciudadanía a Li, quien tras trabajar como bailarín en el Ballet de Houston por más de quince años, sucumbe a otro flechazo al corazón.
Tras conocer a la bailarina australiana Mary McKendry en Londres, Li se casó con ella en 1987 y siete años después la pareja se mudó a Australia.
Reconocimiento mundial
En el país oceánico, Li trabajó varios años como bailarín en el Ballet de Australia hasta que en 2012 asumió el puesto de director artístico del Ballet de Queensland.
Su reconocimiento en Australia fue tan grande que hasta un grupo de científicos nombró en 2016 a una nueva especie de araña de Queensland que tiene una especie de ritual de apareamiento, que incluye movimientos enérgicos de sus patas, como la maratus lincunxin, en su honor.
«Como El último bailarín de Mao se ganó el reconocimiento mundial por su historia y su talento, pero como director artístico del Ballet de Queensland, llevó Queensland a la escena mundial», destacó hoy en un comunicado la jefe del gobierno de esa región, Annastacia Palaszczuk.