Lejos de la ciudad está ubicado El Hogar del Suicidio. Un casa donde encontrará todos los elementos necesarios que facilitarán el proceso de quitarse la vida. Desde una variedad de venenos, una galería de armas, un lago artificial hasta los robles más fuertes que garanticen un ahorcamiento efectivo.
Son las almas desesperadas –sobre todo dudosas– las que acuden a este sitio basado en el libro El suicidio como una de las bellas artes, del doctor Ariel. La inscripción “Ven, muerte, tan escondida / que no te sienta venir / porque el placer de morir / no me vuelva a dar la vida”, de Santa Teresa, es lo primero que se lee en la recepción del sanatorio. Sí, porque realmente es un sanatorio de almas, dirigido por el doctor Rodas (Rafael Monsalve) y su asistente Hans (Francisco Aguana).
Este es el lugar donde se desarrolla el debut de Jorge Roig, de 34 años de edad, como director: Prohibido suicidarse en primavera (1937), del español Alejandro Casona, obtuvo Mención Honorifica en el V Festival de Jóvenes Directores por “mantener la coherencia de personajes en una propuesta dinámica y buen manejo del tiempo”. Fue la única obra del festival que agotó todas las funciones de la temporada.
Una dama triste (Nakary Barzan), un amante imaginario (Raoul Gutiérrez), una enfermera (Beatriz Ticali), los reporteros Fernando (Theylor Plaza) y Chloe (Stephanie Cardone), y una cantante (Nerea Fernández) estarán durante una semana en el “club del perfecto suicida”. La ironía y la comedia serán los elementos principales que visibilizarán ante el público lo que lleva a una persona a quitarse la vida. También cuenta con la participación de Antonio Deli y Mauricio Celinen.
Esta nueva temporada se estrenó el viernes. Tuvieron un mes de ensayo y se incorporaron Plaza y Cardone, pues en la presentación del festival sus personajes eran interpretados por Elvis Chaveinte y Claudia Rojas.
—Es conocido, sobre todo, por ser conductor de televisión. ¿En qué momento da el salto a la dirección teatral?
—Inmediatamente después de que me gradué como comunicador social, me fui a España, donde hice estudios de cine. También estudié teatro entre Argentina y España durante siete años. Creo que era una progresión natural interesarme por la dirección. Ya que me interesa tanto la dirección de cine, porque no arriesgarse en teatro.
—¿Por qué seleccionó esta obra para participar en el V Festival de Jóvenes Directores este año?
—Tenía muchas ganas de participar en el Festival de Jóvenes Directores desde hace tiempo. Había una restricción de edad. Antes era hasta 30 años y desde el año pasado lo cambiaron a 35 años. No tenía excusas para no inscribirme. Como sería mi primera dirección, quería hacerlo con una obra que fuese importante para mí. Prohibido suicidarse en primavera fue una de las primeras obras que leí en el colegio. También tenía una deuda pendiente con esta obra porque nunca la había visto en un montaje profesional. La adapté a los tiempos modernos. Su mensaje principal sigue muy vigente, sobre todo en el país en el que vivimos y la situación en la que está.
—¿Qué te llamó la atención de Prohibido suicidarse en primavera en ese momento?
—La irreverencia con la que fue escrita. Toca temas, hay chistes que se mantienen de la original y que siguen resonando hoy en día. El tema principal sobre el que reflexiono y por el que quise hacer el montaje es que la vida constantemente nos da muchos problemas y razones para tirar la toalla. No me refiero al sentido literal de suicidarse, sino abandonar las cosas que nos hacen felices, nuestros proyectos, nuestras ambiciones, porque las cosas son muy complicadas en Venezuela por la crisis generalizada.
Para mí es como una gran reflexión de lo que viven los artistas en el país. La gente que hace teatro, que hace cine, lo hace en un país donde todo es carísimo; sigue abocada a su proyecto, sabiendo que no van a tener una remuneración económica que genere una estabilidad. Es muy inspirador y creo que la obra habla un poco de eso. Por qué enfrascarnos en los problemas cuando podemos aferrarnos a las cosas que nos hacen felices para seguir luchando y manteniéndonos con vida.
—La obra tiene nueve personajes, ¿qué complejidades tuvo para usted, como joven director, montar la obra?
—Lo principal fue armar el elenco. Yo tenía una idea con quiénes quería trabajar cuando inscribí el proyecto en el Jóvenes Directores y que podían abordar personajes con esos perfiles psicológicos tan distintos y tan marcados que tienen cada uno. Uno de los retos que tenía era elevarlos y, en algunos momentos, hacerlos caer en la comedia del absurdo. A pesar de que hay personalidades con estados de ánimo muy arriba y muy abajo, cada uno tenía que tener su contraste y su matiz porque viven el conflicto de forma distinta. Ajustar horarios de nueve personas también fue complicado.
En un principio, arrancar fue difícil. Pero luego de que el elenco estuvo ensamblado, el compromiso de todos esos actores garantizó el éxito. Para mí haber encontrado este grupo ha sido, digamos, la salvación. De hecho, la incorporación de Stephanie Cardone y Theylor Plaza nos ayudó a tender los personajes desde otra óptica. Traer sangre fresca al proyecto nos hizo redimensionarlo y darle mucha profundidad a cosas que quizás habíamos pasarlo por alto.
Prohibido suicidarse en primavera
Del 25 de octubre al 15 de diciembre
Trasnocho Cultural
Viernes, 8:00 pm | Entrada: 48.000
Sábado y Domingo, 6:00 pm | Entradas 52.000